El jueves el Senado de los Estados Unidos votó 68-32 a favor de una ley de reforma migratoria que podría significar la legalización de millones de personas indocumentadas en EEUU. Sube la expectativa y la presión al partido republicano para que responda de una manera positiva a la propuesta, particularmente en la Cámara Baja de Representantes donde ellos son mayoría y controlan que avance o se detenga el proceso legislativo.
Sin embargo, las expectativas están muy altas porque se ha llegado tan cerca de una reforma, algo que no ocurrió en el 2006 o 2007, las últimas que se consideró seriamente una reforma migratoria.
La propuesta de ley aprobada promete un camino largo y engorroso para que las personas indocumentadas se puedan legalizar. Pero aunque el proceso impone multas y una espera de muchos años para llegar a la residencia, inmediatamente le daría un estatus legal a los que logren alcanzar la meta.
Por un lado el costo para poder ampliar los votos para la victoria en el senado fue un programa débil de visas temporales y una inversión millonaria en la “seguridad en la frontera”. El tipo de seguridad que se propone para la frontera con México daría la impresión de que ese país es nuestro enemigo y ya algunos comentaristas mexicanos han comentado que este tipo de cerca y seguridad solo lo construye quien ve a un enemigo al otro lado de la misma.
Por otro lado el partido republicano está dividido sobre este tema. Aunque varios senadores republicanos votaron a favor de la propuesta, los 32 votos negativos fueron todos republicanos. El liderazgo republicano de la Cámara baja ya ha dicho que no permitirá un voto sobre una propuesta que no cuente con el apoyo de la mayoría los republicanos. Esta situación se da dentro de un partido republicano en el que varios líderes están llamando al partido a abrirse al voto latino, mientras que muchos otros de la base tradicional republicana han tomado una postura muy anti-inmigrante. Existe la posibilidad de que esta división haga imposible que se apruebe finalmente la reforma en la Cámara baja.
Este voto favorable a la reforma imnmigratoria se ha producido durante una semana de decisiones controversiales de la Corte Suprema del país. La más publicada ha sido la que prácticamente abre las puertas a una futura legalización nacional del matrimonio del mismo género.
Sin embargo, la corte también tomó dos decisiones que tendrán resultados nocivos sobre la comunidad latina.
La primera es que derrocó una parte de la ley de derechos de voto. Tan pronto salió la decisión varios estados comenzaron a tratar de cambiar sus leyes en maneras que probablemente hará más difícil el voto de personas minoritarias.
La segunda es que decidió limitar el uso de la “acción afirmativa” para abrir las puertas de las universidades de élite a personas de grupos tradicionalmente sub-representados.
Estas dos decisiones probablemente afectarán negativamente a los latinos en las urnas y en la educación.
Así que ha sido una semana de emociones encontradas, contentos por lo que podría ser, pero tristes por decisiones que afectarán negativamente al país y particularmente a la comunidad latina en EEUU.
Seguimos luchando por la justicia a favor de los más débiles, reconociendo que las recientes decisiones de la Corte Suprema tendrán efectos nocivos sobre muchas personas.
En una semana de esperanza y de derrotas confesamos que Jesucristo sigue siendo Señor y por eso seguimos adelante con esperanza viendo hacia el futuro divino y con la disposición de luchar a favor de la justicia.
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