martes, 2 de julio de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
1
 

Del corazón de América al corazón de Gabo

Su estatura de gigante de las letras me sobrecogió y, mientras sentía que me iba haciendo más y más pequeñito, me limité a observarlo y a mantener con él un diálogo mental...
EL ESCRIBIDOR AUTOR Eugenio Orellana 18 DE ABRIL DE 2014 22:00 h

Gabriel García Márquez.


Hace 37 años conocí personalmente a Gabriel García Márquez. Iba él con Mercedes, su esposa de toda la vida, en el mismo avión que me llevaba desde Costa Rica a Rio de Janeiro. Yo me embarqué en San José y él lo hizo en Ciudad de Panamá.

Por aquellos años todavía Dios me tenía vagando por el desierto de la incertidumbre ministerial. Habrían de pasar todavía veintiuno más antes que llegara al límite de mi propio desierto y me decidiera a aceptar el empujoncito divino para entrar a «trompicones» a la tierra por la que me encuentro caminando ahora. Su estatura de gigante de las letras me sobrecogió y, mientras sentía que me iba haciendo más y más pequeñito, me limité a observarlo y a mantener con él un diálogo mental en el que le hice preguntas, escuché sus respuestas, pedí una que otra opinión a su mujer mientras espantaba la nube de mariposas amarillas que inundaban la cabina del avión.

Reímos, nos pusimos serios. Manejamos los silencios y gritamos a todo pulmón.

Al descender en el aeropuerto de Río me incliné, le besé los zapatos, y le dije: «Gabo, gracias por brindarme un rato de su presencia. En sus ojos, en su pelo, en su rostro, en su bigote, en su risa, en su mirada profunda he visto a José Arcadio Buendía, a Melquíades, a Aureliano Buendía y a Mauricio Babilonia; y en su mujer he visto a Úrsula Iguarán, a Amaranta y a doña Fernanda; he visto las viejas casas de Macondo; he visto su amada tierra colombiana».

Durante los escasos segundos que duró esta escena, Gabo no se movió. Ni Mercedes, que permanecía a su lado. Cuando se produjo el silencio me puso la mano en el hombro y me dijo: «Levántese mi amigo. ¿Recuerda al apóstol Pablo cuando en Listra lo confundieron con Mercurio y quisieron adorarlo? Lo mismo que les dijo a los listrenses le digo yo a usted: Yo soy un simple ser humano, tal como usted, así es que permítame estrechar su mano y vaya con Dios».(*)

Ahora me dispongo a leer de nuevo Cien años de soledad, como una forma de adherir a la serie de homenajes que se estarán brindando en diversas partes del mundo a este colombiano que, aparte de ser un escritor excepcional tiene otras virtudes que a veces se nos antojan escasas en intelectos privilegiados como el suyo.

Admiro su sencillez, su socarronería y su picardía,(**) su forma de ver el mundo y particularmente a nuestra sufrida América Latina.(***) Admiro su inquebrantable amistad con Fidel y su elegante desprecio a la Sociedad Interamericana de Prensa que lo consiguió un poco a regañadientes —regañadientes de Gabo, no de la SIP— para que asistiera a recibir el homenaje que le preparó en Cartagena de Indias en marzo de 2007.(****)

Subo un poco el volumen del tocadiscos de mi auto y me sumerjo en las aguas cristalinas de Macondo o entro un poco temeroso a la casa de barro donde la memoria imaginaria de Gabo encontró el misterioso material con el que armó esa obra maravillosa que desde 1967 viene revolucionando las letras hispanoamericanas.

Y para quienes deseen deleitarse con el vallenato El corazón de Macondo de Gabriel Romero y Los Diablitos aquí lo incluyo como un regalo adicional a todos los que hoy lloran la muerte de este gigante de las letras y como la última mariposa amarilla que vuela y termina posándose en el lugar donde descansan sus restos.

El corazón de Macondo

Cuentan los viejos cantores
Que un pueblo olvidado se volvió leyenda
Donde volando el pasado
Nostalgias que el tiempo nos dejan herencia.
La fantasía se hizo realidad
Es tan genial los recuerdos que asombran
Voy caminando y me pongo a pensar
Dónde pudo quedar el corazón de Macondo.
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo.
Se sumergió en aguas cristalinas
O en un rincón de una casa de barro
Dejó su huella sembrada en la arena
O regresó a la memoria imaginaria de Gabo.
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo.
Si la hojarasca se forma y una guacharaca se siente
Cuando uno camina
Llega la muerte anunciada
Gritando que la ama, la hora se arrima.
El coronel no tiene quien le escriba
Y el general está en su laberinto
Los funerales de la Mama Grande
Relatan el naufragio que sus ojos han visto.
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo.
Del amor y otros demonios
Le pido a Dios que me salve la vida
Encontrar al patriarca en su otoño
Y el olor de guayaba que regrese algún día.
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo.
Ella asustándolo con duendes y brujas
Su abuela en Aracataca
Lo acostaba todos los días.
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo
El corazón de Macondo, el corazón de Macondo.
El corazón de Macondo
Que nunca lo he podido encontrar
Hace tiempo estoy viviendo
Cien años de soledad.

.........

(*) Gabo tenía un profundo conocimiento de la Escritura y es muy probable que en una de esas idas y avenidas por las que transitó recorriendo sus páginas se haya encontrado con el mismísimo Jesús y quién sabe si también lo derribó del caballo que lo llevaba, no en persecución de los cristianos de Damasco sino tras las musas que habían hecho de su corazón su hábitat permanente.

(**) Nótese que no digo «admiraba» sino «admiro» pues Gabo, como algunos seres humanos de excepción sigue viviendo entre nosotros, en medio de sus libros y en el mejor de los recuerdos de quienes lo admiramos.

(***) Gabo y yo coincidíamos en muchas cosas. Teníamos los mismos amigos y veíamos el mundo desde una perspectiva parecida. Gabo nunca adoptó posturas de líder político tratando de convencer a nadie que tal o cual ideología es mejor que otra. Su mensaje fue la literatura como el mío la fe en mi Cristo.

(****) El escritor se entendía muy bien con la Real Academia Española y bastante mal con la SIP, ambas organizadores del evento en Cartagena de Indias.
 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - Del corazón de América al corazón de Gabo
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.