CLADE V abrió con una conversación entre los patriarcas de FTL (Fraternidad Teológica Latinoamericana). Estos hombres (todos varones) compartieron sus memorias y los retos que ellos enfrentaron para hacer posible que se levantara la FTL.
Estos hombres fueron pioneros, que abrieron camino para una reflexión teológica evangélica desde la realidad latinoamericana.
Varias de las personas en ese panel fueron mentores míos, tanto literalmente como por medio de sus escritos y reflexiones. Disfrutamos la conversación, pero también nos dimos cuenta que representaba una transición muy real
. Estas personas le dieron vida a este esfuerzo con mucho sacrificio, pero ahora le estaban entregando la tarea a otra generación.
La FTL comenzó como una invitación a las iglesias evangélicas a una misión integral, un mensaje del evangelio que respondiera a toda la condición humana. También invitó a una reflexión teológica que leyera el contexto latinoamericano a la luz de la Palabra, una teología evangélica latinoamericana.
El éxito de ese esfuerzo se ha hecho ver en el número de publicaciones escritas por evangélicos latinoamericanos que estaban a la venta durante el congreso.
Una de las cosas que resaltó en el fondo de CLADE V, es la realidad de que el mundo en que se comenzó la FTL ha cambiado mucho. Terminó la guerra fría, han terminado las dictaduras, como también las guerras civiles. Casi todos los países de América Latina tienen líderes electos por el pueblo. El nivel de vida ha subido a través del continente. Las ventajas de la tecnología se hacen ver a través del continente.
También es verdad que las iglesias evangélicas han crecido rápidamente durante los más de 40 años de vida de la FTL.
Sin embargo, las consultas y las presentaciones también nos recordaron que muchas de las necesidades del continente siguen sin resolución.
Los niveles de pobreza siguen altísimos. Los pueblos indígenas continúan marginalizados y las mujeres siguen en un segundo plano social. La violencia y el abuso de los niños todavía es parte de experiencia común.
Y aunque terminaron las guerras, la violencia “común” sigue creciendo. También es verdad que América Latina sigue en un plano subordinado, social, económica y políticamente en nuestro mundo.
En este sentido la tarea de la FTL, y los retos presentados en CLADE V, siguen siendo los mismos.
Pero CLADE V también hizo resaltar algunos de los retos nuevosa las cuales han de responder las personas que creemos en una misión integral.
Mientras las iglesias evangélicas han crecido, se ha quedado atrás un discipulado que llame a una ética que tenga un impacto profundo en la sociedad.
También es verdad que
existen muchas fisuras entre las iglesias evangélicas latinoamericanas, particularmente entre las históricas y las neo-pentecostales.
El crecimiento del neo-pentecostalismo abre nuevas oportunidades y nuevos retos. Muchos de estos movimientos predican un mensaje que inquieta. Pero también estuvieron presentes en CLADE V pastores neo-pentecostales que desean unir una espiritualidad pentecostal con una visión integral de su misión.
Por otro lado,
han surgido otros movimientos que desean responder a muchas de las mismas inquietudes que ha suscitado la FTL y que no están seguros que la FTL sea la instancia por medio de la cual desean tratar estos asuntos.
Sin embargo, la FTL siguen siendo una instancia con un impacto amplio (lo que se hizo notar por la representación internacional) y con una plataforma crucial al ver hacia el futuro.
CLADE V ha hecho resaltar la importancia de seguir respondiendo a los retos “eternos” de América Latina, como también tomar algunos de los retos nuevos que tiene el continente.
Otro aspecto importante fue
la creciente realización del papel de la migración en la experiencia latinoamericana. Los movimientos dentro de Latinoamérica está resaltando las tensiones ya existentes entre los países y las etnias. Pero también se reconoció en CLADE V que las diásporas latinoamericanas necesitan ser parte de la conversación teológica.
En este congreso los latino-estadounidenses y latinos canadienses jugamos un papel como parte de la FTL y no sólo como “amigos desde afuera”.
Quedó claro que la FTL necesita ser más consciente en conectar con sus diásporas a través del mundo.
Muchos latinoamericanos han desarrollado una identidad transnacional y las influencias eclesiales, misionales y teológicas de Latinoamérica están desbordando las fronteras físicas. Será interesante ver como va cambiando la visión de lo que es el radio de reflexión de la FTL.
CLADE V ha marcado el cierre de un capítulo en la vida de la FTL. Los patriarcas han entregado la tarea a la siguiente generación. Estamos en anticipación de las formas nuevas en que la misión divina se reflejará a través de este proyecto amado.
La invitación es que una generación nueva de mujeres y hombres nos unamos para servir a otros en nombre de Cristo y reflexionar teológicamente sobre lo que Dios está haciendo en la América Latina, un continente que desborda sus fronteras geográficas.
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