En el artículo anterior expuse el reto de considerar a la juventud tomando sólo en consideración el aspecto biológico, ya que cualquier otro aspecto es una mera construcción social que, a mi juicio,nos hace tratar a personas ya maduras como jóvenes aún, lo cual puede que esté en el fondo de la impronta social juvenil actual. Y es desde esta perspectiva que me gustaría hilar el artículo de esta semana.
Antes de comenzar a hablar de jóvenes y sociedad, me gustaría dejar clara
una buena razón bíblica de por qué creo que debemos tomarnos la molestia y analizar todos los aspectos que conciernen a la sociedad y en nuestro caso específico, los relacionados con la juventud. El ejemplo: el ejercito de David. En el primer libro de Crónicas, en el capítulo 12, se nos describe al ejercito de David, y en la narrativa se da cuenta del número de soldados activos, que llega a sumar la bicoca de 339.400 soldados. Junto a estos se nos habla de 1.022 capitanes, y de 200 jefes, los hijos de Isacar, que eran entendidos en los tiempos, y que sabían qué curso debía tomar Israel.
Me llama particularmente la atención la narrativa bíblica en este punto que, además de mencionar la fuerza y potencia de guerra que poseía David,
resalta también que dicha potencia existía porquecontaba con personas apercibidas de los tiempos, o como lo expresa la traducción Palabra de Dios para Todos: “que entendían muy bien lo que pasaba en ese tiempo”.
A mi parecer, creo que
la Iglesia de hoy día sigue necesitando “Hijos de Isacar”, que “entendían las señales de los tiempos” en los cuales nos ha tocado vivir y movernos como Pueblo de Dios.
LA SOCIEDAD ACTUAL. ¿Qué se puede decir de la sociedad actual que ya no se haya dicho con anterioridad? que es post-moderna, que es post-cristiana, que es hiper-compleja, además, si hacemos caso a Zygmut Baumann, podemos decir que es incluso “líquida”. Pero en realidad ¿quedebería preocuparnos al acercamos a la sociedad en la cual vivimos y a la realidad de los jóvenesque conviven en ella?
Primero, creo que tenemos que reconocer el cambio sociológico que hemos sufrido.
Una de las características de nuestra actualidad es el cambio. En otras palabras, lo único constante de hoy día es el cambio. Y es por ello que en los últimos siglos hemos cambiado de un mundo nómada a uno sedentario, de un mundo agrícola a uno industrial, y de uno industrial a uno digital. Algunos opinan que cada 10 años se inaugura un nuevo siglo, debido a la rapidez de los cambios. Pero estos cambios se ven a nivel sociológico en el mundo juvenil y en lo que a procesar el mundo y las cosmovisiones se refiere.
Nuestra generación de jóvenes - biológicos - ya no procesa el mundo y su entorno como quizás lo hacemos los mayores. El proceso racional, intelectual y cognitivo que se nos ha enseñado desde pequeños para entender la realidad ya no es el primordial método utilizado por esta juventud paracomprender su realidad circundante. Podríamos decir que los jóvenes tienden a ser más primarios, puesto que absorben el mundo también a través de sus sentidos y emociones. Para comprender esto, qué mejor manera que leer la frase atribuida al teólogo y apologeta
Ravi Zacharias: “Los jóvenesde hoy día escuchan con los ojos y piensan con el corazón”. Da a entender esta frase que la imagen y los sentimientos juegan un papel importante en la vida juvenil.
Un aspecto a valorar es la
pérdida de esperanza en el futuro. Con altas tasas de desempleo y un futuro laboral incierto, los jóvenes puede que estén en el proceso de dar paso al cinismo en sus expectativas de vida. Ya nada tiene sentido, y cómo la situación no cambia,
hay dos opciones:a) pasar de todo y a disfrutar a tope, “que el tiempo se acaba”, o b) indignarse y tratar de transformar la realidad social a través de protestas y configuraciones alternativas de las relaciones sociales.
Aunado a esto, nuestra propuesta de lógica económica y social, en España, ha causado un cambio en la estructura familiar de los últimos 30 o 40 años. Cuando antes el joven era acompañado por unprogenitor en casa (por lo general la madre), ahora la mayoría de ellos tienen las llaves de sus casas y pasan gran parte del día solos, puesto que ambos progenitores han de salir a trabajar. No quieroque tomes esto como un juicio de valor a esta situación, tan solo intenta reflejar una realidad actual.
NUESTRO MODELO EDUCATIVO. Otro de los aspectos, en lo que esta transformación de la sociedad actual ha tenido mucha importancia, es en el de la enseñanza o educación de las generaciones más jóvenes. En donde en antaño la máxima era: “se necesita una tribu entera para criar a un hijo”, se transformó en: “se necesita una escuela para educar muchos hijos”.
La educación que se realizaba en el seno familiar antiguamente, a través de las vivencias y experiencias adquiridas por medio tareas domésticas, o por un tiempo en la historia, a través de los gremios medievales, bajo la figura del aprendiz, se transformó en una educación en masa, con el firme propósito de satisfacer las necesidades de una impronta social y económica que demandaba (y sigue demandando el día de hoy), mano de obra mínimamente cualificada para llevar a cabo las tareas de la fábrica.
El modelo de enseñanza, creado durante la revolución industrial y el surgimiento del capitalismo como modo de producción dominante, ha traído como consecuencia la separación de ámbitos deeducación, en donde ya no se educa en la totalidad de la experiencia del joven, sino en compartimentos claramente definidos por localización y ámbito social. Esta es la herencia básica de este modelo de escuela, que hoy tenemos o padecemos. Parecer ser, a simple vista, que la escuela sólo abarca el ámbito académico y cognitivo, dejando fuera el campo de la moral y la ética. Y solo las familias que logran tener una visión integral del joven, son capaces de plantearse un desarrollo emocional, conductual y espiritual, para ellos y ellas. Y es que esta visión holista no se encuentra en el modelo de enseñanza reglada actual, puesto que nunca lo ha tenido y de manera muy personal me atrevo a aseverar que nunca la poseerá.
CONCLUSIONES. Por concluir, vale decir que nos hemos acercado de manera muy superficial al contexto donde viven nuestros jóvenes y que el análisis de dicho contexto nos deja con una serie de retos, que lamentablemente no podré cubrir en esta entrega:
a) La muerte de la verdad. Ya no existe una verdad absoluta para todos, una metanarrativa en la que todo pueda ser incluido. Por el contrario, existe una construcción social y personal de la verdad, dando lugar al relativismo de cosmovisiones.
b) Redes sociales y medios de comunicación: nuestras pautas de relación social y de obtención de los acontecimientos ha cambiado y sigue cambiando en la medida que la tecnología se desarrolla.
c) Consumismo y elección: vivimos en un gran supermercado de opciones que permite que poseamos un popurrí de creencias, pudiendo incluso ser contradictorias entre sí.
d) Lo bueno y lo malo como decisiones individuales. e) La capacidad de reinventarse a uno mismo en cada nueva situación y momento.
f) Tribalismo y nueva tolerancia, la agrupación en clanes de igual interés o creencia y la exclusión de los que no poseen dichos intereses o creencias.
g) La privatización de la fe y la exclusión de todo aspecto relacionado con la fe de la vida pública.
En la próxima entrega seguiremos analizando un último aspecto, antes de adentrarnos en algunas propuestas para desarrollar integralmente a los jóvenes.
Este artículo forma parte del Número 2 de la Revista Protestante Digital Verano. Puedesdescargarla aquí (PDF)o bien leerla a continuación:
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