La luz: anterior al sol, las especies vivas y el ser humano.
En el primer día de la Creación, antes de crear Dios toda vida en el planeta, con su palabra creó la luz; y al ver que la luz era buena, acto seguido la separó de las tinieblas que estaban sobre la faz del abismo. Del exacto relato de la Creación podemos afirmar que, sin luz, todo es tinieblas.
Notemos que Dios creó recién en el cuarto día las lumbreras mayores (el sol y la luna) y las estrellas. Las hizo después de haber creado todas las especies vegetales que hay en la tierra, en el día tercero. Como vemos, la luz es anterior a los astros luminosos; estos no son la luz ni sus generadores; solo son reflectores de ella. El objeto de estos magníficos elementos lumínicos es el de dar testimonio de toda la creación. Por ello es que el primer libro de la Biblia le dedica una extensa y esclarecedora explicación:
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. (Génesis 1:14-19)
También notemos que el hombre y la mujer fueron creados en el sexto día, después de haber creado Dios todas las especies animales. Del relato cronológico bíblico, entendemos que el hombre no participó activamente en ningún acto relativo a la Creación.
No es erróneo, entonces, afirmar que el ser humano aparece en escena cuando ya existía un mundo sostenible, que tenía vida antes que él.
Está claro también que el relato bíblico nos presenta a los seres humanos como cuidadores y administradores del planeta creado para servirles de duradero soporte y sostén. En la medida que vamos conociendo su orden y leyes, participando de sus perfectos ciclos de vida, contribuyendo a multiplicar y desarrollar su potencial y disfrutar plenamente de todo ello, estamos –por así decirlo- imitando a nuestro Creador.
ESTUDIOS CIENTÍFICOS SOBRE LA LUZ
Intentar hacer desde aquí un enfoque científico de la luz nos demandaría mucho más esfuerzo que el que podríamos aportar con estas modestas entregas; y sería faltarle respeto a los numerosos estudiosos que han hecho enormes aportes a la humanidad con sus investigaciones y descubrimientos.
Citemos entre muchos otros a Isaac Newton (1643-1727; teoría corpuscular de la luz);
Christiaan Huygens(1629-1695; teoría ondulatoria de la luz); Thomas Young (1773-1829; interferencia y difracción de la luz, óptica fisiológica); Michael Faraday (1791-1897; interacción entre el magnetismo y la luz); James Clerk Maxwell (1831-1879; campo electromagnético, ondas luminosas, visión, teoría del color); Max Planck (1858-1947; teoría cuántica, Premio Nobel de Física 1918 ) Albert Einstein (1879-1955; teoría de la relatividad general, efecto fotoeléctrico, Premio Nobel de Física 1921).
El sabio Salomón diría en sus reflexiones:
“Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas.” (
Eclesiastés 2:13)
EL EVANGELIO DE LUZ
Las Buenas Nuevas llegaron al pecador de boca del unigénito Hijo de Dios, en cumplimiento de la palabra profética.
Mateo 4:16-17 lo consigna así:
“El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció. Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”
Esa noticia, largamente esperada, se transmitió a cada uno de los que la recibieron y por medio de ellos, tal como lo hace la luz; así lo confirmó a sus discípulos el Maestro:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5:14-16)
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8:12) “
Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.” (Juan 12:46)
“… y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.” (
Isaías 58:10)
“El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.”(1º Juan 2:9-10)
EL AGENTE DE CAMBIO Y LA LUZ
En estos días en que el aborto es tema impuesto en los medios, y es parte de las campañas políticas, es oportuno leer que
la Bibliadescribe al nacimiento como el “dar a luz”, “alumbrar”. El profeta cuyo nombre hebreo significa “El Señor es salvación” expresa rotundamente que Dios no está a favor del aborto provocado por la mano del hombre:
“Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios.” (
Isaías 66:9)
El aborto como derecho a elección humana es la negación de la luz; es tinieblas.
Para el agente de cambio Dios es luz. Sin luz la vida es imposible, no hay vida sin Dios.
“Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.” Salmo 36:9, cantaba el valiente rey David.
La vida en el planeta existe y se desarrolla gracias a la luz y el calor que ésta genera. El grano de trigo que cayó en la tierra y murió, dio lugar a una nueva vida gracias al oxígeno, el agua, la luz y las sales que terminaron por hacerlo germinar. Concluiremos en la próxima entrega con esta serie, reflexionando sobre las nutrientes de la semilla que provienen de la sal
Foto: portalnet.cl
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