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Acerca del papa y el papado (16)
21
 

Ética del poder papal

El modelo ético que la Compañía pone al servicio del papado, que tantos resultados le acarreará, es el conocido de que el “fin justifica los medios”.
REFORMA2 AUTOR Emilio Monjo Bellido 13 DE JULIO DE 2013 22:00 h

Al final del siglo XV y el inicio del XVI el papado, en palabras de Maquiavelo, era un poder al que le faltaba una adecuada estructura, la que luego se propone para el Estado. Resultaba efectivamente que al papa se le podía subir a las barbas cualquier cardenal con un poco de ambición. (Eso de barbas, ya podían, desde el saqueo de Roma la llevan, algunos simplemente atusado bigote y perilla, justo hasta 1700, después ya no; supersticiones.)

Se contempla el papado en los modelos modernos de política, busca sostener el poder con la técnica que se va imponiendo, pero le falta eficacia. Tiene que adaptarse, y no es fácil. Los jesuitas serán los que proporcionen las nuevas energías para sostener el edificio.

Ignacio y los suyos, ya he comentado en otro artículo, sacan las consecuencias de los nuevos tiempos. Las guerras se libran con nuevas armas; los Estados se configuran con nuevos poderes; aparece el arte de la política, que tiene que avanzar según los modelos propios de su “arquitectura” científica. La religión no es más que una parte del nuevo orden; también se debe “reformar”. No, por supuesto, según han mostrado algunos, que lo pretenden precisamente sin el papado, más aún, en su contra.

El modelo ético que la Compañía pone al servicio del papado, que tantos resultados le acarreará, es el conocido de que el “fin justifica los medios”. Al respecto se debe tener en cuenta que no es modelo escrito en un manual. Ni siquiera la frase está en los escritos iniciales. (Se suele colocar su definición aplicada no antes de 1645, en el manual de teología moral que editó Hermann Busenbaum.) Pero sí se puede reconocer ese principio como fundamento de la nueva metodología que la Compañía pone al servicio del príncipe de los Estados Pontificios. Se puede decir que, en sus inicios, el principio debería ser formulado como que el fin, en el tiempo nuevo, requiere medios nuevos; y esos medios no se pueden juzgar en base a los principios morales previos a los nuevos fines.

El peligro está en los nuevos predicadores que afirman enseñar el Evangelio antiguo, el que sustenta a la Iglesia cristiana católica antes que la pervirtiera el papado; y nada menos que se presentan como libertadores de esos cristianos católicos que tiene bajo sus cadenas el papado. Liberarlos de sus ritos; ofrecerles una vida religiosa apropiada a su naturaleza: sus afectos, su intelecto, su voluntad. También es un nuevo tiempo para el hombre como tal. Y se deben atender nuevos medios para conservar el poder papal sobre el hombre, que ahora existe en una nueva percepción de su mundo.

Ahí está la Compañía con sus nuevos métodos, porque es nueva la situación. Es el recuerdo del militar, que tiene que defender su plaza, o conquistar otra, con nuevas armas, con nuevas técnicas. No importan las nuevas cosas como tal; importan como medios para conservar a la gente bajo la autoridad del príncipe de los Estados Pontificios. Se tiene que adaptar el discurso; la serpiente antigua, con piel acorde a los tiempos. Y esos tiempos muestran lo peor que al papado le puede ocurrir, la presencia otra vez de aquella Palabra que fue fundamento de la Iglesia cristiana católica, la Iglesia que secuestraron y que de nuevo florece. Una Palabra que, además, está influyendo en la sociedad en su conjunto, que pone a cada ámbito en su realidad creacional, que trae luz a cada parcela: ciencia, trabajo, cultura, religión, que pone a lo eclesiástico en su lugar (no donde lo encerró el papado).

Ahí está la Compañía. Se tienen que mezclar con los que trabajan la ciencia, la teología nueva, la nueva política, pues son los nuevos medios. Y ya sabemos que todo justifica la consecución del fin. Maquiavelo formuló el principio de la “razón de Estado” (todo puede ser moral si con ello se consigue que el Estado subsista; esta es la moral política actual), los jesuitas llevan a cabo la “razón de Vaticano”. La llevan a cabo de una forma tal que los Estados la consideran con el correr del tiempo precisamente su exclusión; así terminan por expulsarlos de esos Estados (que eran súbditos del papa): Portugal, Francia, España, y de los propios Estados Pontificios, con la supresión de la Compañía en 1773. (Otra vez reconocidos 40 años más tarde, luego vuelven con sus mismos principios, aplicados a nuevas situaciones. Por eso serán los promotores del Vaticano I, con sus promulgaciones de absoluta dominación papal.)

Les recuerdo unos puntos esenciales en la actuación de los jesuitas en favor del papado. Su patrona, Santa María, como fundamento de todo el sistema. La piedra angular, sobre la que han construido el edificio. Ya he dicho que nuestra María, la del Evangelio, donde aparece tan poco, no tiene nada que ver con la de las apariciones para sostener doctrinas que desprecian a su Salvador. Pero el modelo es muy útil para las nuevas formas de guerra espiritual.

Los protestantes, esos que pretenden recobrar la vida propia de la Iglesia antigua (por supuesto, esto lo digo en sentido cultural, como palabra que designa a quien está por el testimonio de la Verdad; seguro que también hay “protestantes” en los que se ha cambiado la piel esa serpiente ya mencionada), ofrecen un Evangelio de justicia, misericordia y compasión; con un Cristo que es también el Abogado del pecador. Ante ese Evangelio ¿cuál es el jesuita? Pues que su María es la abogada, que llevará la causa del pecador ante Dios, y la llevará como madre del propio condenado. Nada de ir a Cristo por misericordia; primero se debe ir a su María, que como madre entenderá perfectamente al pecador; es más, lo tratará con más benevolencia y comprensión. Su María es el fundamento de su ética. No hay salvación sin su María.

Contra el Evangelio protestante que presenta a Cristo como el único Redentor: único sacerdote supremo, única víctima; todo en él, completo; el jesuita presenta al de su María. Ella puede ofrecer a su cristo (lo tengo que poner minúscula), con sus manos, más aún, ella misma como partícipe del sacrificio de su hijo. Los jesuitas incluso te dirán que en la eucaristía participas de ella en la carne de su hijo. Sola scriptura, proclaman unos; contra ellos, sola María. (No es retórica; ¿hay salvación en la Iglesia romana sin su María?)

El papa anterior afirmaba “es necesario volver a María si queremos retornar a la verdad sobre Jesucristo, verdad sobre la Iglesia, y verdad sobre el hombre”. El anterior del anterior, y el anterior, y el otro... No tienen evangelio sin su María. Le quitas a su María y se quedan huérfanos. Cristo como el Señor del universo, sí, pero en las manos de la María vaticana.

Consuelo para el pecador, su María del consuelo (y así todas las advocaciones que quieran). Ponen al pecador delante de su María, porque dicen que ahí encontraran el verdadero consuelo, la verdadera comprensión, el socorro, el auxilio. ¿Hay salvación sin su María en la Iglesia romana? No, no es posible.

Énfasis en la confesión como sacramento. Todo ejército que se precie, y ahora estos conocen la necesidad fundamental, necesita información. Los servidores del príncipe de los Estados Pontificios, escuchando la confesión de los que luego pueden ser interlocutores en alianzas, convenios, o enfrentados como enemigos. La razón vaticana. ¿Se imaginan al cardenal Borgia confesándose con su enemigo el papa Julio, y diciéndole que se ha reunido con un rey para quitarlo del trono papal porque considera que lo ha conseguido con simonía? ¿Y por qué no; no es un sacramento?

Es medio de poder, nada más. Y los jesuitas vieron en la confesión un arma eficacísima. (Aquí apuntamos que enfatizan el asunto, realmente lo usaban también todos los demás con más o menos energía.)

Una moral laxa. Es en este campo donde se suele presentar el principio de que el fin justifica los medios. Se trata de la casuística que elaboran para “justificar” algunos actos. Pero todo es parte de un conjunto. En este campo podían presumir de ser gente apreciada. Apreciada por los que necesitaban justificar sus actos, sin reconocer que eran transgresiones específicas de la moral. Aquí pongo también otro punto, porque van juntos. Los jesuitas procuran, como hábiles soldados, derribar (a conquistar para su causa, la del papado) a los principales, a la élite. Con ellos trabajan para ocuparlos, para sujetarlos; si lo hacen, con ellos han ganado multitudes de sujeciones. Esa es la finalidad de sus universidades, de sus centros de enseñanza: la élite, o mejor, los hijos: niños y jóvenes de esa élite. Para ellos es la aplicación de sus “reglas” de laxitud moral. ¿Cómo lo resumimos? Pues algunos caen en la especulación y casuística interminable de casos y reglas de juicio, para al final, terminar en fórmulas “éticas”. Nada de discusiones interminables, la regla es “al menesteroso, palo; al poderoso, palio”. Así han enseñado al mundo financiero, por poner un ejemplo actual.

Seguimos, d. v., la semana próxima. Veremos sus ejercicios espirituales. Ya no engañan. Solo a los que Dios envía espíritu de error para que crean la mentira. La Palabra de salvación los condena. ¿Los podrá salvar de la ira del Cordero algunas de sus Marías?
 

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16
COMENTARIOS

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manuel mora
18/07/2013
09:53 h
16
 
En el apartado 12 me he equivocado dice: Dios nos perdona directamente nuestra justa culpa por medio de Jesucristo. Debe decir: Dios nos perdona directamente nuestra culpa que merece un justo castigo por medio de la eficacia del sacrificio de Jesucristo. Lo siento, disculpen.
 
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ikari
17/07/2013
21:56 h
15
 
Sr. Monjo. Por curiosidad. Por las siglas UNA reconozco a la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), no se a que concretamente se refiere. Estuve consultando si alguna vez estuvo el biologo molecular Sr. Henk Jochemsen en el plantel docente en ese periodo de tiempo y la respuesta fue negativa. Por mi parte, por cuestiones de edad tampoco hubiese podido presenciar sus clases. Tampoco ha venido por este pais, por lo que no he asistido a sus charlas. Pero esté seguro que lo he de leer e intentar comprenderlo a la medida de lo posible.
 
Respondiendo a ikari

ikari
17/07/2013
21:56 h
14
 
Reprocha usted a la ética del catolicismo medieval de haber matado a la “iglesia chiquita”. Lo reprocha emitiendo igualmente criterios éticos de carácter universal. Si similares a los del catolicismo fueron los criterios ético-morales aplicados por los protestantes en el mismo segmento de tiempo, similares digo en sus métodos (si bien no en los fines según Maquiavelo), bien cabría llegar a la conclusión de que tanto Lutero como Calvino, entre los más representativos propulsores de la reforma protestante, tuvieron el mismo efecto en su proceder y que tendría usted que ir destapando la muerte de los que “mataron” a nuestra iglesia chiquita, también del lado protestante. ¿O cree que son aplica
 
Respondiendo a ikari

manuel mora
17/07/2013
21:56 h
13
 
(no se si cabía todo en el anterior apartado)La excusa que utilizan para endilgar la confesión auricular como sacramento ordenado por el Señor es Santiago 5.16, cuestión totalmente falsa pues el citado capítulo se refiere a cuestiones de convivencia entre personas, no a la relación de estas con el Señor. Y para probar que la confesión sacramental papista es falsa e innecesaria, podemos leer en 1ª Juan 1.1 al 2.12) : '..si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo'. !Que mas queremos, Jesucristo en el Cielo es nuestro confesor!
 
Respondiendo a manuel mora

manuel mora
17/07/2013
21:56 h
12
 
Creo que la inmensidad de la incomprensión a la que a veces llegamos los humanos solo es comparable a las distancias siderales. Jesucristo, sus profetas, sus siervos(Calvino, Lutero y otros) dieron o quemaron sus vidas por predicar la Buena Nueva del 'Padre nuestro que estas en los cielos....perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a los que nos deben', en donde confesamos nuestra maldad y nuestro pecados directamente a Dios por medio de Jesucristo y en donde Dios nos perdona directamente nuestra justa culpa por medio de Jesucristo, para que grupos de religiosos con 'ejercicios espirituales'(entre ellos los Jesuitas) propaguen que Dios no es suficiente para perdonar pecados y
 
Respondiendo a manuel mora

Ikari
17/07/2013
21:58 h
11
 
Sr. Emilio, sin dudas es usted un erudito. Pongala facil para mi pobre entender y para los demás lectores a quienes pudiera interesar. Evidentemente Don Emilio, el estado no es el fin último de Calvino, pero sus instituciones estaban ejercidas por una clase sacerdotal (no al modelo catolico) de sentencias practicamente inapelables, donde en pos del 'bien común' en sus fines (siempre ligado a criterios religiosos), nada importó los medios. No hablamos solo de ejecuciones, destierros y encarcelamientos. El gobierno teocratico calvinista llegó incluso a imponer reglas sobre el como vestirse, sobre las actividades culturales, ocio, asistencia a ceremonias religiosas etc etc. Por lo tanto el mode
 
Respondiendo a Ikari

emilio monjo
17/07/2013
11:38 h
10
 
#William: Otra vez, por si se acaban los renglones. Maquiavelo tiene un contexto donde vive la acción política, ¿recuerda cuál es? Las guerras de Italia, donde los Estados Pontificios son el centro. Su modelo de actuación con poder para mantener el poder es el Borgia y Fernando. Otra cosa, simple curiosidad, de 1980 a 1986 enseñó en la UNA biología molecular Henk Jochemsen, ¿escuhó alguna conferencia de este prof.? Es un defensor de la ética cristiana excelente; su campo: bioética, comercio justo, uso responsable de recursos (especialmente el agua), etc. Lea, lea mucho. Piense. Sea libre.
 
Respondiendo a emilio monjo

emilio monjo
17/07/2013
11:38 h
9
 
#William: Lo ve, así es mejor. Un abrazo desde Sevilla. Esa Sevilla centro de libertades en el inicio del XVI, cuyo cabildo catedralicio abarcaba hasta Jerez, de donde era aquel A. Núñez Cabeza de Vaca; y por otro lado hasta el sur de Badajoz, (archidiaconado de Reina), de ahí Casiodoro de 'Reina', el de la Biblia. (Nunca despreciaré a nadie por no tener estudios formales universitarios, conozco a excelentes historiadores sin tenerlos. Yo mismo he tenido que estudiar teología por mi cuenta, leyendo mucho.) Maquiavelo, dice usted, que solo acepta el obrar inmoral en política en 'casos extraordinarios', claro, eso es. Y solo para 'el bienestar general', claro, así. ¿Qué tirano diría lo contrar
 
Respondiendo a emilio monjo

William Frasqueri (ikari)
16/07/2013
22:43 h
8
 
Ahora bien, en relación al 'maquiavelismo en Lutero y Calvino'. Para la defensa de la sana doctrina, Lutero ha incitado a las autoridades temporales (puestos por Dios mismo) al uso de la espada o 'reventar cabezas' para lograrlo, en ese caso ¿los fines justifican los medios? Lo de Calvino es lo más notable, Iglesia-Estado son colocados por Dios para gobernar al pueblo, y todo aquel que se oponga a ellas estaban condenados a ser detenidos, torturados, decapitados o quemados ¿no es eso acaso que el fin justifica los medios?. Por ser protestantes ¿estuvo bien eso? y del lado católico, por ser catolicos ¿estuvo mal? Hablemos de la etica del poder papal, pero no olvide la etica del poder en el la
 
Respondiendo a William Frasqueri (ikari)

William Frasqueri (ikari)
16/07/2013
22:43 h
7
 
Don Emilio, soy egresado de la Universidad Católica Nuestra Sra. de la Asunción. Favor no menosprecie a nadie. Su juicio sigue siendo sesgado, porque Maquiavelo no acepta ni legitima la violencia o la corrupción politica como norma del obrar político, sino sólo en casos extraordinarios y en orden, no al mantenimiento del poder sin escrupulos como fin, sino en orden al bienestar general. En sus obras Maquiavelo pretendía desnudar la ironía con que era ejercido el poder y analiza la visión del mundo como es y no como debe ser. Que usted lleve su pensamiento al grado de extrema perversión y relacionarla con el catolicismo es terviversar la historia en sumo grado, don Emilio.
 
Respondiendo a William Frasqueri (ikari)

ikari
16/07/2013
22:43 h
6
 
Don Emilio. Sincerese con nosotros por favor. Usted está utilizando el mismo recurso que tanto critica al papado medieval 'los fines justifican los medios', el sesgo con que pervierte la historia es hasta si se quiere, grotesco. No entiendo como es que puede lanzar una critica ética al catolicismo en relación al principio supuestamente maquiavelico, cuando se dieron los casos nombrados en mi comentario No. 3, y todo por defender la supuesta sana doctrina. Basta con ver los hechos ocurridos en la historia protestante, como para reprochar su desleal procedimiento ¿el fin justifica los medios?, ¿o es que acaso por darse en el bando protestante eso fue y es correcto? ¿y por el contrario, los cas
 
Respondiendo a ikari

emilio monjo
16/07/2013
15:33 h
5
 
#ikari: Todavía no ha informado en la universidad donde estudió. Si lee a Maquiavelo verá que su principio es que el fin, o la consecución del éxito en una empresa, justifica los medios para lograrlo. Eso lo dice en sus Discursos (así se citan). 'Aunque lo acusen los hechos, lo excusan los resultados'. Excusar o justificar, ponga lo que más le guste. Si puede, lea al que fue especialista en Maquiavelo, el prof. D. Rafael del Águila. Una obra suya: 'La senda del mal: política y razón de Estado'. Muy buena. En Calvino no hay razón de Estado, todo lo contrario. ¿Ha leído algo de Calvino? Todos aprenderemos algo. Gracias.
 
Respondiendo a emilio monjo

emilio monjo
16/07/2013
12:16 h
4
 
#luis alberto. No se nos vaya; seguro que aprenderemos algo. Un consejo: no de pie a pensar que no quiere pensar en el trago de ver a su papado desnudo. El problema de Rávena (artículo anterior) no es que allí se usara un nuevo modelo de guerra, lo esencial es que supone un ejemplo de la política inmoral del príncipe de los Estado Pontificios. Y eso tiene luego el resultado de su recompensa a Fernando para justificar su conquista de Navarra; y ahí aparece Ignacio. Y en ese contexto escribe Maquiavelo. Pero eso se lo digo a ikari. Para todos gratitud. La fuerza de la Verdad siempre vence.
 
Respondiendo a emilio monjo

ikari
15/07/2013
22:05 h
3
 
Desde el inicio de ésta serie don Emilio va perdiendo cada vez más consistencia. No se si esto será lo más notable o vendrán otros peores. En éste y el anterior artículo, atribuye al papado usar la política de Maquiavelo del “fin justifica los medios” sin especificar de manera contundente que dicha frase nunca dijo este gran diplomático, hecho reconocido por todos los centros de estudios políticos e históricos serios. Segundo, no aclara si ésta “política” es original del tiempo del que habla o ya ha sido, de hecho, aplicada a través de toda la historia humana e incluso ¡en la historia protestante! ¿acaso no están insertos también en los escritos de Calvino, Lutero y tantos otros?, ¿acaso s
 
Respondiendo a ikari

jrmm
14/07/2013
21:10 h
2
 
Curioso como el papado adoctrina, adornándolo de piedad, a todas las esferas sociales ; a las élites con los jesuitas y a las bases con los Salesianos. Todos marcados con el sello de la bestia.
 
Respondiendo a jrmm

luis alberto
14/07/2013
21:10 h
1
 
Desde ahora me abstengo de participar en lo que se refiere al señor Emilio, porque no da pie a que uno pueda también participar. Espero que el Señor le bendiga. Lucho
 



 
 
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