Hace 150 años, Luis de Usoz

Se cumple este año siglo y medio de la muerte de Luis de Usoz y Río. El V congreso sobre la Reforma Protestante Española, en la Complutense, se dedica a su persona y circunstancias.

Fue un liberal honesto, cristiano evangélico, sin adscripción confesional, aunque, de elegir un sitio, lo tendría con los cuáqueros.

Se recuerda entre algunos protestantes porque logró editar obras fundamentales de los “reformistas” españoles del siglo XVI, ahí está su colección de Reformistas Antiguos Españoles. Obra extraordinaria, que, después de 150 años, ya se culmina con la edición de algunas que él no pudo traducir o editar.

En esa culminación, desde hace varios años, ocupa su lugar propio Francisco Ruiz de Pablos. La última obra, con la que se termina lo esencial, la tenía Usoz en su biblioteca (que su viuda donó a la Biblioteca Nacional, y se conserva como uno de sus fondos más valiosos), pero no la editó, es Doctrina Cristiana, de Constantino de la Fuente. En su colección Usoz editó otra del mismo autor y con el mismo nombre, que podemos llamar Doctrina “chica”, queda la “grande”, por más extensión, que David Estrada Herrero ha preparado, con un trabajo crítico culminante sobre el propio Constantino de la Fuente. Seguramente estará disponible a final de año o principios del próximo. Ya avisamos y haremos adecuada presentación.

En el complejo siglo XIX, la percepción social y religiosa de la sociedad que Usoz manifiesta, es un buen terreno de reflexión y aprendizaje para nosotros en nuestro tiempo y circunstancias. Y en medio de esa complejidad, trabajó mucho y honestamente.

Su tarea la centró en procurar el bien de su patria, por medio de la conservación de la Historia, para que no se distorsione por intereses de particulares. De eso se trataba, de tener textos para retenerlos para las próximas generaciones. En su caso, por medio de editarlos como el medio eficaz de conservarlos. Eso dice expresamente cuando publicó la “constitución” de las Juntas de los comuneros de Castilla.

Sabía que sus libros no se vendían; pero no se vendió y siguió en su tarea sabiendo que serviría para otras generaciones. Por eso nosotros lo recordamos, porque nos dejó el recuerdo de los nuestros del XVI. Igual, sabemos que esta tarea de recuerdo servirá para que recuerden la Historia los que vienen, algunos, eso sí, ya están aquí.

Y recuerden que podemos encontrarnos juntos en la Complutense, el 29 y 30 de este mes. Con la Historia, conservándola, para que no nos vendan otra a medida, y nos compren.

Siempre, de pie, gente libre. Y esto nos recuerda otro lugar, del que se cumplen 500 años. La fabricación histórica de la anexión de Navarra a la corona de Castilla. Seguramente, la semana próxima, d. v., les pongo algo.