El templo de Jerusalén

Mucho se ha escrito sobre este tema a lo largo de los años. Hay libros enteros enfocados desde la Historia, la Arquitectura, la Teología, la Arqueología y otras ramas del conocimiento. Entonces podríamos preguntarnos: ¿Para qué seguir escribiendo sobre algo que cualquier lector puede tener el menú más amplio imaginable ante sí con solo clicar en un buscador de Internet?

La idea de estas notas no es escribir sobre lo ya escrito, sino alentar a leer más y –en lo posible- a escribir en tiempos que frecuentemente se oye la repetida excusa “no tengo tiempo para leer”.

Participo en una organización internacional de profesionales que abogamos por asumir los distintos roles de la vida con un sentido de genuina responsabilidad social. Y cuando intercambiamos notas de interés el encargado de la red de correos no se cansa de advertirnos: “por favor, sean breves en sus escritos porque nadie tiene tiempo para leer largos artículos”. Sin dejar de valorar la recomendación del colega y sin desmerecer a Gracián ⁽²⁾ ¿será cierto que lo bueno deja de ser bueno si es extenso?

Esta es una pregunta como para que reflexionemos sobre nuestro compromiso con la lectoescritura.

¿POR QUÉ ORDENÓ DIOS CONSTRUIR EL TEMPLO?
Los dos antecedentes de construcciones que tenemos, antes de las instrucciones de Dios a David para el templo, son las del arca a Noé y la del tabernáculo en el desierto a Moisés, como ya hemos mencionado al comienzo de esta serie.

Recordemos: la construcción del arca fue ordenada por Dios para rescatar a la especie humana y a los animales por Él creados de la destrucción de los habitantes del planeta por medio del diluvio universal. El énfasis divino fue la salvación de sus escogidos con la construcción de una enorme casa flotante.

En el caso del tabernáculo hemos visto que la presencia de Dios estaba simbolizada por el arca del pacto que se ubicaba en el lugar santísimo de ese templo portátil. El deseo de Dios fue acompañar al pueblo liberado de la esclavitud de Egipto en su peregrinar por el desierto rumbo a la tierra prometida. El énfasis divino fue la comunión con su pueblo con la construcción de un edificio portátil (desmontable).

Ubiquémonos ahora en el tiempo. David ya conquistó Jerusalén de manos de los jebuseos y lleva el arca del pacto a la nueva capital del reino. Y Dios le revela con detalles dignos de un consumado arquitecto cómo quería que fuese el edificio donde Israel le adoraría en adelante.

Podemos afirmar que Dios deseaba profundizar la comunión con su pueblo en el sitio donde siglos después su Hijo, Jesucristo, sería inmolado como el cordero preparado desde antes de la creación para quitar el pecado del mundo y salvar eternamente a toda persona que cree en Él.

Pero David –que soñaba con construir ese edificio cuyos planos hizo él mismo siguiendo las instrucciones divinas- no pudo concretar su sueño: sus manos habían sido manchadas con sangre inocente y, aunque arrepentido y perdonado, la consecuencia de su pecado fue que otro haría lo que a él se le negaría.

Salomón, su hijo, que habrá visto a su padre dibujar los planos, construyó este edificio único en su época; tanto que en la Historia se lo sigue llamando “templo de Salomón”.

Terminado por él en 960 a.C., luego varias veces saqueado por sirios y fenicios; restaurado sucesivamente por los reyes Ezequías y Josías y finalmente destruido por Nabucodonosor II (586 a.C.).

EL SEGUNDO TEMPLO
El segundo templo es construido sobre las huellas del primero por los peregrinos venidos del cautiverio babilónicodesde el Éufrates para restaurar el reino de Judá; dirigidos durante 20 años por Zorobabel ⁽⁴⁾ con la firme ayuda del rey persa Darío y el apoyo profético de Hageo y Zacarías lo concluyen en 516 a.C. inaugurándolo entre exclamaciones de júbilo de los jóvenes y llanto de tristeza por los que añoraban la belleza del primero. ⁽⁵⁾

Durante varias invasiones el segundo templo fue saqueado y quedó semiderruido hasta que Herodes el Grande se decidió a restaurarlo y agrandar su explanada. Este es el edificio que habría de generar admiración entre los discípulos de Jesús(“Maestro, mira qué piedras, y qué edificios”) ⁽⁶⁾ con la conocida respuesta del anticipo de su destrucción al referirse a su propia muerte y resurrección.

El segundo templo de Jerusalén, restaurado por Herodes el Grande, fue destruido junto con la ciudad por el general Tito al comienzo de los años 70 de nuestra eracomo represalia a la rebelión de los judíos.

En su sitio los invasores árabes levantaron el Domo o Cúpula de la Roca, en árabeQubbat as-Sajra,construido en 691 por el califa Abd al-Malik. En este sitio los musulmanes sostienen que está la roca sobre la cual Abraham iba a sacrificar a Ismael, y desde donde Mahoma ascendió al cielo. Este es uno de los tres centros religiosos principales de Islam (junto con La Meca y Medina).

PREPARANDO EL TERCER TEMPLO
Actualmente hay un movimiento político-religioso israelí que propone la construcción del tercer templo.Se basan en que eso significaría prepararse para la venida del Mesías, según interpretan las profecías del Antiguo Testamento. Como es obvio, no dan ningún crédito al Nuevo Testamento cristiano.

@MULT#IZQ#52641@Sugiero clicar en el video adjunto de un par de minutos sobre este proyecto que avanza, con la intención de concretarlo en el centro mismo del añejo conflicto árabe-israelí.

Negando a Jesucristo como el mesías que ya vino, cumplió con la Ley y los profetas al morir en la cruz, resucitó al tercer día, fue glorificado y se sentó a la diestra del Padre hasta el día de su regreso, los judíos ortodoxos se oponen a la esperanza cristiana con un pragmatismo que desafía la paz mundial.

Según la Escrituras completas Jesucristo vendrá otra vez para llevar a la iglesia, la familia de Cristo de la que Dios es el Padre, a vivir eternamente en la Nueva Jerusalén, donde no hay templo.

En nuestra próxima nota: El templo de Jerusalén (2); hasta entonces, si el Señor lo permite.

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(1) Ilustración tomada de: fe.pasosdejesus.org
(2) Baltasar Gracián (1601-1658) escritor español. Frase aludida: “Lo bueno si breve dos veces bueno”
(3) Ilustración tomada de: es.123rf.com
(4) Esdras 6:15; Mateo 1:12; Lucas 3:27. Zorobabel desciende de David y Jesús desciende de ambos
(5) Hageo2:3; Zacarías4:10
(6) Marcos 13:1