En el libro Migration Miracle Faith, Hope and Meaning on the Undocumented Journey (Milagro de migración Fe, esperanza y significado en el viaje indocumentado) la autora Jacqueline Maria Hagan describe el papel que juega la religión en las vidas de los indocumentados al viajar a EEUU.
Muchos migrantes apelan a su fe al confrontar los peligros del viaje y la posibilidades de ser capturados al cruzar la frontera.
Los indocumentados oran pidiendo protección, buscan el apoyo de líderes religiosos y dan gracias a Dios por su cuidado y el hecho de que no ser capturados por la migra, al llegar a EEUU. Ellos ven su llegada como un milagro divino.
Pero, ¿qué de los que son deportados? ¿Cómo interpretan su experiencia?Por supuesto, muchos siguen intentando cruzar la frontera y apelan a su fe en ese proceso. También hay muchas organizaciones religiosas que trabajan con los deportados mientras éstos deciden sobre su futuro.
Pero no se ha hecho un estudio similar al de
Migration Miracle sobre los deportados.
¿Qué papel juega la fe en el proceso de lidiar con la deportación?
Al estudiar algunas iglesias pentecostales latinas de Los Angeles que hacen misión transnacional, me encontré con un número de personas que habían sido deportados de EEUU y que ahora estaban haciendo ministerio cristiano en sus países de origen.
Una de las interpretaciones comunes es que Dios les había guiado utilizando la deportación como una manera de dirigirlos al lugar donde ahora están haciendo ministerio.
Una de las personas que me impactó fue “Pablo” quien llegó a Los Angeles desde Cuidad Juárez en la década de 1980. Al estar en Los Angeles tuvo una experiencia de conversión y aprendió la profesión de construcción (utilizando madera al estilo de EEUU). Estando allí también se casó.
En la década de 1990 lo deportaron y terminó en Ensenada, Baja California, el pueblo de su esposa. Al principio pensó que debiera tratar de regresar a Los Angeles. Pero terminó en una sección nueva de la ciudad que la municipalidad había destinado para que gente pobre pudiera construir viviendas.
La mayoría de los residentes eran muy pobres y sólo podían hacer construcciones de cartón, plástico y pedazos viejos de madera. Fue en este sector de la ciudad donde comenzó una iglesia nueva.
Consiguió una propiedad y utilizó su capacidad de construcción para edificar un edificio, una casa pastoral y un centro para alimentar a los niños pobres. Aunque el modelo común de construcción en esa parte de México es de mampostería, él había aprendido a construir con madera, así que utilizó ese método.
Una de las familias de la congregación nueva vivía en una construcción precaria, así que decidió buscar una manera para ayudarles a construir una casa mejor. Por medio de sus contactos en Los Angeles, y la ayuda de su esposa, quien tiene permiso legal para entrar a EEUU, recaudó dinero para comprar materiales de construcción.
También le enseñó lo que él sabía sobre la construcción a varias personas del sector y juntos construyeron una pequeña casa que costó alrededor de US$2000.00.
Este primer esfuerzo lo llevó a desarrollar una red que incluye iglesias latinas de Los Angeles que recaudan fondos, aunque muchos de los miembros de esas iglesias no tienen su propia vivienda, y personas en Ensenada que ahora saben construir casas sencillas de madera. Hasta la fecha este “Hábitat para la Humanidad” de los pobres y para los pobres ha construido 14 pequeñas casas.
“Pablo” ahora confiesa que Dios estuvo en medio de todo el proceso. Tuvo una experiencia de conversión porque fue a Los Angeles, aprendió la construcción y desarrolló redes con varias iglesias. Pero porque también fue deportado terminó en el lugar que Dios ahora lo está utilizando para servir a otros. El está persuadido de que Dios utilizó a “la migra” para llevarlo al lugar donde necesitaba estar.
El testimonio de “Pablo” se repite en muchos lugares. Estas personas deportadas ahora están predicando, sirviendo a los pobres o utilizando las destrezas aprendidas en EEUU para ayudar a personas en su país de origen.
Ya no tienen interés en regresar a EEUU porque están persuadidos de que Dios utilizó a “la migra” (la agencia anti inmigración de Estados Unidos)
para ponerlos donde Dios los quería para que fueran parte de la misión divina en el mundo. ¿Será que la migra es una agencia misionera?
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