Los negociantes, con su aguda percepción, se sintieron atraídos por esta singular celebración. Como el “Día de ÖSHER PLOUTOS” tenía algo que ver con regalar cosas, influyeron en la gente para que regalaran cosas a los demás, algo que mantuviera el espíritu “ÖSHER PLOUTOS”, y empezaron a aparecer “Ofertas ÖSHER PLOUTOS”. Y la gente compró sus regalos, y así sigue siendo a través de los años.
Un día, dos caballeros de aquella pequeña tierra donde había vivido el Señor ÖSHER PLOUTOS aparecieron por la hermosa ciudad de Barcelona. Era el día antes del de ÖSHER PLOUTOS. Confiaban en poder encontrar a alguien que como ellos, hubieran recibido el millón de euros de ÖSHER PLOUTOS (es decir, algún que otro ÖSHER PLOUTOS, porque Éste adoptaba a la gente en su familia y les daba su apellido) Esperaban a dos o tres personas con quienes celebrar la memoria de su benefactor.
Mientras caminaban por la hermosa Avenida de la Diagonal miraron el escaparate de un negocio: “¡sólo queda un día para ÖSHER PLOUTOS!”. Al lado, otro escaparate con “¡Ofertas ÖSHER PLOUTOS al 50% de descuento!”; pensaron “¡caramba!” el dueño de este establecimiento debe ser un ÖSHER PLOUTOS. Debemos ir a saludarle. Ciertamente ha usado bien su millón de euros y se ha comprado esta gran tienda para beneficiar a otros. Pero cuando estaban a la puerta de entrada de tan iluminado centro, oyeron que otros, desde el otro lado de la calle, exclamaron “¡Feliz ÖSHER PLOUTOS!”, se dieron la vuelta y comenzaron a cruzar la avenida, y cruzándose con gente, estos también exclamaban “¡Feliz ÖSHER PLOUTOS y Año Nuevo!”; estaban plena y totalmente sorprendidos. ¿Qué estaba pasando?; ¡ciertamente el Señor ÖSHER PLOUTOS había sido estupendamente generoso en la cantidad de regalos que había dado a los españoles! ¡era mucho más de lo que jamás habían visto!.
Aquella noche terminó en una gran casa donde se estaba celebrando la víspera de ÖSHER PLOUTOS. La habitación estaba llena de tarjetas ÖSHER PLOUTOS (la gente se las mandaban año tras año). Tenían figuras de nieve con sombreritos rojos, bolas y velas muy hermosamente coloreadas y brillantes, trineos tirados por hermosos renos que gritaban ¡oooooohoooo, ooooojojoooo! y textos que decían: ¡Felices Fiestas!; un impresionante árbol verde, elaboradamente decorado, se levantaba desde el suelo al techo. Lo extraño es que los visitantes ni podían recordar que el Señor ÖSHER PLOUTOS hubiera tenido alguna afición especial por estos árboles que además nunca crecían en la tierra donde Él había vivido. Ni siquiera podían memorizar de dónde provenían tales animales como los renos. ¡Qué gente tan rara estos españoles! pero sí sabían cómo divertirse… pues la mayoría de los huéspedes de la casa estaban totalmente enajenados. Los visitantes estaban completamente confundidos.
Finalmente, uno de los visitantes dijo a su compañero: ¿te fijaste en la apariencia de la gente que por las calles iba diciendo “¡Feliz ÖSHER PLOUTOS!?”, algunos de ellos están virtualmente en harapos, a mí no me parecieron millonarios. Su compañero estuvo de acuerdo: “ni a mí, no puedo entender lo que pasa aquí”.
Sintiendo así se decidieron a preguntar a alguno de los huéspedes. Se dirigieron a un hombre que estaba cerca y le preguntaron: “dígame hermano, ¿cuándo llegó usted a ser millonario?.
“¿Cómo dice?”
“Que cuándo recibió usted el millón de euros del Señor ÖSHER PLOUTOS”. “¿Un millón de euros? no sé de qué me está usted hablando, caballero. Para comprar mis regalos ÖSHER PLOUTOS este año, he tenido que “tirar” de la tarjeta de crédito”. “¿Y por qué está celebrando el “Día ÖSHER PLOUTOS?”; “¿que por qué estoy celebrando el “Día ÖSHER PLOUTOS? pero ¿qué le pasa a usted? ¡todo el mundo lo está celebrando! mi madre y mi padre lo celebraron, y también mis abuelos. Yo también lo celebraba y ponía por la casa los adornos de ÖSHER PLOUTOS. Yo creía que extranjeros como ustedes estaban enterados del Día ÖSHER PLOUTOS.
Entonces preguntaron a otro: “perdón, señor, ¿ha recibido usted el millón de euros?”; “¿un millón de euros?, ¡noooo!.
“Entonces, ¿nos podría explicar por qué está celebrando el “Día ÖSHER PLOUTOS”?, ¿de qué se trata?, no lo entendemos.
“¿De verdad?”; bueno, déjenme que piense a ver si me acuerdo… (Continuará)
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