domingo, 29 de septiembre de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
2
 

Los límites que nosotros nos ponemos

Llamamos prueba muchas veces al producto de nuestra propia rebeldía, cuando eso debería ser más bien identificado por nosotros como la consecuencia directa de nuestro mal hacer.

EL ESPEJO AUTOR Lidia Martín 31 DE OCTUBRE DE 2015 20:50 h

Comenzaré hoy reconociendo que hace unos días verdaderamente me mondaba de risa ante una frase que leí en las redes sociales: “Las cosas siempre pasan por algo. Porque eres muy tonto, por ejemplo”.



No me negarán ustedes que es clara, concreta y concisa, va directamente al corazón de muchos de nuestros problemas y que, ciertamente, da en el clavo acerca de lo que nos pasa en tantas ocasiones. Porque si bien todo lo que nos pasa no es porque seamos tontos, en muchos momentos es solo y exclusivamente por esta razón.



Cuando hablo de tonto no hablo de faltos de inteligencia, como muchos se imaginarán. Hablo de falta de discernimiento, de ausencia de acierto hasta para las cosas pequeñas, de imprudencia o temeridad en algunas ocasiones… lo cual nos lleva a vivir consecuencias no deseadas sobre las cuales rápidamente empezamos a echar balones fuera, pero que poco o nada tienen que ver con los demás, sino solo con nosotros mismos y nuestras torpezas.



Bien decía aquel al expresar que cuando nuestro dedo índice se dirige a otros para señalarlos, al menos tres dedos más de nuestra misma mano nos señalan a nosotros. Y es que, a menudo, no suele haber más responsable de nuestras propias situaciones que nosotros mismos.



Nuestro dedo índice suele señalar a Dios con frecuencia cuando nos pasan cosas. Porque así somos nosotros: lo hacemos, lo pagamos, pero “Dios es el culpable por permitirlo”. Como verán, nuestra capacidad de juicio y análisis verdaderamente no tienen desperdicio.



Somos así de rápidos y de ineficaces, lo cual nos lleva a tener una visión de Dios mezquina y retorcida, como mezquino y retorcido pensamos que es Él con nosotros. Y nos quedamos tan anchos, en el rebozar de nuestro propio fango y autocompasión, siendo víctimas, pero nunca responsables de nuestros propios desastres.



Nuestro caso no es siempre el de Job, por mucho que apelemos a él para consolarnos en determinadas situaciones. Él era un hombre justo y recto delante de Dios sobre el que se permitió un nivel muy alto de prueba para mayor gloria de Dios mismo, aunque nos cueste verlo.



Nosotros, como ya reflexionábamos en semanas anteriores, llamamos prueba muchas veces al producto de nuestra propia rebeldía, terquedad o torpeza, cuando eso debería ser más bien identificado por nosotros como la consecuencia directa de nuestro mal hacer.



Y la “culpa”, mal que nos pese, no la tiene Dios por permitirlo, sino nosotros por no evitarlo. Eso es lo que se llama prudencia y es un concepto sobre el que la Palabra vuelve una y otra vez sin descanso. Nuestro sentido de la prevención es uno bien escaso, que sólo se pone en marcha cuando ve que el lobo se nos ha instalado en el salón. Entonces es el momento de buscar quién ha sido “el inútil que se ha dejado la puerta abierta”.



Hace unos días leía también una frase que reza así: “La triste realidad es que la mayoría de nosotros no avanzaremos hasta que el dolor de estar donde estamos nos resulte insoportable”. Y creo, francamente, que esta es una gran verdad. Somos tercos como mulas. No atendemos al aviso, ni a la indicación de quien con amor nos guía para que no nos precipitemos en el vacío de nuestros propios errores.



Y así, nosotros somos quienes ponemos nuestros propios límites al dolor y al sufrimiento (no siempre, ojo, porque en ocasiones también sufrimos como consecuencia de las torpezas de otros, o bien se siguen dando casos como el de Job). Pero en muchas de las situaciones, reconozcamos que tenemos justo lo que nos hemos buscado, ni más ni menos, y somos nosotros mismos la causa de nuestra propia desgracia.



Quizá si fuéramos algo más dóciles, si no necesitáramos tocar fondo para aprender las lecciones más simples, pudiera ser que Dios tuviera otros métodos para con nosotros. De hecho, nos creó para relacionarnos con Él en unos términos bien distintos que los que vivimos ahora. Sólo la entrada del pecado en escena complicó las relaciones entre nosotros y Dios, entre Dios y nosotros.



Y seguimos sin entenderlo, el relevo generacional no nos trae descanso en esto. Repetimos los mismos errores una y otra vez, reproduciendo las meteduras de pata de nuestros padres y abuelos, o los nuestros del pasado, porque solo nosotros somos capaces de tropezar tantas veces en la misma piedra.



Si no tenemos lo que nos merecemos en el sentido más amplio del concepto, es solo por gracia. De hecho, gracias a ella tenemos bastante menos de lo que nos merecemos. No pretendamos librarnos también de la pequeña cuota de dolor que nos inflige nuestra propia torpeza, porque una cosa es regatear y otra cosa es echarle el morro que le echamos.



Quizá seremos capaces de extender nuestras tiendas, de crecer en madurez y sabiduría, en la fe y a la imagen de Cristo, cuando entendamos estas cosas que nos suceden, incluso debido a nuestra torpeza, como un regalo de Dios para aprender un camino aún más excelente.


 

 


2
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 
Respondiendo a

EZEQUIEL JOB
02/11/2015
21:34 h
2
 
Job se creyó mas justo que Dios (Job35:2), por consecuencia era injusto lo que le pasaba (Job12:4). Lo de Job es común en nuestras vidas: ¿por que a mí?, yo voy a la Iglesia, oro, ayuno, diezmo, es injusto lo que me pasa. El echar la culpa a otros de nuestros errores empezó con Adán y Eva, Adán echó la culpa a Eva, Eva a la serpiente. Job terminó en las palabras "mágicas" que Dios quiere que toda la humanidad pronuncie, y mas aún los cristianos, cada día: "me arrepiento..."(Job42:6)(Hech17:29-30
 
Respondiendo a EZEQUIEL JOB

Hichy(Ingrid)
01/11/2015
11:26 h
1
 
Reflexión para tener en cuenta. Dios es perfecto, amor y muy bueno, Él quiere lo mejor para nosotros. Agradeciendo por todo lo bueno que tenemos a diario, abrimos el camino para entender que muchas veces recibimos la cosecha de lo que sembramos. No podemos esperar que Dios bendiga nuestros errores, pero que sano es no volverlos a cometer.
 



 
 
ESTAS EN: - - - Los límites que nosotros nos ponemos
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.