Los poetas y Dios (J.M. Muñoz Quirós)

UN ENCUENTRO DEDICADO A LA NAVIDAD
Toral de los Guzmanes es un pequeño pueblo leonés que, en España, está haciendo grande la alabanza poética a Dios. Los días 20 y 21 de diciembre pasado se celebró allí, en el palacio de los Guzmanes (sede el Ayuntamiento) el X Encuentro “Los poetas y Dios”.

El primer día la conferencia inaugural estuvo a cargo del poeta abulense José María Muñoz Quirós, presidente de la Academia de Juglares de Fontiveros y veterano asistente a estos encuentros, siguiendo la estela del fallecido Andrés Quintanilla Buey, otrora presidente de la Academia Castellana y Leonesa de la Poesía. Habló sobre la figura de Teresa de Cepeda y Ahumada (Santa Teresa de Jesús), pero especialmente de la obra poética de la salmantina Verónica Amat, a raíz de su hermoso libro “Sombra que desea ser iluminada (Verbum, Madrid, 2013), todo él ilustrado de forma ejemplar por el pintor Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca.

Pero tratándose de los versos allí leídos, el encuentro de 2013 estuvo centrado en la Navidad. Contando con la presencia de Miguel Ángel Fernández, alcalde de Toral de los Guzmanes, y de Manuel Corral, pastor de la iglesia de León y presidente de Asociación Cultural Evangélica “Eduardo Turrall”, leyeron sus poemas Araceli Sagüillo, José Antonio Valle Alonso, Verónica Amat, Isaura Díaz Figueiredo, Juan Ángel Torres Rechy, Leopoldo López Samprón, José Pulido, Daniel Bores, António Salvado (en voz de Javier Sánchez), Olga Moros y Meriam Bendayán (en voz del escritor Juan Carlos Martín, secretario de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos de España, ADECE) y el escriba de esta nota.

Estos encuentros desde un principio han estado organizados por la Asociación Cultural Evangélica “Eduardo Turrall” y por el Centro Evangélico de Actividades Toral. Está promovido por el Ayuntamiento y cuenta con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Diputación de León y la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos de España (ADECE).

DOS INÉDITOS DE MUÑOZ QUIRÓS
José María Muñoz Quirós(Ávila, 1957). Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, catedrático de Lengua y Literatura de Enseñanza Secundaria y tutor de Literatura y Crítica Literaria del Centro Asociado de la UNED de Ávila. Poeta y crítico literario. Autor de veinte libros de poesía, y de la antología “Quince años no es nada”. Entre esta producción destacan libros que han obtenido diversos premios nacionales e internacionales: Jorge Manrique, Tiflos, Ateneo de Salamanca, Gredos, Accésit de Adonais, San Lesmes Abad, Fray Luis de León, Gil de Biedma y San Juan de la Cruz, entre otros. Es presidente de la Academia de Juglares de Fontiveros; Miembro de Número de la Academia de Poesía de Castilla y León o Coordinador de Literatura de la Institución Gran Duque de Alba. Ha publicado entre otros: “En una edad de voces”, “El sueño del guerrero”, “La estancia”, “Ritual de los espejos”, “Ávila desde la noche”, “Celada de Piedra”, “Material reservado”, “Cuaderno de invierno” o “La única semilla”.

Aquí publicamos dos poemas inéditos, escritos especialmente para el encuentro en Toral de los Guzmanes. Nuestra inmensa gratitud por ello.

DÉCIMA NAVIDEÑA
En Belén se enciende el río
mientras el agua se esconde.
Y sin saber muy bien dónde
se abraza el fuego y el frío.
El agua es escalofrío
de un silencioso portal.
La noche como un cendal
es un pájaro encendido
que no sabe que en su nido
está durmiendo un chaval.

NAVIDAD
Un tiempo herido por nieves,
saturado de luz. Una dimensión
azul de fruta. Un pájaro que escapa.
Los días del invierno ocultos
por la niebla, esquivos, libres,
Tal vez inciertos como el frío.
Un tiempo recibido en mis ojos.
La sombra del intenso racimo
de la noche, y un resguardado
sueño. Una caricia tibia, una
palma de brisa tornasolando el
agua. Y todo preparado para
el rescoldo dormido,
para la fruta y las palabras
ausentes en los labios cuando
atrapa la noche
el tiempo de la espiga. Y luego
un niño entre lo oscuro, atravesado
por la luz de la tarde.
Dispuesto el corazón con las cosas
primeras, con los días que dejan
un reguero de amor,
una huella caliente sobre el fuego.