Misioneros españoles en el mundo: la familia Toro Arcega

Esta semana estamos con la familia Toro Arcega, misioneros la Federación de Asambleas de Dios de España (FADE), compuesta por Kiko y Sofía y sus preciosos hijos Eliezer (14) y Rebeca (10).

Miembros de la Iglesia Betel en Aragón (Soria), Kiko y Sofía fueron enviados como misioneros del Departamento Nacional de Misiones de las Asambleas de Dios de España (DEMADE) a Thisted (Dinamarca) en julio de 2012.

“Nuestro llamado –comenta Kiko- es activar la obra que está establecida en el país; concretamente en Thisted en el norte de Jutlandia, mediante el pastoreo y desarrollo de ministerio. También trabajamos en la evangelización y la plantación de nuevas iglesias”.

Pasemos a la entrevista con el hermano Kiko Toro.

WG: ¿Cuándo empezaste a sentir pasión por las misiones?

KT: Nuestro llamado misionero en el caso de mi esposa Sofía surgió al poco tiempo de casarnos en el año 1999, en un retiro de nuestra iglesia. Dios dio una palabra profética para nuestra vida en el libro de Ezequiel y un llamamiento a las misiones.

En mi caso desde pequeño mi pastora siempre me dijo que iba a ser misionero pero yo no le hacía mucho caso. Pero desde que nos casamos y Dios nos hablo en octubre de ese mismo año, en nuestro corazón siempre hubo carga y sentir por las misiones y comenzamos a trabajar y a participar en las actividades misioneras de nuestra iglesia, ayudando al comité de misiones y asistiendo a las jornadas misioneras y participando en viajes misioneros.

Todo lo que Dios ponía a nuestro alcance con respecto a misiones, tratábamos de ser participes para prepararnos para Su obra. Años más tarde, surgió la posibilidad de cursar una Escuela de Misiones que iniciaba nuestro departamento de misiones y decidimos realizarla juntos. Fueron tiempos de bendición donde el Señor fue poniendo cada vez más fuerte ese sentir por misiones en nuestros corazones.

WG: ¿Cómo sabías que Dios te estaba llamado adonde estás ahora?

KT: En nuestro caso, Dios trató de una forma muy particular porque estuvimos muchos años con inquietudes misioneras pero sin tener una carga especifica por un continente o país en particular.

Orábamos y le pedíamos al Señor que nos mostrara donde estaba la tierra que el tenia para nosotros, y finalmente en junio del 2006 Dios nos habló de Europa y concretamente de Dinamarca. Hicimos un primer viaje exploratorio al país y allí el Señor termino de confirmar el llamado para nuestras vidas.

WG: ¿Cuáles son algunas de las características más importantes para ser misionero?

KT: Creemos que ser misionero es una tarea de todos, y de alguna manera todos somos misioneros o enviados a compartir el Evangelio a otros. La diferencia está en que Dios llama a unos a hacer esta tarea en su Jerusalén o lugar donde viven y otros somos enviados más allá a otros lugares. La clave está en la obediencia y la pasión. Ser obediente al Señor en lo que te pida es importante para poder hacer Su voluntad.

De otra manera no podríamos estar aquí ahora, sino fuera por obediencia a Su llamado y voluntad. La pasión por Dios y por su obra, es una constante en nuestros corazones que te mueve a obedecerle, sin reservas ni condiciones.

WG: ¿Cuáles son algunas de las dificultades involucradas en el campo misionero?

KT: Depende del país donde Dios te envíe. Nosotros desde nuestra experiencia, la dificultad más importante que encontramos es el idioma. En Dinamarca se habla como primera lengua el danés aunque hay un porcentaje amplio de la población que habla también inglés.

Para nosotros esta ha sido una barrera, hemos necesitado aprender dos idiomas, el danés para comunicarte e inglés como primera lengua para ministrar aquello que Dios va poniendo en nuestros corazones para esta tierra. Quizás no es lo mismo para otras personas que están en países de habla hispana.

Otra de las dificultades con las que te encuentras cada día, es saber permanecer donde Dios quiere que estés. Esta es una lucha diaria. Estar lejos de lo que conoces, y en donde te sientes más cómodo es difícil pero es el llamado de Dios y la obediencia lo que hace cada día decir: “Heme aquí Señor, envíame a mí”.

WG: ¿Podrías comentarnos algo sobre vuestras mejores y peores experiencias en el campo?

KT: Habría muchas experiencias que contar. Servir al Señor es gratificante y siempre decimos que no hay mejor lugar que estar en el centro de su voluntad. Hemos experimentado momentos donde de repente estábamos predicando o ministrando y el idioma fluía de parte del Espíritu Santo, sin tener un control de lo que estábamos diciendo. Experimentar el don de lenguas, en un momento donde Dios quiere y sentirte usado por El es una experiencia de mucha bendición.

WG: ¿Y las peores?

KT: Quizás las peores experiencias las vives cuando no puedes hacerte comprender, cuando tratas de expresarte y no te entienden o no te alcanzan las palabras en la vida cotidiana son los momentos más frustrantes, por decirlo de alguna manera.

Como padres, tratar de que tus hijos puedan sentirse confortables en el lugar donde están, es también una ardua tarea, porque los arrancas de su entorno, de su familia, de sus amigos, etc. Pero damos gracias al Señor porque Eliezer y Rebeca siempre han facilitado las cosas, siempre se han sentido parte de este proyecto, pero no cabe duda de que hay que estar ahí cuando te necesitan.

WG: ¿Qué es lo que te motiva a seguir adelante en la obra?

KT: Siempre es el Señor, El es nuestro sustento cada día y quien sostiene nuestra vida en este país. El ha puesto pasión en nuestros corazones. Pero también cuando ves fruto, ves que algo se está moviendo en el ambiente espiritual y ves las vidas transformadas por el poder de Dios y que aceptan al Señor, son bautizadas y comienzan a servir a Dios, son experiencias que como cristianos son de gozo y alegría cada vez que un pecador se arrepiente cualquiera que sea su nacionalidad, raza o color de piel, y que te motivan cada día a continuar.

También el cuidado y las oraciones de nuestra iglesia y de todos los pastores, compañeros de ministerio, iglesias en España y amigos que cada día oran por nuestra familia y la obra en esta parte de Europa.

WG: ¿Cuáles son las grandes necesidades espirituales en Dinamarca?

KT: La mayor necesidad en este país es el hambre espiritual. En un país gobernado por el bienestar y un estándar económico alto, donde se consideran los más felices del mundo, viven inmersos en un conformismo. En ese conformismo el danés no es feliz aunque diga lo contrario porque tiene que ser “políticamente correcto”. Es ahí donde hay muchas vidas buscando desesperadamente algo que les devuelva la esperanza y el sentido a sus vidas.

Esa esperanza es Jesús y necesitan que les sea presentado el Evangelio y que despierten de su aletargo religioso en el que llevan sumergidos años. Estamos agradecidos a Dios que nos haya enviado a esta parte de Europa. Si miramos atrás en nuestra historia en España, fuimos bendecidos por misioneros escandinavos y ahora como españoles somos parte de ese fruto que ellos sembraron.

WG: Vaya, es cierto. Tanto Paulo Branco y Mario Escobar han comentado que los primeros misioneros pentecostales en España eran los suecos Martin y Julia Wahlsten. Llegaron en el 1923. Hermano, para ir acabando, si alguien quiere ponerse en contacto contigo o apoyarte económicamente, ¿cómo puede hacerlo?

KT: Si quieren colaborar con este proyecto pueden ponerse en contacto con nuestro Departamento Nacional de Misiones de las Asambleas de Dios de España (DEMADE) al correo electrónico [email protected] y hacer un ingreso en la cuenta del DEMADE ES23 2100 1558 9302 0019 7486 indicando FAMILIA TORO ARCEGA

WG: Y finalmente, querido hermano, si pudieras dar algunos consejos a los evangélicos jóvenes en España, ¿cuáles serían?

KT: Europa necesita despertarse. Necesitamos jóvenes dispuestos a ir a contra corriente en este mundo. Es la generación a la que Dios está llamando para impactar naciones. A los jóvenes evangélicos en España queremos motivarles para que se preparen para servir a Dios de corazón.

Creemos que España es punta de lanza para Europa y nuestros jóvenes tienen un papel fundamental en ello.

WG: Mil gracias, hermano. El Señor siga prosperando vuestro servicio en Dinamarca. Saluda a tu hermosa familia de nuestra parte en Protestante Digital.