sábado, 6 de julio de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
1
 

¿Qué es una relación personal con Dios? (IV)

La Biblia muestra que la madurez no se produce de la noche a la mañana. Requiere tiempo, con Dios y en su Palabra.

INTIMIDAD CON DIOS AUTOR Fernando Plou 20 DE MARZO DE 2016 19:17 h

¿Quién podría dudar de la relación personal entre los padres y un bebé recién nacido que se halla en la sala del hospital? No obstante, una relación unilateral padre-niño proporciona un importante contrapeso a mucho de lo que hemos dicho hasta ahora. En páginas anteriores, hemos hecho hincapié en la naturaleza mutua de esta relación. Ahora, necesitamos ver la otra cara de esa verdad.



De la misma manera en que algunos bebés no crecen ni progresan, muchos hijos de Dios siguen el mismo patrón. A veces, el crecimiento empieza y luego se detiene. Aunque el mismo Dios se compromete a llevarnos a la madurez, muchas veces nos permite permanecer infantiles en nuestras actitudes y conocimiento de Él. 



El apóstol Pablo abordó el tema de la inmadurez y falta de crecimiento cuando escribió: 




De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? (1 Corintios 3:1-3). 




Espera un proceso. 



Para alcanzar la madurez se necesitan cantidades iguales de diligencia y paciencia. Alcanzar la madurez toma tiempo. También requiere un sentido de equilibrio. 



Por un lado, nunca debemos conformarnos con el nivel de nuestra relación y conocimiento de Dios. Si lo hacemos, nos estancaremos, nos amargaremos y retrocederemos. Por otro lado, debemos ser muy pacientes con nosotros mismos y no esperar más de lo que Dios espera de nosotros. La Biblia muestra que esta madurez no se produce de la noche a la mañana. Requiere tiempo: tiempo con Dios y en su Palabra. Por eso, Pedro escribió: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2:2,3).



Santiago sostuvo también la naturaleza progresiva de esa relación con Dios al escribir: 




Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna (1:2-4).




No aceleres el proceso. Pero tampoco dejes que se detenga. Sigue alimentándote de la Palabra de Dios incluso mientras te permite mostrar tu debilidad en las diferentes etapas, pruebas y aflicciones de la vida. No esperes perfección. Fallaremos. Conténtate con el hecho de que estás aprendiendo y creciendo. No seas como el dueño de la casa que plantó una tomatera y la desenterró dos semanas más tarde porque todavía no había dado tomates. 



Espera cambios. 



Debido a la naturaleza misma de la vida espiritual, nuestra relación con el Señor cambiará. Cambiará porque a medida que avanzamos siempre encontraremos más: más conocimiento y experiencia de Dios que nos llevarán al extremo, ensancharán nuestros corazones y nos harán personas mejores. 



Sin embargo, nuestra relación con Dios también puede empeorar si comenzamos a deslizarnos y a apoyarnos en experiencias pasadas con Él. Debemos esperar cambios porque nuestra relación con Él es por naturaleza un tema de disputa. Nuestro adversario, el diablo, no quedará satisfecho hasta que nos neutralice y caigamos en un coma espiritual (Efesios 6:10-l3).



Aun cuando nuestra relación personal con Dios nunca puede perderse, las características de esa relación cambiarán. Nosotros cambiaremos. Podemos contar con eso. Nuestro corazón se volverá más cálido o más frío. Nuestro carácter se hará más profundo o más débil. Nuestras conversaciones con Dios serán más íntimas o menos significativas y menos frecuentes. 



Acepta que no todo será completo.



Refiriéndose a nuestra incompleta relación con Dios, Pablo dijo: 




Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor (1 Corintios 13:9,10,12,13).




Esa es la realidad que hemos de enfrentar. Nuestro conocimiento y nuestra experiencia son incompletos. Es como si mirásemos el rostro de Dios a través de un cristal empañado. En aquel día, será cara a cara. Mientras tanto, tenemos órdenes que cumplir. Debemos aceptar nuestra imperfección, confiar en Dios y basar nuestra esperanza en su inminente regreso. Hemos de amar a Dios y a su imperfecta familia de todo corazón. No podemos darnos el lujo de exigirnos perfección. Tampoco debemos exigirla a los demás. La santidad y el crecimiento que Dios busca se verá en nuestro quebrantamiento y humildad, no en nuestra perfección espiritual.



No esperes el cielo en la tierra.



No solo es importante darnos tiempo para crecer en el Señor, sino que es esencial darle tiempo a Dios para que se muestre absolutamente fiel y capaz de proporcionarnos toda la satisfacción que deseamos. Pero no esperes en esta vida lo que Él ha prometido terminar en la eternidad. Los cristianos somos personas de eternidad. No hay límites de tiempo en nuestro futuro. No somos como el atleta profesional que tiene que lograr sus metas y ganar dinero y fama antes de que termine su etapa competitiva.



El tener una relación con Dios no significa que vamos a obtener todo lo que deseamos en la vida. 



El tener una relación con Dios no significa que vamos a obtener todo lo que deseamos en la vida. No es la llave del éxito financiero, de la buena salud ni de una larga vida. Sin embargo, es la manera de cultivar cada vez más en nuestro interior el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y el dominio propio (Gálatas 5:22-23). Es el medio de encontrar la relación, el propósito, la misión, la seguridad y la esperanza máximos en esta vida. 



Todo lo que nos queda es confiar en Cristo en aquello que ahora no podemos ver ni tener. Hemos de creer en las palabras de Jesús a sus discípulos cuando dijo: 




No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:1-3)




Esa es nuestra esperanza. 



No deberíamos esperar que el Señor nos dé todo lo que anhelamos ahora. Aunque Él ha prometido suplir las necesidades de todos los que le siguen, también se reserva el derecho de determinar lo que necesitamos ahora y lo que podremos disfrutar todavía más si lo recibimos más tarde. 



 



3F. UNA RELACIÓN COMPARTIDA



Todos nos acercamos a Dios individualmente. En cierta forma, vamos solos. El establecer o no una relación personal con Dios es una decisión personal, una elección. Nadie puede tomar esa decisión por nosotros. Pero la cosa no acaba ahí. Una vez nos acercamos a Dios, nos unimos a Él y nos convertimos en un miembro de su familia. 



Los que aman a Dios se aman mutuamente.



Es imposible tener una relación personal con Dios sin tener también relaciones Cristocéntricas con otras personas. Nuestro ejemplo es el amor de Cristo expresado en la cruz. Cristo nos mostró que estar cerca del Padre significa compartir el amor del Padre por los demás (1 Juan 4:7-11). Cuando conozca al Señor, también voy a ser confrontado con un Dios que ama celosamente a los que están a mi alrededor: mi familia, mis amigos, mis vecinos, mis compañeros de trabajo, mis conocidos e incluso mis enemigos.



Esa es la clase de actitud que Pablo exhortó a los cristianos de Tesalónica que tuviesen. Después de afirmar la realidad y la evidencia de su relación con Dios (1 Tesalonicenses 1:1-7), prosiguió diciendo: 




Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos a otros; y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más (1 Tesalonicenses 4:9,10).




Puede que nos guste vivir aislados, pero no podemos hacerlo si queremos crecer en nuestra relación con Dios. Conocer a Dios no significa solamente saber cosas de Él; significa entrar en Él: en sus pensamientos, en su corazón, en su amor sacrificatorio. 



El apóstol Pablo escribió: 




Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor (1 Juan 4:7,8).




Hay una dependencia mutua entre los que aman a Dios. 



En Efesios 4, Pablo expresó claramente que nuestra relación vertical con Dios va acompañada de muchas relaciones horizontales. Ese pasaje de la Escritura retrata a cada hijo de Dios como miembro del cuerpo de Cristo. Cada parte tiene una función. De la misma forma en que el ojo, el oído, la boca y los pies desempeñan distintas funciones en nuestro cuerpo, así todo creyente desempeña un papel diferente en la Iglesia, el cuerpo de Cristo. Cuando cada parte contribuye lo suyo, todo el cuerpo se beneficia (véanse 1 Corintios 12 y Romanos 12).



Aunque hemos recibido una salvación completa en Cristo, hay otro aspecto en el que no estamos completos si no nos relacionamos y nos servimos mutuamente. Nos necesitamos unos a otros de la misma forma que la boca necesita al ojo y el ojo a la mano. Esta es la obra externa de nuestra salvación. Podríamos pensar que somos espíritus independientes que no necesitamos a nadie para nada, pero pronto descartaremos esa idea a medida que crezcamos en nuestro conocimiento de Dios. 



Los que aman a Dios se someten mutuamente.



En Efesios 5:21, Pablo dice que hemos de someternos unos a otros en el temor de Dios. En el consejo siguiente, sus palabras son muy específicas. Nos dice que: 



• Las esposas han de servir a sus maridos como un medio de servir al Señor (5:22). 



• Los maridos deben renunciar por amor a sus propios intereses en favor de sus esposas como Cristo renunció por amor a sus intereses en beneficio de la Iglesia (5:25-28). 



• Los hijos han de obedecer a sus padres en el Señor (6:1). 



• Los siervos han de ser obedientes a sus amos como medio de servir al Señor (6:5,7). 



• Los amos han de mostrar consideración a sus siervos por consideración al Señor (6:9). 



El mensaje es muy claro. Conocer a Dios y su amor significa que vamos a servir a otros en amor y sumisión (Efesios 3:14-21). Cuando confiemos en Dios y obedientemente sirvamos a los demás, descubriremos en lo más profundo de nuestro corazón la rectitud, la sabiduría y el poder del amor de Cristo. 



Cuando confiemos en Dios y obedientemente sirvamos a los demás, descubriremos en lo más profundo de nuestro corazón la rectitud, la sabiduría y el poder del amor de Cristo. 



Encauzar obedientemente el amor de Dios por los demás nos permite comenzar a experimentar el significado de la oración de Pablo en Efesios 3:14-19. 



Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 



 



(Continuaremos en próximos artículos.)



 



(Artículos extraídos y adaptados del librito ¿Qué es una relación personal con Dios?, publicado por Ministerios Nuestro Pan Diario en su serie Tiempo de Buscar. Puedes encontrar este y otros libritos sobre diferentes temas en: http://nuestropandiario.org/2009/09/serie-tiempo-de-buscar/



El link para la descarga de este librito en concreto es: http://d38mwqd0l2astu.cloudfront.net/files/2011/01/SS103_RelacionPersonalConDios.pdf?7489a8 



Si deseas más información, puedes escribirnos a [email protected].


 

 


1
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 
Respondiendo a

Euni
25/03/2016
17:11 h
1
 
El punto de vista que nos da la biblia es muy importante me agrado el artículo gracias por compartirlo y gracias también a quién lo elaboró. :)
 



 
 
ESTAS EN: - - - ¿Qué es una relación personal con Dios? (IV)
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.