domingo, 7 de julio de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

Sobre la palabra dicha que no vuelve

La palabra dicha sigue siendo nuestro gran veneno: a nivel personal, interpersonal, familiar, social… también en la iglesia.

EL ESPEJO AUTOR Lidia Martín 20 DE FEBRERO DE 2016 21:50 h
Foto: Unsplash

Asistimos estos días, ya casi meses, a las dificultades titánicas que nuestros aspirantes a dirigentes tienen para ponerse de acuerdo.



Sorprende, no sé si a todos por igual, que después de tantos días con sus noches correspondientes para la reflexión, no se haya podido llegar ni a un mínimo acuerdo, a algún punto que consiga “desatascar” una negociación que no parece llegar a ninguna parte.



La cuestión es que parece que seguimos donde estábamos, y a pesar de que sabemos que no estamos para dispendios, a veces pienso, no sin cierta frustración, que terminaremos yendo a anticipadas otra vez.



Lo que sí me pregunto casi todos los días es cuál es la razón de fondo para que no haya posibilidad de llegar a ningún punto de concierto. Inicialmente pudiera parecer que se trata de planteamientos ideológicos, pero me temo que no es así. Digo me temo porque, de ser así, supongo que sería algo más asumible para mí de lo que creo que verdaderamente hay en la base del asunto.



La realidad del día a día, con sus comunicados, sus noticias, sus tertulias y demás parafernalia nos dice que partidos con elementos en común muy claros no son capaces de acogerse a esos criterios de acuerdo, porque aunque lo que les une es mucho, algo les separa irremediablemente. Pero, ¿qué es ese algo?



Aún a riesgo de equivocarme y a pesar de que evito utilizar este espacio para hablar de temas políticos, porque no es mi tema y otros lo pueden hacer un millón de veces mejor que yo, en este caso lo haré con una hipótesis que no tiene que ver tanto con política como con cuestiones de comportamiento, que al fin y al cabo es en lo que yo me manejo.



Y es que, en general, dicho brusca, pero claramente, una de las verdaderas razones de fondo para no haber posibilidades de acuerdo (seguro que no es la única, pero creo que es una delas más importantes) es que se ha sido muy bocazas en general. Sí, sí, no me equivoco al usar el término.



Me reafirmo, porque así lo siento, pero más que por eso, que sería subjetivo, me reitero principalmente porque lo que vinimos contemplando durante la campaña electoral fue un cúmulo de despropósitos en ese sentido, por parte de casi todas las partes, valga la repetición, aunque reconozco que de unos más que de otros.



Verborrea sin medida, insultos, descalificación, ni un puntito de moderación en algunas ocasiones, un “cargar tintas” o, más bien, “escopetas” contra todo el que se pusiera delante, sin el más mínimo decoro o elegancia, que es lo mínimo que se le puede pedir a quien se presta a gobernar un país desde el sentido común.



Se ha sido faltón, por una parte y por ser finos, pero además tremendamente atrevido cuando cada uno hablaba como si no hubiera un mañana en el que las cosas pudieran salirles de forma imprevista, como así ha sido. Porque según los resultados, discúlpenme los que discrepen, creo que a nadie le han salido las cosas como quería y que nadie ha ganado las elecciones.



Y por tanto, cuando eso es así o se sospecha que será así, que es lo que intuíamos la mayoría (todos menos los propios candidatos, parece ser), no se puede ir tan “sobrado”, porque luego nos toca alimentarnos con nuestras propias palabras, que suelen indigestársenos, además.



Efectivamente, cuando estos días se pregunta a los políticos sobre sus acuerdos, su proceso de negociación, sus posicionamientos respecto a abstenciones, a posibles sesiones de investidura y demás asuntos afines, todos ellos terminan diciendo “¿Pero cómo vamos ahora a decir blanco, cuando toda la campaña hemos estado diciendo negro?”.



Pues efectivamente. Es que quizá hablar en términos de blanco o negro puede quedar muy contundente cuando uno quiere marcarse un órdago, pero la realidad va por cauces bien distintos y resulta que, miren por dónde, sorpresa para algunos, se mueve en grises.



Seguimos, entonces, metiendo la pata, que es el resumen de la cuestión. Lo cual, añadido a nuestra profunda dificultad para desdecirnos, pedir perdón, identificar errores o comportamientos inadecuados y demás, resulta en una cosa muy complicada. Pero no aprendemos.



Ya Salomón nos avisaba mucho en sus Proverbios acerca de las problemáticas de no poder o no saber contener nuestra lengua, nuestras palabras, y otros detrás de él, como Santiago, también lo decían desde las propias líneas de la Palabra, con Dios mismo, inmutable, respaldando los mismos principios a través de los tiempos.



Ese es el mismo Dios, por cierto, del que algunos listos y listas, o listas y listos (para no ofender a las feministas con el masculino genérico o con el orden de los factores), hacían mofa en estos días atrás con un “Padre nuestro” salido de todo orden. Porque seguimos siendo unos incontinentes verbales, porque ya no respetamos nada ni a nadie.



Porque no sé si quien leía ese “poema” se detuvo a pensar por un momento que habemos muchas mujeres cristianas en este país, le pese a ella o a quien le pese, que desde luego no podemos aplaudir el poco tacto y principalmente el poco respeto con el que se ha tratado esto. Y yo, que me declaro abierta a la libertad de expresión, me declaro aún más abierta al derecho que todos tenemos a ser respetados, lo cual entiendo como un bien superior.



Se podía haber hecho una declaración feminista “adaptando” un poema de Neruda, pero no. De lo que se trata es de lo que se trata, es decir, no tanto de lanzar un mensaje sino, de paso, atacar a quien quiero atacar, lo cual sospecho estaba, parapetado tras una intención puramente feminista, como primer objetivo de todos. Y si me equivoco, que me lo expliquen, pero francamente reconozco que me cuesta entender ciertas cosas a las alturas que estamos.



Se puede ser liberal sin ser faltones. Y me da igual que esto venga de la señora que leyó el “poema” o que provenga de un periódico satírico francés. A ver si empezamos a medirnos, para variar, y lo tomamos como costumbre de referencia. No solo porque luego pasan las cosas, sino principalmente porque la mesura sigue siendo virtud.



Estarán de acuerdo conmigo en que hay muchas formas y no todas son iguales, de manifestarse en contra de posicionamientos ideológicos, personales o religiosos. Pues a ver si empezamos a hacerlo y, además, bien, que no es tanto pedir.



La oportunidad perdida, la flecha lanzada y la palabra dicha… tres cosas que una vez puestas en marcha, son irreversibles. O difícilmente reparables sus daños. A no ser que nos hagamos crítica, que nos miremos en el espejo que nos dice a gritos cómo somos, que busquemos dónde estamos frente a nosotros y frente a los demás, que sopesemos qué clase de respeto nos tenemos unos a otros, si de boquilla o del que va en serio.



De la tolerancia intolerante ya hemos hablado otras veces. Y me da igual si se produce en el plano de las “artes”, de la ideología, de la política o en las cuestiones más de día a día entre nosotros. La palabra dicha sigue siendo nuestro gran veneno: a nivel personal, interpersonal, familiar, social… también en la iglesia.



Esto es lo que seguimos cociendo a fuego lento. Esto es lo que devora nuestras posibilidades de avance, bajo un disfraz de supuesta “autenticidad”. Esto será y es nuestra propia ruina, porque ya no respetamos ni a nada ni a nadie, e igual, cada uno en nuestros propios entornos, porque todos hacemos lo mismo.



Y ya que el mal que nos aqueja es igual, quizá nos lo tenemos que ir haciendo mirar a la luz del Espejo más grande de todos, el más certero, que es el criterio de Quien dicta los tiempos y las formas y Quien finalmente, si quienes creemos estamos en lo cierto y creo firmemente que sí, aunque desde el respeto a la discrepancia, tanto para los que creen como para los que no creen sopesará los actos y también, cómo no, las palabras.


 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - Sobre la palabra dicha que no vuelve
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.