Soñar en grande

Soñar es gratis. A todos nos gusta soñar. Pero también sabemos que no vivimos solo de sueños. Tarde o temprano tenemos que pasar a la acción.

Hay muchos sueños que no solo requieren visión y creatividad: hay que ponerse manos a la obra.

Como leí hace un par de semanas: 'tienes que ir a por el sueño que está destinado a fracasar sin intervención divina'. Es decir, se trata de soñar mucho más allá de lo que te crees capaz con tus manos. Porque, al fin y al cabo, no se trata de ti mismo sino de quien se va a encargar de que el sueño o la visión salga adelante.

A veces perseguir un sueño significa dejar cosas en el camino, cortar con otras, sacrificar ciertas comodidades para poder invertir en lo que de verdad importa.

Perseguir un sueño significa arriesgarse, tomar el camino menos transitado y, es verdad, eso asusta. Tienes dos opciones: puedes huir de aquello que te asusta y, si lo haces así, siempre estarás corriendo por el resto de tu vida; o, como segunda opción, puedes plantarle cara con fe, e ir a por todas.

También tienes que saber que perseguir un sueño genera varias reacciones en los demás, quizá crítica y oposición. Decide quiénes van a ser los que te critiquen.

José tuvo un sueño siendo joven, y sus hermanos siempre se rieron de él, se burlaron, hasta quisieron matarle. Pero él persistió y confió en Dios, aun cuando las circunstancias eran lo más opuesto a sus sueños y visiones. Dios al final se encarga de lo que es suyo.

“Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?  Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucho pueblo.  Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.”ⁱ

Yo, por mi parte, decido seguir soñando, seguir creyendo. Aunque las circunstancias no sean las mejores, aun con oposición a diferentes niveles, a pesar de lo que suceda alrededor. Dios, a su tiempo, va a llevar a cabo lo que prometió.

Y sé que sucederá lo mismo en tu vida. Sigue fiel y en el camino. No tires la toalla. Asume riesgos. Sigue soñando.

i^ Génesis 50:19-21