"Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor."(1)
A pesar de los tremendos avances tecnológicos y científicos, vivimos en tiempos de grandes contradicciones. La concentración de riqueza material y poder político es causa de muchas injusticias y dolores; con sus rebuscadas e hipócritas razones los explotadores de los pobres no pueden ocultar su perversidad. Por ser impiadosos aumentan la brecha entre ricos y pobres; a estos maltratan, expulsan de sus hogares y los convierten en parias de la tierra.
También en el NT leemos de “lobos rapaces” (2), como es denominada a esa infaltable calaña de religiosos que se aprovecha del rebaño; son los falsos profetas, apóstoles y maestros disfrazados de enviados de Cristo que, para socavar la fe bíblica, predican otros evangelios
(3); están guiados por Satanás, quien se empeña en que no se cumpla la promesa de Cristo respecto de su iglesia:
“y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (4).
Duele mucho decirlo, pero esto ocurre dentro de muchas iglesias que dicen ser protestantes o evangélicas. Para citar sólo dos ejemplos: uno, el Dominionismo oteología de la Restauración (
Reino Ahora), que predica el Reino de Dios aquí y ahora, como un nuevo orden mundial con gobernantes puestos por la iglesia de Cristo
(5); el otro, el evangelio de la Prosperidad, que enseña a creer en Dios para poseer abundancia de bienes físicos y materiales; y condena al sufrimiento humano y a la pobreza, considerados consecuencias de no seguir esa doctrina. Una forma de detectar los falsos evangelios es cotejar los textos de la Biblia citados, con los del contexto omitidos
(6).
Por nuestra parte, y teniendo en cuenta lo apuntado, continuaremos analizando los fundamentos que encontramos en las Escrituras para afirmar que la iglesia de Jesucristo es Una. Ya dijimos que lo es porque: 1. Dios es Uno y 2. El Pueblo de Dios es Uno.
Veremos ahora que la Iglesia de Jesucristo es Una, porque:
3. EL REINO DE DIOS ES UNO
Desde el imperio Persa al advenimiento de la era romana, la Palestina en la que habría de nacer Jesús había sido transformada social, política y filosóficamente por la cultura helénica. El judaísmo ya era una mezcla de ideas babilonias, persas y griegas que oscurecía el trasfondo bíblico propio de los hebreos con las verdades reveladas a Israel por Dios por medio de los patriarcas y profetas.
Quizás el largo cautiverio de Israel bajo los persas y su influyente concepción dualista del mundo, pocos judíos recordarían el carácter unívoco de la promesa divina sobre el advenimiento de Su reino.
Algunos estiman que si se juntaba a los saduceos, fariseos y esenios, que vivían en tiempos de Jesús, no se llegaba al siete por ciento de la población. En lo político también estaban los zelotes, ese minúsculo grupo de activos revolucionarios que aspiraban liberar la nación del sometimiento imperial. En el centro de este escenario de fuerzas contrapuestas, y en confusa ansiedad, vivía la gran mayoría del pueblo judío
.
“
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”(7)
¿A quiénes predicaba Jesús y en qué consistía el evangelio del reino de Dios? Son dos preguntas básicas.
El evangelio del reino no hubiera sido comprensible para los judíos, y menos lo sería para nosotros hoy, si Jesús hubiese predicado acerca de él sin tener en cuenta al AT y la promesa de Dios al rey David (8).Lo cierto es que el Tanaj menciona repetidamente al Reino de Dios.Los israelitas esperaban el cumplimiento del pacto que Dios había hecho con el rey David por el cual de su descendencia nacería el Mesías que habría de ocupar su trono, restaurar la nacionalidad a Israel y gobernar desde Jerusalén por la eternidad
(9).
Jesús predica entonces entre los judíos - tal como le fuera anunciado a los pastores en los campos de Judea - haciendo realidad el significado de su nombre:
“os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”(10).
El precursor del evangelio del Reino fue Juan el Bautista; él bautizó a Jesús en el Jordán, convirtiéndose en la bisagra entre el antiguo y el nuevo pacto. Con Juan puesto en prisión y luego asesinado por orden del rey Herodes Antipas había llegado el momento en que Jesús comenzaría su ministerio público
(11). Lucas afirma que los profetas y la Ley terminan con Juan el Bautista y, en adelante, es anunciado el reino de Dios
(12).
Marcos, Lucas y Juan usan la expresión
Reino de Dios (13) y en el resto del NTla encontramos 11 veces; Mateo la menciona en cinco oportunidades siendo el único que utiliza
Reino de los Cielos (en treinta y tres veces). Aunque los escritores se estén refiriendo a uno y el mismo Reino, se acepta que Mateo, por dirigirse en particular a los judíos, lo hacía con la segunda denominación por respeto a su costumbre de no mencionar a Dios de manera directa.Jesús enseñaba a la gente por medio de parábolas; la mayoría de ellas son sobre el reino de Dios (o de los cielos), revelando la central importancia que tenía en su ministerio terrenal.
Lo que podemos afirmar luego de leer acerca de él en toda la Escritura, en su contexto tanto histórico como escatológico, es que el Reino es Uno porque:
1. Fue prometido por Dios,quien cumplió enviando a Su Hijo para nacer en la casa de David.Por esa causa se denomina “de Dios”, pues el reino le pertenece a Él y, por ser Suyo, permanecerá para siempre
(14).
2. Jesús lo vivió entre nosotros;al sanar enfermedades, expulsar demonios, enseñar una nueva ética de vida y ofrecer una nueva esperanza en Dios, en especial a los pobres, mostrándose como el Mesías
(15). Los contemporáneos de Jesús, en particular los de mentalidad apocalíptica, no encontraban respuesta al dilema de si Dios actúa o no en este mundo y en esta historia; y si actúa, cuándo lo hace o lo hará, y en qué condiciones. La cultura greco-latina durante y después del ministerio apostólico, oscureció aún más al evangelio del reino
(16).
3. Jesús enseñó a orarpidiendo al Padre “venga tu reino”
(17), un ruego también incluido en el Kadish hebreo, antes de consumar la obra de la cruz. Implica un conocimiento de la inminencia de la llegada del reino y que, con Él, ya se estaba produciendo una intervención dinámica de su Padre en la historia de la humanidad.
4. Jesús fue reconocido como Rey de los judíospor los magos de Oriente y el propio gobernador romano Poncio Pilato, quien hizo colocar ese título en su cruz. Aunque lo usaron para mofarse los enemigos de Jesús no hicieron con ello más que confirmar la profecía
(18).
5. Jesús declaró que su reino no es de este mundo; por esa razón usó el lenguaje del "Reino de Dios" en contraposición a los zelotes, los revolucionarios judíos que creían en la realidad política del Reino que llegaría con una revuelta violenta contra la dominación romana para ser reemplazada por una teocracia judía
(19). Esta declaración explica latensión entre el presente y el futuro,ya que las dos dimensiones temporales conviven y generan una dinámica que los teólogos denominan "el ahora y el no todavía" del Reino de Dios.
Jesús anunciaba el reino que está “entre vosotros”
(20) anticipando la
metanoia, el imprescindible cambio interior que llega por vía del arrepentimiento. Esta tensión se opone, al mismo tiempo, al
status quo de quienes viven cómodamente apacentados en sus iglesias; y a los que sostienen que el evangelio es de una influencia inmediata que debe actuar y producir la reforma de este mundo gobernado por el maligno y sus huestes. Todo creyente genuino tiene fija su esperanza en la
parusía de Cristo, cuando Él vendrá a recoger a su iglesia como prometió.
6. A él se accede de una sola manera: a través del arrepentimiento. Juan el Bautista había comenzado con el bautismo del arrepentimiento y Jesús continuó con ese mensaje porque era el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Nadie mejor que Él, el único hombre sin pecado, para ofrecerse como sacrificio expiatorio, satisfacer la perfecta justicia de su Padre y abrir la entrada a Su reino a los pecadores.
Desde el Sermón del monte Jesús enseñó quienes entrarían en Su reino:
a) Los pobres en espíritu (Mateo 5:3)
b) Los que padezcan persecución por causa de la justicia (Mateo 5:10)
c) Los que hicieren la voluntad del Padre (Mateo 7:21)
d) Los niños (Lucas 18:16)
e) Los que lo recibieren como lo reciben los niños (Marcos 10:15)
f) Aquellos a quienes les fuere dado para producir frutos en él (Mateo 21:43)
g) Los que en vida hayan obrado con su prójimo con amor genuino (Mateo 25:31-46)
h) Los que hayan nacido de nuevo por obra del Espíritu Santo (Juan 3:3,5)
Jesucristo, el enviado de Dios Padre a un planeta contaminado por el pecado como es el nuestro, sometido por los gobernadores de las tinieblas
(21), les habló a sus discípulos durante cuarenta días sobre el reino de Dios por Él inaugurado tras su resurrección
(22).
En Pentecostés el Espíritu inflamó con su poder las mentes y corazones de ese puñado de testigos; pronto se comenzó a ver que este reino “
no consiste en palabras sino en poder” (23); que tras el anuncio del evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres de toda etnia que entraban a disfrutar de esa nueva ciudadanía
(24); y comportándose como embajadores del reino
(25) los apóstoles
“fueron confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”(26)
Para todos los que entran hoy en el reino de Dios su camino estará iluminado por la certeza de que este reino alcanzará su plenitud cuando –libre ya de la esclavitud de la corrupción - Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores inaugure “los nuevos cielos y la tierra nueva en los cuales mora la justicia.”(27)
En nuestra próxima entrega seguiremos con
La iglesia es Una (III); si el Señor lo permite.
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Notas
Ilustración:foto tomada de muchaMuchaMucha.jpg mostrando a pobladores de países africanos obligados a emigrar en zonas áridas
1. Mateo 9:36
2. Mateo 7:15; Los Hechos 20:29
3. 2ª Timoteo 3:1-5; Los Hechos 20:30; 2ª Pedro 2:1-3; 2ª Corintios 11:13-15
4. Mateo 16:18b
5. Clarkson, de Frederick. (2005). " The Rise of Dominionism: Remaking America as a Christian Nation". Revista Public Eye, vol. 19, No. 3, (Invierno). Tres características compartidas por todas las formas de Dominionismo practicado por dominionistas de EE.UU.:
a. Celebran el Nacionalismo Cristiano, que cree que EE.UU. volverá a ser, tal como lo fue una vez, una nación cristiana. De este modo, niegan las raíces de la democracia estadounidense en la Ilustración.
b. Promueven la supremacía religiosa, en la medida en que no suelen respetar la igualdad de otras religiones, o incluso otras versiones del Cristianismo.
c. Apoyan visiones teocráticas, en la medida en que estas crean que los Diez Mandamientos, o "la ley bíblica" debe ser el fundamento de la ley estadounidense, y que la Constitución de los EE.UU. debe ser vista como un vehículo para la aplicación de los principios bíblicos.
Es un hecho que el partido Republicano reúne a la mayoría de los evangélicos Dominionistas; ellos apoyaron la cruel política exterior de EE.UU. en los mandatos de los Bush, y financian las actividades militares de Israel contra los palestinos.
6. Recomiendo leer: de León, Manuel, La Teología de la prosperidad, Orbayu, P+D; Venables, Gregorio et Al; Fe y Prosperidad: Reflexiones sobre la teología de la prosperidad; Editorial Lámpara, La Paz, Bolivia, 1999; George, Calvin; El "Evangelio" de Prosperidad Financiera; Ocaña Flores, Martín; Los Banqueros de Dios, una aproximación evangélica a la Teología de la Prosperidad; Ediciones Puma, Lima, 2002; ISBN 9972-701-31-X
7. Marcos 1:14,15. A sus discípulos envió a anunciar a las ovejas extraviadas de Israel “el reino de los cielos se ha acercado”Mateo 10:7
8. Isaías 9:6,7; Jeremías 33:15-17; 59 veces es mencionado David en el NT; los evangelistas lo mencionan 39 veces; los apóstoles: 20 veces; Jesús lo menciona como mínimo 3 veces y el pueblo llama a Jesús “Hijo de David” como mínimo 6 veces; leer estos ejemplos: Mateo 9:27; 12:23; 15:22; 20:31; 21:9; 21:15; 22:42-45; Marcos11:10; 12:37; Lucas 2:4; 18:38,39; Juan 7:42; 2ª Timoteo 2:8
9. Recomiendo leer: 2ª Samuel 7; 1ª Crónicas 17
10. Lucas 2:11
11. Mateo 3:1,2; Lucas 4:14-21; Mateo 26:56; Marcos 14:49; Hechos 13:23; 1ª Corintios 15:3,4;
12. Lucas 16:16
13. Mateo: 5 veces (6:33; 12:28; 19:24; 21:31; 21:43); Marcos: 15 veces; Lucas: 33 veces y Juan: 2 veces. Efesios 5:5 menciona el “reino de Cristo y de Dios”; Daniel 7:7 menciona al “reino eterno” que pertenece al Altísimo y 2ª Pedro 1:11 menciona al “reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Sólo los “premilenaristas” sostienen que Reino de los Cielos se refiere al reino milenario de Dios y Reino de Dios a su reinado universal.
14. 2ª Samuel 7:11-16; Isaías 9:7; Mateo 1:20-23
15. Recomiendo leer todo el capítulo de Lucas 7.
16. Según Adolf von Harnack (1851 – 1930), teólogo luterano alemán, los teólogos del siglo II cometieron el error de intentar racionalizar el evangelio de Jesús. Para él, el evangelio se reduce al anuncio de la llegada del reino, de la paternidad de Dios y la dignidad del ser humano, y del mandamiento del amor. Cualquier otra afirmación tiene su origen en infiltraciones griegas. A su juicio, el dogma sería "una construcción del espíritu griego sobre el suelo del evangelio"
17. Mateo 6:10; Lucas 11:2, ocupando el segundo lugar en la oración modelo que repite la oración judía
18. Mateo 2:2; 27:11; 27:37; Juan 19:21,22; Isaías 53
19. Juan 18:33-36;
20. Lucas 17:21; Bonhoeffer, Dietrich. Venga a nosotros tu reino / Creer y Vivir, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1985, ISBN 84-301-0599-9, p. 110-111:“El aspecto bajo el cual el Reino de Dios se manifiesta como milagro lo llamamos iglesia; y el aspecto bajo el cual el Reino de Dios se manifiesta como orden lo llamamos estado. El Reino de Dios en nuestro mundo no es otra cosa que la dualidad de iglesia y estado… El Reino de Dios se configura en la iglesia en la medida en que ésta da testimonio del milagro de Dios… El Reino de Dios se configura en el estado en la medida en que éste reconoce y preserva el orden del mantenimiento de la vida..”
21. Efesios 6:12
22. Los Hechos 1:3
23. 1ª Corintios 4:20
24. Los Hechos 8:12
25. 2ª Corintios 5:20
26. Los Hechos 14:22
27. 2ª Pedro 3:13,14
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