De emigrantes y peregrinos

La actualidad no deja de darnos motivos para el asombro. Quien haga ‘zapping’ en la TV o en internet, o quien escuche radio, tendrá oportunidad de enterarse de la ola de seres humanos que se mueve de un continente a otro. Son semejantes nuestros que buscan una mejor calidad de vida. Son familias enteras de ‘desplazados’ que huyen de sus países buscando refugio.

Este hecho pasa a ser una noticia más, mezclada entre muchas otras. No faltan medios que la aprovechen para sacarle jugo al morbo y otros para criticar las insuficientes medidas de los gobernantes que deberían resolver con urgencia esta dramática situación.

Basta leer los comentarios de los lectores en la prensa escrita o por internet para saber que sobre este desgraciado hecho se tiene una gran cantidad de opiniones, muchas de ellas enfrentadas. Hay los que se indignan y los que juzgan; los que dan cátedra sobre lo que debieran hacer los gobernantes y los que se conmueven pues no saben qué hacer frente a tanta desesperación, dolor y muerte.

A modo de síntesis digamos que la ambición, la avaricia y soberbia de los que actúan desde el poder económico y político transgrediendo los derechos humanos, son el verdadero origen de esta cruel realidad. Miles y millones viven oprimidos y sin posibilidad de cambios favorables, salvo a través de decisiones suicidas como las descritas.

Pero, esto no es de ahora. Lo ha sido así a lo largo de la historia. Lamentablemente, son pocos los interesados en leer la historia; entonces, la mayoría carece de una perspectiva que le permita ubicarse mejor en la actualidad. Por eso, al ver los noticieros hay gente que vive con inseguridad y teme por su futuro.

Este tema ha sido incluido por casi todos los ponentes que participan del Encuentro internacional de Mallorca que se lleva a cabo en Palma, este fin de semana. Arquitectos, diseñadores urbanos, planificadores, profesionales de otras disciplinas, empresarios, académicos, representantes de ONGs y activistas sociales por el sector privado, y funcionarios del gobierno balear, de Mallorca y de Palma, por el sector público, estamos reunidos mientras se publica Magacín de los domingos.

Este encuentro, impensable hasta unos mese atrás, ha sido registrado y difundido por la prensa y otros medios de comunicación.

La visión de los organizadores, entre quienes hay varios creyentes en Jesucristo, es la de fundar una red de trabajo iberoamericana para crear una conciencia ciudadana socialmente responsable.

REVISANDO SIGNIFICADOS

La desfiguración y cambios operados sobre el lenguaje obligan a repasar los significados correctos de los vocablos que estamos usando.

Migrante, adjetivo/nombre común; sinónimo: inmigrante; antónimo: emigrante.

[Persona] Que llega a un país o región diferente de su lugar de origen para establecerse en él temporal o definitivamente. Ejemplo:

"la UE y algunos países hispanoamericanos han llegado a un acuerdo para facilitar la participación de los migrantes en las elecciones generales de sus países de origen"

Peregrino/a, adjetivo/nombre masculino y femenino. Tiene dos usos:

1. 
   

   El que refiere a la persona que visita lugares dedicados a cultos religiosos; ejemplo:

   
   

"allí acudían peregrinos a visitar los santos lugares; los peregrinos del Camino de Santiago".

2. 
   

   Adjetivo [persona] Que anda o viaja por tierras extrañas que presentan dificultades.

   
   

Ejemplo: "la novela bizantina cuenta la historia de un viajero peregrino".

[ave] Que migra. Ejemplo: "la golondrina es un ave peregrina"; sinón.: migrador / migratoria.

UNA PERSPECTIVA BÍBLICA

Hay en la Biblia dos citas clave de esta condición del ser humano que estamos refiriendo. El AT es muy claro respecto del trato a dar a quienes son ‘extranjeros’ y ‘advenedizos’. El pueblo de Dios tenía que tratar dignamente a los de otros pueblos y a quienes ya estaban conviviendo con él, a pesar de no tener la misma condición. Era parte de la Ley cuidar del extranjero.

Pero, además hay una connotación mucho más profunda y que nadie expresa mejor que el rey David. El varón cuyo corazón era ‘conforme’¹ al de Dios había recibido el encargo de construir un templo para el Señor de Israel (que recién construiría su hijo Salomón). En su memorable discurso de ofrenda para la construcción expresó una realidad aún no advertida por la mayoría de los seres humanos:

“Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.” ²

Esta declaración davídica respecto del carácter peregrino del pueblo escogido, por extensión, es aplicable a todo ser humano en todo lugar. De hecho, todo ser humano pasa una sola vez por el mundo; al final de sus días su cuerpo vuelve al polvo y su espíritu a Dios.

El NT trae la esperanza gloriosa de la Resurrección introducida en y por Jesucristo. Toda persona nacida de nuevo por obra del Espíritu deja de ser extranjero o agregado y adquiere una nueva condición: la de ciudadano pleno.

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.” ³

Sirvan estas reflexiones para coincidir en algo importante: por más que vivamos una vida sedentaria y sin que nada nos falte, estamos de paso; somos solo peregrinos en el mundo. Tenemos una Patria a la que vamos; nuestro pasaporte está registrado en el Libro de la Vida del cual nadie podrá quitarnos.

Abramos hoy nuestro hogar a nuestros semejantes en necesidad. Tal vez esos migrantes estén cruzando el mar trayéndonos una bendición de parte de Dios.

Notas

1. 
   

   Hechos 13:22.

   
   


2. 
   

   1ª Crónicas 29:15.

   
   


3. 
   

   Efesios 2:19.