La fe florece en Yemen en medio de la guerra

La guerra civil ha estado agotando a Yemen desde hace dos años. Mientras que la sociedad todavía está dominada por un estricto gobierno islámico, últimamente algunos pastores cristianos han bautizado con asiduidad a nuevos creyentes.

Jamil*, un ex musulmán yemení, ahora seguidor de Cristo, comparte una visión única del cuerpo de Cristo en Yemen.

"Como cristianos nos sentimos como extraños en nuestro propio país. La guerra nos ha hecho centrarnos en lo que realmente importa, seguir a Cristo, incluso si nos cuesta nuestras vidas. La Biblia es muy clara acerca de lo que podemos esperar; el sufrimiento es parte de la vida de los que siguen a Cristo. Es por eso que muchos cristianos yemeníes desean que Jesús regrese. Hemos perdido mucho; buscamos la paz eterna que un día Él traerá, ¡esperemos que pronto!"

Jamil nació y se crió en Yemen en una familia musulmana. Cuando era joven conoció a Cristo y decidió seguirle. Esto le costó la mayoría de sus relaciones dentro de su familia. "Los musulmanes yemeníes son criados con la idea de que la conversión al cristianismo debe suponer la exclusión inmediata de su familia y clan, y por supuesto debesufrir la ira de Alá".

Es por eso que los yemeníes que siguen a Cristo lo hacen de todo corazón. "No hay vuelta atrás. Todos lo sabemos. Convertirte en cristiano te costará mucho; no hay nada que pueda hacer que le des la espalda ", dice.

Yemen ocupa actualmente el puesto nº11 en la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas. Se desconoce el número exacto de cristianos en el país

Jamil emigró de Yemen antes de que comenzara la guerra, pero regresa a menudo para alentar a su familia en Cristo. Muchas cosas han cambiado para los cristianos yemeníes desde que empezó la guerra, advierte Jamil. "La violencia ha afectado enormemente a la iglesia. Muchos cristianos tuvieron que abandonar sus comunidades y ahora están esparcidos por todo el país", comparte Jamil. "Puede sonar extraño, pero el hecho de que muchas familias cristianas hayan tenido que huir se ha convertido en una gran bendición. Ahora hay cristianos por todas partes en el país, no sólo en unos pocoslugares. Y la fe está creciendo porque, como cristianos, parecemos haber perdido nuestro miedo. A través de la crisis y la guerra, Dios nos ha capacitado para compartir el Evangelio donde quiera que estemos".

Jamil conoce algunos pastores que están bautizando continuamente a nuevos creyentes. "La guerra crea nuevas oportunidades para el Evangelio. Un número creciente de musulmanes en Yemen está muy decepcionado con su religión porque ven que la "religión" sólo les traerá más problemas y están reorientando sus vidas. Esta es una gran oportunidad para los cristianos, no para presentarles una nueva religión, sino para mostrarles que una relación con Jesucristo es la respuesta".

Cuando la guerra comenzó hace dos años, muchos cristianos extranjeros que residían en Yemen fueron obligados a abandonar el país. Curiosamente, según la experiencia de Jamil, esto sentó las bases para el desarrollo actual de la Iglesia en Yemen.

"Antes la mayoría de las iglesias en casas dependían en gran medida de los cristianos extranjeros. Los cristianos locales de Yemen no podían igualar sus conocimientos teológicos, habilidades y fundamentos, y no tenían por qué asumir la responsabilidad ellos mismos. Ahora los extranjeros se han ido en su mayoría, y en realidad tuvimos que tomar la iniciativa nosotros mismos. Al principio parecía que el movimiento de las iglesias en casas se desmoronaría, pero poco a poco, los cristianos locales comenzaron a asumir la responsabilidad y asumieron posiciones de liderazgo. Puede que no hayan sido formados y capacitados, pero comparten el conocimiento que tienen y se apoyan mutuamente".

Una de las calles de la capital, Saná, durante los primeros días de guerra en 2012

Ser cristiano en Yemen sigue siendo extremadamente peligroso, señala Jamil. "Antes de la guerra, la persecución por parte del Gobierno, la comunidad y los familiares era el principal problema. Ahora el control del Gobierno ha disminuido y las principales amenazas para los cristianos proceden de Al Qaeda y de organizaciones terroristas similares a DAESH que vagan por el país. Hace algo de tiempo, uno de estos grupos publicó los nombres y direcciones de un grupo de cristianos conocidos en la red, poniendo en peligro su vida y obligando a muchos de ellos a ocultarse".

Aparte de eso, los cristianos también sufren los efectos de la guerra como cualquier otro yemení: la inseguridad, la falta de alimentos y el peligro de ser atrapados en medio de los enfrentamientos de las partes en conflicto.

Sin embargo, Jamil tiene esperanza para el futuro. "La Iglesia en Yemen es todavía joven. La primera generación de cristianos que se convirtieron del islam solían luchar por su posición. Ahora estamos viendo una segunda generación de cristianos, hijos nacidos en familias cristianas. Serán la generación que ayude a la Iglesia a crecer. Mi esperanza y oración es que la tercera generación, sus hijos, mantenga la fe y sea aceptada en la sociedad. Sí, ese es mi sueño: que en las próximas décadas los cristianos en Yemen puedan adorar a Dios libremente. Sé que la gente está dispuesta a dar su vida para llegar allí".

CRISTIANOS CLANDESTINOS

Vista sobre la ciudad de Saná. Al fondo, la mezquita Al Saleh, al sur de la capital

Durante siglos, Yemen ha estado dominado por el estricto islam wahabista, sin dejar lugar a los cristianos locales. Las únicas iglesias oficiales son solo accesibles para los extranjeros; sin embargo, han sido cerradas y algunas veces destruidas desde que estalló la violencia. En todo el país han existido pequeños grupos de cristianos clandestinos yemeníes, todos de trasfondo musulmán.

Tú también puede ser parte del apoyo a la Iglesia clandestina en Oriente Medio con tu oración y con tu apoyo económico a los proyectos de Puertas Abiertas. Participa del “Proyecto para la libertad religiosa: cristianos clandestinos” que puedes encontrar en la plataforma de GivingTuesday o Migranodearena y hazte parte de la respuesta a la persecución.

* Nombre cambiado por razones de seguridad