Las compañías telefónicas son distribuidoras minoristas de un servicio de telecomunicaciones monopolizado por Telefónica de España
(2), para su marca Movistar, entre otras. Esta situación significa que nadie puede vender productos o servicios sin la aprobación de la multinacional mencionada. El real originador del servicio no es el proveedor que usted contrató, sino Telefónica-Movistar.
Las compañías minoristas ya pululan entre nosotros. Pelean para apoderarse de la mejor porción del mercado; con inusitada agresividad y persistencia rapiñan consumidores. Con argumentos falsos – las más de las veces – su meta es captar el mayor volumen de clientes e imponerse a la competencia.
En la práctica, los comerciales contratados por las minoristas para captar nuevos clientes trabajan a comisión. Por esa razón intentan seducir a la gente en cualquier hora del día y apelando a todo tipo de promesas. Si no hacen clientes no cobrarán su salario. Si sumamos la presión de los vendedores a la de una voluminosa publicidad mediática tenemos un cuadro más que complicado para el consumidor.
Una de las maniobras más usuales es la oferta de varios servicios como ‘pack’ cuando, en realidad, cada uno de ellos se contrata por separado. Al adquirir el ‘pack’ o la ‘promo’, la copiosa información brindada al cliente no explica que primero deberá firmar un primer contrato para el servicio de su unidad móvil. En él el cliente se compromete a no cambiar de empresa durante un año. Esta condición es la que causa más problemas porque se la disimula. Sólo después de acordado ese servicio por parte de la empresa mayorista se pasa al de la unidad fija y ADSL y TV. El plazo de habilitación (de una semana a diez días) se va extendiendo, las excusas se multiplican y lo que era un promisorio idilio llega a ser una cruel pesadilla.
Lo que acabamos de describir tiene una excepción: la empresa monopólica (Telefónica), ya que ella puede obviar las trampas. Así, los minoristas usan esa realidad para sembrar antipatía hacia la empresa que les provee aduciendo los años de malos servicios que ha prestado abusando de su posición dominante en el mercado. Como una verdad a medias siempre es más peligrosa que una gran mentira, algunas empresas compiten esgrimiendo el eslogan ‘sin permanencia’. Otras baten el bombo del ‘regalo’ de tres meses sin pagar por una serie de ventajas extras; lo que no pasa de ser un ardid. A partir del cuarto mes, las compañías debitarán de la cuenta bancaria del cliente si este no ha pedido la baja del servicio regalado.
A esta altura son más los problemas que las ventajas; y el cliente que renuncia cree ahorrar la prima de la permanencia pero se enfrenta a un fuerte acoso telefónico y postal, a la inclusión en los ficheros de morosos (con la consecuencia de no poder acceder a créditos comerciales) y a una posible demanda.
A través de costosa publicidad las compañías intentan convencernos de que solo ellas pueden brindarnos servicios y equipos para estar bien comunicados y disfrutando de la vida plena que merecemos. Sin embargo, contratar no es garantía de buen servicio. Al firmar el contrato el cliente pasa a ser un número de cuenta en una enorme base de datos
(3). Lo convierten en una abstracción dentro de un sofisticado sistema de contabilización.
De allí en más, cada vez que desee pedir una información o reclamar por algún inconveniente caerá en un verdadero laberinto. Será derivado a sucesivos ‘departamentos’ extraños y voces con distintos acentos según sea el país desde donde se lo atienda (y muchas veces tendrá que responder a grabaciones).
¿Quién no ha tenido que escuchar musiquillas de fondo y frases como
‘todos nuestros operadores están ocupados en este momento, en breve le atenderemos; gracias por esperar’? Súmele la serie de ofertas que la compañía le hace por haberla elegido, y el
‘servicio al cliente’ pasa a ser un eufemismo de infierno
(4).
SIN PERMANENCIA NO HAY CONEXIÓN
A más de estas sufridas situaciones. No basta con contratar; hay que
permanecer en la compañía. De lo contrario, se pierde la conexión y hay que pagar una multa.
La palabra
‘permanencia’ introducida en el léxico técnico-comercial de las telefónicas me lleva a pensar en el Evangelio. Nuestro Señor instó a sus discípulos a permanecer en Él, como Él permanece en los que le siguen con fidelidad. En la enseñanza de la vid y los pámpanos leemos:
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”(5)
Muchos predican un evangelio falso: el de ‘las ofertas’. Se predica repitiendo enfáticamente, una y otra vez, la palabra
‘recibe’. La acción de recibir se convierte en el centro de la prédica. Obligan a hacer una oración en la que se comienza diciendo
‘Yo recibo….’. El que sale de esa reunión cree llevar consigo algo valioso porque ha dicho que lo ha recibido. Y creo que en muchos de esos casos – a pesar de las formas y de los falsos conceptos – ha habido vidas transformadas por recibir a la persona de Jesucristo.
Pero, también es cierto que hay una inmensa mayoría que cree creer porque repite lo que le hacen repetir. Ser convencidos de que tenemos que recibir un regalo no nos garantiza el poder conservarlo.
Cuando se cree a la falsa publicidad se termina timado. Exactamente lo mismo ocurre cuando se cree al falso evangelio. Podemos confesar la fe cristiana y no vivir una vida fructífera de fe.
Porque
recibir ha de estar seguido de
permanecer para que la vida transformada produzca frutos. Quien recibe y no permanece pasa a ser un creyente infructuoso, un pámpano estéril. Fijémonos bien cuál es el destino del sarmiento que no produce uvas, según la enseñanza de la vid impartida por Jesús.
I. La comunicación vertical es imprescindible
El Evangelio de Jesucristo es la Buena Noticia de Dios a los hombres y mujeres que habitamos el Planeta.
Tal noticia fue precedida por un largo período de anuncios que, de manera figurativa y simbólica, hablaban de alguien que vendría a la tierra a inaugurar una era de paz y buena voluntad para los hombres y mujeres
(6).
Tal persona sería un representante muy especial; inauguraría una comunicación directa, sin intermediarios poco fiables. Solo la persona del Hijo de Dios encarnado en Jesús, podía asegurar una conexión inefable con la fuente. La comunicación fue establecida tal como se prometiera: sin sufrir interrupciones, y con eficacia garantizada, con Dios que habita arriba en Su santo Templo, en el cielo.
Reiteradamente, nuestro Señor Jesucristo enseñó que la relación vertical es siempre imprescindible. Él demostró con hechos que mantenía intacta esa relación con el Padre que está en el cielo
(7). Hubiese bastado que sintiese o pensase que Él podía obrar por sí mismo, sin depender de Su Padre, para que la obra de Salvación fracasara rotundamente.
El triunfo de la cruz de Cristo, avalado por la tumba vacía, es el mejor ejemplo de permanencia y de perfecta comunicación vertical: Jesucristo está sentado a la diestra del Padre (8).
Los creyentes no podemos sobrevivir ni funcionar adecuadamente desconectados de nuestra fuente vital. Sin embargo algunas iglesias locales funcionan como las estaciones de reposte. Creer que es suficiente con congregarse solo los días de reunión, es exponernos a regresar a nuestras áreas de servicio sin carga suficiente para toda la semana.
Por eso, la cualidad de la comunicación vertical no debe descuidarse so pena de perder efectividad en el contacto diario con los demás. Es cuando estamos conectados con la base que nuestra capacidad operativa funciona a satisfacción de nuestro diseñador y dueño.
En Dios está la única fuente emisora.
Son tiempos, estos que vivimos, en los que se levantan anunciantes que por todas partes ofrecen y prometen lo que solo Dios puede garantizar y cumplir. No marcan diferencias entre el Emisor y el que retransmite. Se convierten ellos mismos en los emisores. La gente, ávida de obtener rápidamente lo que le prometen, cogen el atajo y se entregan a esos vendedores de espejitos de colores. Tarde se da cuenta.
Dios, que no habita en casas hechas por la mano del hombre, opera desde su santuario celestial. Desde allí domina toda su obra: la creación y sus criaturas. A sus hijas e hijos los habilita a conocer y transmitir Su voluntad para con los habitantes del planeta.
Podrán hacerlo siempre y cuando tengan señal permanente, que no haya interrupciones de conexión. Esa íntima conexión que se traduce en permanencia permite a los servidores cumplir con su misión.
Al final de la vida útil de cada unidad Él la retira de servicio y la guarda hasta el día en que reunirá a todas ellas en la fiesta inaugural del período de permanencia eterna
(9).
El Señor nos ayude a permanecer siempre conectados a Él y dependiendo de su voluntad; porque solo así podemos llevar gloria a Su nombre.
Notas
Ilustraciones. Arriba: El satélite MEXSAT Bicentenario, construido por el socio de Boeing, Orbital Sciences Corporation, envió sus primeras señales desde el espacio tras su lanzamiento a bordo del cohete Ariane 5; www.computerworldmexico.mx
Abajo: Antena terrestre para captar las emisiones satelitales y retransmitirlas; www.wikipedia.org
1. Los contratos múltiples incluyen: telefonía móvil, telefonía fija, ADSL (internet y TV). Esta tecnología significa reunir en un solo cableado domiciliario la telefonía de voz y la de emisión y recepción de datos gracias a la denominada ‘banda ancha’. Esta prestación es la que –debido a las limitaciones propias de esta innovación tecnológica en pleno desarrollo – genera una feroz batalla entre las compañías prestadoras. El usuario (cliente, consumidor)es apabullado con información técnica y esquilmado en su buena fe en su deseo de estar a la altura de los adelantos tecnológicos; es decir, mejor comunicado
2. Telefónicade España SAU (establecida en 1924) es la primera multinacional españolapor capitalización bursátil y en el mundo una de las mayores compañías de telecomunicaciones privadas. Sus servicios y marcas son: Telefónica (fijos), Movistar (móviles), 02 (ADSL) y VIVO (TV, Video)
3. La ley de protección de datos personales es transgredida permanentemente por las compañías
4. A propósito, el autor recuerda la frase que hizo famosa el existencialista francés Jean Paul Sartre (1905-1980) y que resume parte de su filosofía. Respondiendo a la pregunta ‘¿Cree usted en un infierno?’ respondió: ‘por supuesto, el infierno son los demás’; refiriéndose al conflicto entre libertades y sometimientos que generamos muchas veces los humanos (creyentes incluidos)
5. Juan 15:4-7
6. Lucas 2:14
7. Mateo 11:27; 12:50; 16:17;18:19, 35; 26:53; Lucas 2:49; 10:22; 22:29; 24:49; Juan 5:17, 43; 8:19; 10: 25, 29, 32, 37;14:7, 20, 21, 23; 15:10, 15, 23, 24;20:17
8. Mateo 26:64; Marcos 14:62; 16:19; Lucas 20:42; 22:69; Hechos 2:33, 34; 5:31; 7:56; Romanos 8:34; Efesios 1:20; Colosenses 3:1; Hebreos 1:3; 8:1; 10:12; 12:2; 1ª Pedro 3:22
9. Ibíd. 25:21, 23
Si quieres comentar o