Esta semana miles de jóvenes indocumentados en EEUU se avocaron a la “amnistía” temporal que les ofrece la nueva norma administrativa del Presidente Obama. Dicha norma ofrece una especie de amnistía temporal a personas indocumentados de 18-30 años que fueron traídos a EEUU siendo menores de edad.
Deben haber estudiado la secundaria en EEUU y estar en la universidad o haber servido en el ejército.
El “Dream Act” tenía la intención de responder a las necesidades legales de estos jóvenes “soñadores”, pero nunca hubo suficiente voluntad política para aprobar esta legislación.
Esta norma administrativa tiene la intención de servir como un sustituto de dos años con la esperanza de que se apruebe una reforma migratoria en un futuro no lejano. Se estima que unos 800,000 jóvenes se pueden integrar en este programa.
En los primeros días del programas miles de personas ya han comenzado los trámites de papeles administrativos.
Aunque no es una solución permanente, a lo menos le da una tregua a este segmento de la comunidad indocumentada de EEUU.
Da gusto saber de esta oportunidad para los jóvenes, aunque frustra porque la administración Obama sólo lo hizo después de deportar a un millón de personas y cuando los republicanos estaban próximos a proponer una legislación que habría sido muy similar a esta acción administrativa.
Siendo que es una acción administrativa con vigencia en su aplicación y duración sólo por dos años, podría darse la situación de que al final de este período se utilizara la información recaudada sobre estos jóvenes para luego deportarlos.
Sin embargo, sirve como una tregua, una oportunidad para que puedan comenzar a soñar en un futuro mejor. (Todavía estamos en espera de una acción similar a favor de todos los otros indocumentados.)
Pero política es política.
La administración Obama sabe que le urge el voto latino para ganar un segundo período y que no estamos contentos con su plan de deportaciones.
El candidato Romney no ha atraído al voto latino, pero podría ganar si los latinos no salen a votar con el entusiasmo del 2008, algo que parece probable de momento.
Siendo que la diferencia de votos entre los candidatos será relativamente pequeña, la “falta” de votos podría influir tanto como el número de personas que participen en las elecciones.
En este momento muchas iglesias y organizaciones están trabajando para ayudar a los jóvenes a llenar los requisitos. Pero también ya se están vendiendo “diplomas” de secundaria y son muchos los notarios que están cobrando grandes cantidades de dinero para llenar papeles que se pueden completar con ayuda gratuita.
También ya se están viendo las acciones anti-inmigrante, tales como la decisión de la gobernadora Brewer de Arizona, quien ha dicho que ninguno de los jóvenes en su Estado que acepten este plan van a poder solicitar ayuda estatal para sus estudios.
Parece claro que el tema de los indocumentados tendrá un impacto en las elecciones presidenciales, aunque no será un tema de “primera importancia” entre los electores.
Está aún por verse si el presidente Obama toma otras acciones pro-inmigrante y cómo responde el candidato Romney. Muchos jóvenes comienzan a soñar con algo que esperamos que no se haga pesadilla.
Pero hay otras 10 millones de personas que todavía quieren poder soñar con un futuro más claro dentro de los Estados Unidos. Si no se resuelve el asunto, aunque sea con “sueños temporales” podría llegar a ser una pesadilla grande para este país.
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