Esto es lo que le viene a decir Dios mismo a su pueblo, a través del profeta Hageo: “Ahora pues, así dice el Señor de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos.Sembráis mucho, pero recogéis poco...”. Por otra parte, el pueblo estaba satisfecho porque todavía no hacía demasiado tiempo que habían regresado de nuevo a Israel, después de un largo exilio; pero una astuta maniobra de sus enemigos, había paralizado la reconstrucción del templo durante quince años más y esto produjo un nuevo decaimiento espiritual entre ellos, hasta el extremo de no acabar de encontrar el modo de retomar la iniciativa y reactivar el proyecto del templo.
Este es un libro para ser leído y meditado en nuestras congregaciones, por la pertinencia de su mensaje para nosotros hoy. Por cierto, muchas de nuestras iglesias actuales, al igual que entonces, siguen tan acomodadas y distraídas en mil y un entretenimientos que se alejan del propósito de Dios. En esta ocasión Dios les manifiesta su desagrado y les hace un claro y, a la vez, un pedagógico reproche tanto a los líderes como al pueblo en general. Es interesante oír estas palabras proféticas que, a día de hoy, nos hablan tan directamente:
"Sembráis mucho, pero recogéis poco...”; y entonces, Dios continúa dándoles ejemplos similares, o sea que su arduo trabajo les estaba resultando infructuoso en todos los sentidos.
En este relato profético hay una frase muy significativa que aparece en dos ocasiones y es la siguiente:
"Considerad bien vuestros caminos". Esta expresión nos sugiere que hemos de pensar en profundidad por qué no nos cunde todo el esfuerzo que podamos estar haciendo. ¿Cuáles podrían ser las causas de todos los
bloqueos que estamos viendo o padeciendo? Todo el libro de Hageo es un alegato contra el abandono espiritual y la comodidad de nuestros pequeños castillos de marfil, como son hoy en día nuestras
"casas artesonadas".
En general, necesitamos reconocer que
hemos magnificado en extremo nuestro concepto actual de la vida privada, como si se tratase de un coto cerrado o de un tótem sagrado; mientras que en el Nuevo Testamento, descubrimos a una iglesia de puertas abiertas y a gente totalmente desposeída de su apego a lo material y abiertamente accesible.
Dios les viene a decir claramente que toda la sequía y la escasez que estaban padeciendo la estaba permitiendo Él mismo y, como resultado de ello, se veían privados de todo tipo de bendiciones, tanto materiales como espirituales.
Yo creo con toda mi alma, que hoy nos estamos encontrando con una situación muy parecida en nuestras iglesias en general. Quizás hemos dejado de "subir al monte a buscar madera para edificar la casa de Dios", lo cual nos habla de una búsqueda personal del Dios de los montes. La madera en cuestión era para edificar los interiores del templo, esto también se relaciona con el cuidado espiritual de nuestra vida interior.
Al parecer no somos tan pocos los que "sembramos mucho y recogemos poco". ¿Por qué? ¿Qué es lo que nos está pasando? La Divina Voz nos exhorta a "considerar bien nuestros caminos".
¿Qué es lo prioritario en mi vida? ¿Qué es lo que estoy haciendo mal o qué estoy dejando de hacer correctamente?
Sin ninguna duda, creo que todos
necesitamos un cambio sustancial en nuestra vida y solo un "toque" de lo Alto puede despertar nuestros espíritus y devolvernos de nuevo al maravilloso propósito de Dios para nuestras vidas hoy, aquí y ahora.
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