Profecía (1) y Revelación(2) no se contradicen. La Biblia prueba su inerrancia de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás. El cristiano que cree en la palabra profética más segura cree también en la Revelación; y viceversa.
La iglesia necesita de cristianos que, Biblia en mano
(3), prueben a los que dicen ser profetas; a esos que se hacen presentar como ‘apóstoles’ o ‘ungidos’ y terminan siendo hábiles maestros de atractivas doctrinas de hombres con las que se apropian del corazón y mente de los incautos.
Los mercaderes de almas terminan destruyendo a las iglesias que los toleran, después de crear escándalos, desorden, divisiones y apostasía
(4).
La historia de la iglesia navega en la crisis. Tiatira es un ejemplo de ello; ‘esa mujer Jezabel’ no se arrepintió; prefirió seguir enseñando su falsa doctrina; cruzó la línea límite; pecó contra el Espíritu, no tuvo perdón; por lo cual el Señor la castiga tal como castigaba a Israel cada vez que le era infiel yendo tras los ídolos falsos. Porque ella arrastró a ‘sus amantes’: los que festejaban sus enseñanzas, y a ‘sus hijos’: los que constituían el fruto de su fornicación
(5), el Señor les promete a todos ellos un castigo ejemplificador. Les recuerda quién es el que habla:
“y todas las iglesias sabrán queyo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”.
(6) (Negritas del autor)
La Biblia demuestra que somos pecadores; pecamos con nuestros hechos, pensamientos y sentimientos. Somos cristianos imperfectos que hacemos imperfecta a la iglesia. El Evangelio de Jesucristo y sus apóstoles:
‘poder de Dios para salvación a todo el que cree’ (7) es el único poder del que aman testificar las genuinas iglesias de Cristo. Ellas se ocupan mayormente en aprender, enseñar y practicar la sana doctrina, pues están conformadas por cristianos que
‘retienen lo que tienen’; los que serán vencedores si lo hacen hasta el fin. Esto se aplica a los cristianos de Tiatira, y a los de todo otro lugar, en cualquier época; hasta que regrese el Señor de la iglesia.
PROFUNDIDAD DE LA REVELACIÓN DE DIOS EN CRISTO
En la parábola del sembrador Jesús enseña respecto de la semilla (Su palabra):
“Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.” (8) (Negritas del autor)
La clave del texto es la semilla; ésta había caído en tierra poco profunda (solo oidores); razón por la cual el débil brote fue quemado por el sol y, al no tener una buena raíz, la planta se secó. Muchos se entusiasman al escuchar por primera vez el Evangelio y despiertan con rapidez a una vida diferente. Pero, el día menos pensado, así como aparecieron desaparecen; nunca llegaron a profundizar en la verdad y el amor de Dios en su Hijo Jesucristo.
En contraste, está la buena tierra (oidores y hacedores), allí donde la Palabra penetra y lleva mucho fruto. Estos no se conforman solo con oír, sino también con hacer. No ven en Jesucristo a uno entre muchos salvadores; ni siquiera como al más importante de todos; sino como al único y suficiente Salvador. Esta certeza les viene desde la eternidad y los guía hacia la eternidad porque es conferida por el Creador y Redentor a sus elegidos. A ellos Dios hace partícipes de su Revelación, como hizo con los apóstoles de su Hijo y hace con los que en Él creen:
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”(9)
En sus cartas, el apóstol Pablo dependía del Espíritu para compartir todo el consejo recibido de parte de Dios; pues a él le hubiese resultado imposible transmitir con palabras todo lo que le había sido revelado
(10).
En contraste,
en Tiatira había algunos que buceaban en las profundidades de Satanás; esto es lo que podemos inferir del texto donde se menciona a los que no habían caído en esa tentación
(11).
¿QUÉ SON ‘LAS PROFUNDIDADES DE SATANÁS’?
El comentarista B. H. Carroll nos acerca esta probable interpretación: “(…) los filósofos gnósticos sostenían tener un conocimiento nuevo, posterior y mejor que la Revelación: ‘Vosotros sabéis qué es lo que dice Pablo, y qué lo que dice Juan, pero nosotros tenemos las profundidades de un último y mejor conocimiento’. Nuestro Señor admite esas profundidades, pero declara que son ‘las profundidades de Satanás.’” (12)
Los gnósticos conformaban un grupo heterogéneo; había en el gnosticismo distintas corrientes de pensamiento con énfasis específicos. Algunos decían que era un deber liberar el cuerpo para satisfacer todas sus necesidades. No importaban las indulgencias que se permitieran, mientras mantuviesen impoluta su alma. En este contexto, es probable que la falsa profetisa enseñara que un cristiano debe acomodarse al mundo; que no hay necesidad de dar un culto exclusivo a Jesucristo. Ofrecerle un poco de incienso al César y decirle ‘Señor’, no le parecía a ella una infidelidad a Jesucristo; desde allí hasta la fornicación sexual no mediaba más que un pequeño paso.
La iglesia cristiana en Tiatira no aceptó esa enseñanza; de lo contrario hubiese contribuido en transformar al Cristianismo en una religión másde las tantas que convivían dentro del Imperio Romano. A esos fieles el Señor les mandó retener lo que tenían: el evangelio de Jesucristo y los apóstoles. Los fieles recibirán la recompensa.
VENCER Y GUARDAR SUS OBRAS HASTA EL FIN
La maravillosa redención operada por Cristo una sola vez y para siempre, está compuesta de muchas obras. La victoria lograda por nuestro Señor no solo lo convierte en El Vencedor, sino que nos hace vencedores juntamente con Él. Porque Cristo ya venció en la cruz del Calvario, el cristiano vence desde el comienzo de su vida de fe; no solo al final. Somos más que vencedores si permanecemos en Cristo Jesús
(13). Si nos aferramos cada día a la eterna Palabra de Dios venceremos al tentador y mentiroso cada vez que este impostor nos acose.
No hay pruebas que el Señor envíe a sus santos que estos no puedan superar
(14). Los de Tiatira, obedeciendo al Señor reteniendo hasta el fin lo que tenían (amor, obras, fe, servicio y paciencia) serían vencedores. La condición del Señor al vencedor es ‘guardar mis obras hasta el fin’. Entonces, Él le dará esta recompensa:
“(…) yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.”(15)
Profecía y Revelación se abrazan en la iglesia, una vez más, en tiempos críticos. La promesa de recompensa dada por Jesucristo a los fieles en Tiatira evoca al salmista que cantaba al Señor en sus días de tribulación:
“Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás”. (16)
Once siglos pasaron desde el rey David hasta Juan, el último de los Doce. Pero la palabra de Dios se ha mantenido sin cambios. En la Antigüedad con este salmo, considerado mesiánico por los judíos, se honraba al que vendría de la casa de David, conquistaría los países paganos y destruiría a los gentiles, para extender el dominio de Israel hasta lo último de la tierra. Para los cristianos, esa conquista es a través de la predicación de la Buena Noticia de salvación; liberación para judíos primeramente y también para griegos.
El Espíritu continúa hablando con este salmo; muchos han salido a servir a Jesucristo invocando esa petición que vino a ser razón de ser de la iglesia cristiana y fuente de inspiración para las misiones en todo el planeta.
AUTORIDAD SOBRE LAS NACIONES
La recompensa prometida es enorme. Que la ambición de regir naciones anide en las mentes de los políticos o magnates del mundo, a nadie sorprende; sorprendería que un seguidor de Cristo reclamase tal autoridad o confesase tener ese íntimo deseo. De todos modos, la recompensa prometida por el Rey de reyes y Señor de señores nos obliga a abordar el tema de la autoridad; puesto que, si no estuvo ausente en los años de magisterio terrenal de Jesús, menos podía estarlo en las cartas que el Señor, ya en la gloria, hace escribir a las iglesias.
Lejos de ser un tema menor, la autoridad ha sido motivo de cuestionamientos, litigios, disputas, revoluciones, guerras y violencia a lo largo de la historia tanto secular como religiosa.
El principio aplicado por Jesús fue siempre el mismo:
el que tiene autoridad la recibe de alguien mayor que él.
Veamos algunos de los ejemplos donde este principio es aplicado:
1.
Jesús enseñaba como quien tieneautoridad (17).
2.
Les dioautoridad a sus discípulos (18).
3.
Acalló a los intrigantes que desconocían su autoridad aún frente a evidencias irrefutables (19).
4.
Muchos coincidían en que solo con esaautoridad se podían hacer tantas señales (20).
5.
El centurión romanoreconocióla autoridad de Jesús para sanar a su siervo (21).
6.
Jesús enseñó sobre la autoridad en sus parábolas (22).
7.
El Hijo de Dios diferenció la autoridad terrenal de la del Reino de los Cielos (23).
8.
El Señor declaró el misterio de su humanidad y deidad con la autoridad de hacer juicio (24).
9.
El gobernante Poncio Pilato se enteró por Jesús sobre el real origen de su autoridad imperial (25).
10.
Al comparecer ante los magistrados los discípulos hablarían con autoridad del Espíritu (26).
11.
Los apóstoles fueron enviados a cumplir su misión confiando solo en la autoridad del Señor Jesucristo (27).
El tema de la
autoridad apostólica ha dado lugar a una abundante literatura
(28). El apóstol Pablo es quien más se ocupó de esclarecer, enseñar y exhortar sobre ella. Por esa razón me limitaré a apuntar que uno de los típicos problemas eclesiásticos que encontramos en el NT tiene que ver con la
autoridad y es de carácter doble.
En las cartas apostólicas leemos sobre abusos de parte de algunos líderes, por un lado; y de miembros que no reconocían autoridad alguna, resistían la enseñanza apostólica e imponían su doctrina, por el otro. Se verifica en tres áreas: el uso de los dones del Espíritu, la administración de los distintos ministerios y el orden en el culto.
Veinte siglos después, el problema parece seguir sin soluciónen muchas iglesias locales de toda denominación: líderes que se comportan como dueños de la grey, y creyentes que se rebelan contra sus pastores y se dividen en grupos (a favor, en contra y neutrales). La carne batalla contra el espíritu, y el espíritu contra la carne. Consideré necesario hacer esta aclaración antes de analizar juntos la doble promesa del Señor al que venciere:
a) ‘
yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;’
Jesucristo siempre impartió aquello que recibió primero del Padre. Lo demostró en la tierra al enviar a sus discípulos al mundo de la manera que el Padre lo había enviado a Él
(29). Ahora vuelve a afirmarlo desde el cielo.
¿Cómo recibió Cristo la autoridad del Padre? Le fue otorgada por haberse anonadado a sí mismo; por poner voluntariamente su vida para salvar a los pecadores(30). El único justo murió para justificarnos y hacernos hijos e hijas adoptivos de Dios. Porque en todo le agradó el Padre lo resucitó, lo glorificó y lo sentó a su diestra en el Santuario eterno. Desde entonces, Jesucristo tiene toda autoridad en las esferas tanto visibles como invisibles.
Los que han vencido al acusador de los hermanos con la sangre del cordero, por la palabra de su testimonio, y porque menospreciaron su vida hasta la muerte
(31) tienen la recompensa prometida que da cumplimiento a la profecía davídica y establece un nuevo orden escatológico cuyo centro eterno es Jesucristo
(32).
¡Vaya cambio radical! Un modesto cristiano es hecho vencedor y recompensado con
“autoridad sobre las naciones”, para regirlas
“con vara de hierro”. Esta sorprendente y portentosa promesa la hace Cristo a los miembros de la iglesia en Tiatira. Pero, la expresión
“Al que venciere y guardare…” abre la posibilidad de que esa promesa sea extensiva a cualquier cristiano de cualquier tiempo o lugar que venza a la idolatría y guarde las obras de Cristo
“hasta el fin”.
¿Qué significa esta “autoridad sobre las naciones” y qué eso de regirlas “con vara de hierro”?
En lo que se considera la ‘última sección’ del Apocalipsis, ésta comienza con la aparición del jinete
“Fiel y Verdadero” que monta en su
“caballo blanco”y capitanea a
“los ejércitos celestiales” en la última batalla contra
“la bestia” y
“los reyes de la tierra… reunidos para guerrear” contra él
(33).
Como ocurre en toda la obra salvífica, quien obra es Jesucristo y quienes participan de esa obra somos los redimidos. No será diferente cuando el
‘Fiel y Verdadero’ luche hasta destruir a los enemigos con la espada de su boca; y su atuendo quede salpicado con la sangre de los impíos. Los que mantienen limpias sus ropas blancas son los que integran la gran multitud de vencedores que guardaron Su palabra hasta el fin
(34).
Comparten esa
“autoridad”, y la aplican con
“vara” de hierro. No es ya la vara y el cayado de pastor que infunden aliento y paz
(35); esta vara es de hierro, metal que representa al que tiene autoridad para hacer justicia, quebrar, desmenuzar. Las ovejas, antes perseguidas por lobos rapaces, serán las que impongan la autoridad final.
b) ‘y le daré la estrella de la mañana’
Hay diversas explicaciones acerca del significado de la segunda recompensa; pero, la última es la relevante:
a) Simboliza la primera resurrección. El cristiano será levantado de la muerte, así como la estrella de la mañana se levanta después de la oscura noche
(36).
b) Reafirma el fin del dominio de Satanás y el pecado. Lucifer (
el que trae luz) el orgulloso ángel rebelado contra Dios que fuera arrojado desde el Cielo, termina siendo remplazado por el lucero de la mañana
(37).
c) Cumple la profecía sobre la gloria que recibirán los íntegros, y los que hayan ayudado a otros a tomar el camino de la integridad
(38).
Estas hermosas explicaciones no pueden compararse con la siguiente interpretación. El mismo Apocalipsis llama a Jesús
“la estrella resplandeciente de la mañana” (39).
La promesa de la estrella matutina es la promesa de Cristo mismo. Todo auténtico cristiano, al final de su vida o al recibir a Jesucristo en su segunda venida, lo tendrá a Él para nunca más separarse.
¿Podemos tener hoy alguna preocupación que nos impida valorar y anhelar recibir tan grande recompensa?
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”(40)
Padre amado: ayúdanos a retener las obras de tu Hijo y a vencer toda fornicación e idolatría cada día, hasta la primera resurrección si Él no viene antes. Danos la humildad necesaria para ser enaltecidos al recibir el premio que nos prometió el Fiel y Verdadero en el día señalado en tu Plan perfecto. Lo pedimos y agradecemos en el Nombre que es sobre todo nombre tanto en el Cielo como en la tierra: el de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
En nuestra próxima: Carta a la quinta iglesia, la de Sardis. Hasta entonces, si el Señor lo permite.
-----------------------------------------------------
Notas
1. La Revelación entendida como el eterno propósito de Dios cumplido en su Hijo Jesucristo, el Verbo hecho carne que habitó entre
nosotros para mostrarnos al Padre y redimirnos para hacer una familia para Sí. Lucas 2:32; Romanos 16:25; 1ª Corintios 14:6;
Gálatas 1:12; Efesios 3:3; 1:17; 1ª Pedro 4:13; Apocalipsis 1:1
2. 2ª Pedro 1:19-21; Proverbios 29:18a; Daniel 9:24; 1ª Corintios 13:2, 8; 1ª Tesalonicenses 5:20; Apocalipsis 1:3; 19:10b; 22:7, 10,
18, 19
3. Hechos 17:10-12; 1ª Juan 4:1
4. Mateo 7:15; 24:11,24; Marcos 13:22; Lucas 6:26; Hechos 6:13; Romanos 16:17,18; 2ª Corintios 11:13; Gálatas 2:4; Filipenses
3:18,19; 2ª Pedro 2:1-3;
5. Apocalipsis 2:22,23a
6. Ibíd. 22:23b
7. Romanos 1:16
8. Mateo 13:5; Marcos 4:5
9. 1ª Corintios 2:9,10
10. Romanos 11:33; 2ª Corintios 12:1-5; Efesios 3:6-9; comparar con Job 5:9
11. Apocalipsis 2:24
12. The Book of Revelation by B. H. Carroll, page 73, the Library of the University of California, Los Angeles
www.archive.org/details/bookofrevelation00carr, traducción libre del autor
13. Romanos 8:37; 1ª Corintios 15:57; 1ª Juan 5:4
14. Romanos 8:31-39; 1ª Corintios 10:13; 1ª Pedro 4:12-13
15. Apocalipsis 2:26b-28
16. Salmo 2:7-9
17. Mateo 7:28b, 29; Marcos 1:22; Lucas 4:32
18. Mateo10:1; Marcos 3:15; 6:7; Lucas 9:1
19. Mateo 21:23-27; Marcos 11:27-33; Lucas 20:1-8
20. Marcos 1:23-28; Lucas 4:33-37
21. Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10
22. Marcos 13:34-37; Lucas 19:11-27. El caso de la recompensa a los dos siervos fieles dándoles autoridad sobre ciudades
23. Lucas 22:23-26
24. Juan 5:26,27
25. Juan 19:10,11
26. Lucas 12:11,12
27. Mateo 28:18-20
28. Particularmente me fue útil leer al Prof. F. F. Bruce, “La defensa apostólica del evangelio”. Buenos Aires: Ediciones Certeza, 1977.
29. Juan 20:21
30. Filipenses 2:5-11
31. Apocalipsis 12:11
32. Colosenses 1:27; Tito 2:13; Hebreos 6:18; 1ª Juan 3:2,3
33. Apocalipsis 19:11-21
34. Ibíd. 19:13, y 19:8
35. Salmo 23:4b
36. 1ª Tesalonicenses 4:16; Apocalipsis 20:5,6
37. Isaías 14:12-15; Lucas 10:18
38. Daniel 12:3. Allí la promesa es: ‘Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la
multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad.’ Daniel y Apocalipsis debieran leerse juntos
39. Apocalipsis 22:16
40. Ibíd. 2:29
Si quieres comentar o