Hechos 10:1-48. Para mí, este pasaje del Nuevo Testamento nos revela una verdad realmente grandiosa. Dios mismo se encarga de mostrarle a Pedro una visión trascendental para la Salvación del mundo, más allá del pretendido exclusivismo del pueblo judío.
Dios permite que estos dos hombres, Cornelio y Pedro (dos personas con trasfondos absolutamente diferentes, pertenecientes a dos mundos cultural y politicamente antagónicos) sin haberse elegido mutuamente, se vienen a encontrar en un Propósito Común; mostrándole a Pedro, el judío mesiánico, a través de una visión celestial, que
la salvación de Dios es para el mundo entero, no solo para una casta determinada o para un pueblo en particular;
Dios amó al mundo y El no hace acepción de personas. Esta era la gran “bomba” informativa del cielo, para la naciente iglesia judía.
Cornelio era un comandante romano que temía a Dios, era un hombre piadoso (no era como la gran mayoría de los gentiles greco-romanos, un politeísta que adoraba a diferentes dioses). Este Cornelio recibe sorpresivamente la visita de un ángel del Señor, manifestándole el agrado de Dios por sus oraciones y por sus limosnas a los pobres. Y aquí tenemos el primer conflicto teológico:
Dios no rechaza las buenas obras de gente que le teme y hace obras justas, aunque no sean salvos en primera instancia. El protestantismo ha hecho una interpretación maximalista sobre este tema como reacción al error católico romano, respecto a la salvación del alma por méritos propios. Pero aquí no se esta hablando de las obras humanas para conseguir la salvación. Y a continuación el ángel del Señor le da instrucciones para ir al encuentro del apóstol Pedro a Jope.
Considero que
es un honor ser un instrumento del Señor para predicar el Evangelio a un mundo perdido. El ángel que habló a Cornelio, no pudo predicarle el Evangelio de la Salvación, y yo me pregunto
¿Por qué no pueden predicar el Evangelio los ángeles? La respuesta es: porque
ellos no han experimentado la redención de sus almas, no conocen la dicha del perdón de los pecados. No pueden mostrar gratitud, por no haber sido perdonados y liberados de la culpa y de la condenación eterna.
Nosotros podemos celebrar con gran alegría la Fiesta de la Redención, por haber sido liberados de la servidumbre moral del pecado, pero ellos no saben lo que es nacer de nuevo y ser liberados del poder de Satanás…
Seguimos con la Visión que Dios le dio a Pedro por una parte y a Cornelio por otra (casi simultáneamente). Dios hace que estos dos hombres, con mundos muy diferentes, se encuentren con un propósito de alcance para la humanidad, como era la universalización de la Salvación
-Aquí vemos, prejuicios y barreras de separación cayendo (Efesios 2:13-18). Nuestra tendencia humana es formar guetos y establecer separaciones clasistas, pero
Dios es experto en destruir muros de separación. Dios nos está llamando a ser Iglesias de Puertas abiertas como las iglesias del principio, ser cercanos e inclusivos. Arriesgarnos a ser vulnerables y a saber convivir con el diferente. A llegar a otros ambientes que no sean necesariamente los nuestros. A tratar de comprender al que no piensa como nosotros en lo cultural, o en su forma de entender la vida.
Esto nos puede hacer más atrayentes, como lo era Jesús. En aquel tiempo no existía el concepto de vida privada tal y como lo entendemos hoy de manera tan magnificada. Nuestro Señor era llamado amigo de pecadores y esto desde luego se refería a gente muy marginada de la sociedad.
En este capitulo se nos muestra
una poderosa verdad, que se nos tiene que plasmar en el alma y que tiene que revolucionar nuestra visión de los hombres y mujeres, quienes quiera que sean estos y provengan de donde provengan, y es que
“Dios no hace acepción de personas” (vv 34-35), para Él nadie queda excluido. Otro sútil conflicto teológico también es el que paso a describir; nuestros acercamientos a la gente están cargados de prejuicios, conscientes o inconscientemente. Dios esta llamando a los pecadores al arrepentimiento a través nuestro; pero no llama a “santos impecables”.
El proceso de la santificación comienza en la conversión y es una obra del Espíritu Santo a través de un buen discipulado, pero esto no es algo que debamos de imponer nosotros, por muy celosos que seamos de las cosas de Dios. Muchas veces malinterpretamos la Palabra de Dios por nuestro celo y tratamos de obligar al nuevo convertido a santificarse de forma express, bajo una presión espiritual y sicologica, sin duda, bienintencionada.
Seamos pacientes en el proceso de transformación y santificación en la vida de la gente a la que ministramos y todo será diferente.
Pero lo que definitivamente resulta más llamativo y que ejerce más influencia sobre la gente, es el poder del ejemplo personal y el amor demostrativo…
Yo he dicho y lo vuelvo a decir ahora, que aunque haya mucha gente incrédula que rechaza el Evangelio y otros muchos que pudieran estar aprisionados por todas las fuerzas del infierno; no es posible que un mensaje tan poderoso y tan revolucionario como es el Evangelio de Jesús, tenga tan poco impacto y tan poca respuesta en la gente que nos oye.
Algo está fallando en nuestra forma de entender y de comunicar nuestro mensaje y también de hacer las cosas, como las estamos haciendo y en consecuencia nos encontramos con tan pocos resultados como los que estamos viendo.
Yo sé que hay un gran conflicto espiritual, disputándose las almas, pero también sé, por el mismo Señor, que
siempre hay un camino posible para llegar al corazón de cualquier persona, y tenemos que pedirle al Señor la sabiduría para encontrar la llave de su corazón y poder entrar en su mundo para persuadirles amablemente a creer en el Señor Jesús…
Esta es la Visión maestra de Dios para todas las generaciones. Cornelio representa un mundo muy ajeno al de los cristianos de entonces y Pedro representa un mundo muy ajeno al del romano Cornelio. Con la particularidad, de que este hombre ya estaba teniendo una aproximación a la fe en el Dios de Israel, porque de alguna manera había recibido algún tipo de influencia espiritual positiva…
Hay mucha gente que busca a Dios a su manera, desde su propio mundo.
Hay muchos Cornelios esperándonos en alguna parte; que Dios nos de la gracia de saber entrar en su mundo y atraerles hacia el Camino de Dios.
Uno de los momentos más impresionantes de esta historia, es cuando Pedro esta en la azotea de la casa de Simón el curtidor orando, justo a punto de comer y en ese preciso momento, tuvo un éxtasis (una visión divina) y vio un gran lienzo descender del cielo de Dios, en el cual había toda clase de animales, incluidos los tradicionalmente inmundos, y una voz le dijo “Pedro mata y come” y esto violentó su conciencia religiosa, respondiendo “Nunca he comido ninguna cosa común o inmunda”. Y la voz celestial le volvió a decir, “Lo que Dios limpió no lo llames tú común ”.
Pedro respondió conforme al viejo patrón (o paradigma) religioso, aún y siendo cristiano. Dios estaba queriendo cambiar Su viejo Odre mental, por un Odre Nuevo. Para que pudiera contener el Vino Nuevo de la fresca revelación que le estaba siendo entregada. Este Vino Nuevo debe de acoplarse al Odre Nuevo, capaz de soportar su fermentación interna que provoca una transformación. Esto supone un Cambio de Mentalidad hacía lo nuevo de Dios.
La enseñanza más directa, es la de
captar lo Nuevo de Dios y saber aplicarlo adecuadamente. Pedro no supo del todo bien aplicar esta revelación, más allá del encuentro con Cornelio y su familia. Porque Pablo le tuvo que censurar, del miedo que tenía a los de la circuncisión que le condicionaban en varios aspectos, Gálatas 2:11-14. Y Pablo tuvo que ser el hombre que supo materializar un gran plan para alcanzar a los gentiles de todo el mundo conocido de entonces.
Yo te pregunto a ti hermano/a y a los pastores de hoy, estamos dispuestos a asumir los cambios estratégicos que el Señor quiera mostrarte o mostrarnos para llegar más lejos y ser más eficientes de lo que lo estamos siendo hoy…
En realidad estamos hablando de la Visión de Dios para
alcanzar a la gente de nuestra generación con sabiduría, audacia y valentía. Se trata de
meternos en el corazón de Dios y captar sus benditos métodos para el mundo de hoy.
Algo tiene que cambiar en nosotros y en nuestros acercamientos a la gente de hoy, tanto para alcanzar a las clases más populares como a las clases medias altas y es ahí donde
el Señor nos tiene que dar una guía mucho más clara para establecer “conexión” con la gente de nuestras ciudades y del mundo actual…
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