El asunto, el partido que jugaron un equipo amateur y una formación de futbolistas brasileños en el campo de l’Alter, Poble Nou, Torrent, Valencia, el pasado 5 de julio, era lo de menos.
El flamante campo de fútbol de l’Alter – Nova Vida es el fruto del arduo trabajo pionero de una entidad muy especial, la Asociación Cultural Tiempo de Cosecha, creada por Javi Noguera, miembro de la Iglesia Bautista Comunidad Tiempo de Cosecha de Torrent que pastorea Xoán Castro. El
Ayuntamiento de Torrent entregó el terreno. La
Fundación Nova Vida hizo el resto del milagro de construir un esplendoroso campo de fútbol donde antes había un descampado en abandono. La
Fundación Decathlon, que apoyó el proyecto desde el primer momento, puso el césped artificial.
Con el saque de honor a cargo de la alcaldesa de Torrrent Amparo Folgado se consumaba el sueño. El capital humano del equipo de quince voluntarios de la iglesia que hay detrás del Evangélico F. C. ha conseguido el milagro: disponer de un campo para la escuela de fútbol que mantienen con equipos federados -pronto también uno femenino- en todas las categorías.
Con el saque de honor a cargo de la alcaldesa de Torrrent Amparo Folgado se consumaba un sueño:
un esplendoroso campo de fútbol donde antes había un arenal, como fruto del trabajo pionero de la citada asociación muy especial.
El capital humano del equipo de quince voluntarios de la iglesia que hay detrás del Evangélico F.C. ha conseguido el milagro: disponer de un campo para la escuela de fútbol que mantienen con equipos federados -pronto también uno femenino- en todas las categorías.
Unos 400 chavales en riesgo de exclusión social de una barriada deprimida están en el camino de la educación en valores a través del fútbol.
Y
los valores no son los de los beneficios materiales de la gloria deportiva, sino estos diez valores evangélicos:
amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, lealtad, humildad y dominio propio.
Al lado de los ejercicios de calentamiento, rondos con balón, ensayos tácticos de lanzamiento de faltas, simulación de jugadas, partidillos y clases teóricas,
los entrenadores y educadores inculcan a los chicos un valor cada mes. Les entrenan con el ejemplo, vaya.
Y les educan.
El premio que para todo chaval tiene poder jugar al balón, y en un campo “de verdad”, va ligado al estudio. “Si no estudias, no juegas”, es el lema.
Así se explica el rotundo éxito de estos pioneros del trabajo social que se inspira en el Evangelio de Jesús a los pobres y marginados.
Trabajar por sacar de la exclusión social a los chicos más desfavorecidos, “carne de cañón” de la marginación, es posible. Con el Evangelio que se predica con las obras de la fe; en este caso, con un equipo y una escuela de fútbol.
Para María Rosa y paramí fue una experiencia inolvidable haber asistido a la inauguración del campo de l’Alter.
Algún día los grandes evangelistas bien podrían tomar nota de qué es esto de evangelizar en nuestros días.
…
(Publicado en la sección del autor “Café para todos” en
El Eco Bautista, nº3-2013)
….
SERIE “APOLOGÍA DE”
-
Apología de la canasta
-
Apología de la pelota
Próximo artículo: Apología del equipo
Publicación compartida con Periodistas en Español / Foto / Aula FOTO.
Si quieres comentar o