Desde que la Catedral de Cristal tuvo que declararse en bancarrota el año pasado, ha habido mucha especulación sobre cuál será el futuro del edificio.
En el momento actual existen dos o tres compradores serios, incluyendo la diócesis católica y una universidad local. Pese a ello todavía hay algunos miembros de la iglesia que están seguros de que podrán conseguir 50 millones de dólares para poder pagar a todos los acreedores. Sin embargo, todo pareciera indicar que el edificio se tendrá que vender para saldar las deudas acumuladas.
La Catedral siempre ha suscitado opiniones encontradas entre el pueblo evangélico estadounidense. Para los miembros de la iglesia y para los que seguían el programa
Hour of Power, del Dr. Robert Schuller, la catedral representaba la bendición divina. Ellos veían en esta construcción un camino lleno de posibilidades, de logros y una presencia pública importante.
Sin embargo,
fuimos muchos los que cuestionamos la sabiduría que podía estar detrás de utilizar $18 millones (en la década de 1970) para construir un edificio de lujo en un terreno de lujo. Algunos hicieron preguntas al respecto desde la perspectiva de la mayordomía, y otros desde la misión. También se manifestaron aquellos que se preguntaban si era factible que una congregación mantuviera ese tipo de infra-estructura.
Pero era la época de apogeo de las mega-iglesias y todo parecía ir viento en popa. La iglesia siguió ampliando sus ministerios y tuvo sus momentos de gloria. Siguiendo su ejemplo se establecieron muchas otras mega-iglesias, aunque ninguna con un nivel equiparable de lujo.
Las mega-iglesias llegaron a verse como modelos para ministerio y misión.
Para cuando llega la década de 1990, el secreto, conocido a voces, era que varias mega-iglesias estaban quedando en la bancarrota. No era tan fácil mantener edificios y ministerios grandes; y cuando una iglesia se hacía tan grande, era difícil también discipular a los miembros. La Catedral de Cristal no fue la primera mega-iglesia que se topó con la dificultad de sostener este modelo eclesial.
Tres décadas más tarde la Catedral, y la familia Schuller, se encuentran en una situación complicada. La congregación de habla inglesa sigue decreciendo, mientras que el ministerio en español bajo el liderazgo de Dante Gebel ya casi llena el edificio.
Algunos anticipan que pronto se establecerá un segundo culto en español los domingos. Mientras, en la de habla inglesa se produjo un desacuerdo público entre Schuller padre e hijo, y el padre quitó al hijo del liderazgo. A esto se añade que ha habido luchas internas entre la familia y la directiva de la iglesia.
Esta situación me hace llorar por muchas razones.
Sentí dolor cuando estuve recientemente en una reunión con el Dr. Schuller. En vez de terminar su ministerio público en bendición, está viendo caer lo que él levantó. Lloro por las burlas que se escuchan entre los no creyentes. Lloro por aquellos que dieron tanto en el pasado y que lo están viendo desaparecer en el presente. Lloro por la creciente congregación de habla hispana que nada tuvo que ver con la situación, pero que posiblemente perderá su edificio. Y lloro por mis hermanos que siguen determinados a seguir con un modelo de ministerio que claramente no está respondiendo a su contexto.
Aunque la iglesia pudiera recaudar los $50 millones que debe, parece obvio que no podrían mantener el edificio y los ministerios a largo plazo. Y habría que hacerse la misma pregunta de hace tres décadas: ¿será éste el mejor uso del $50 millones a favor del reino?
Como latino también me doy cuenta que la odisea de la Catedral de Cristal es un reflejo de los cambios que están ocurriendo en tantas iglesias en Los Ángeles hoy.
Hubo muchas congregaciones durante las décadas de 1950 a 1970 que construyeron grandes edificios, muchos de ellos mini-catedrales. Hoy muchos de esos edificios están vacíos o casi vacíos. Las denominaciones históricas que los construyeron están decreciendo rápidamente. En este momento están creciendo las iglesias evangélicas y las congregaciones entre latinos y asiáticos.
Un número creciente de iglesias latinas están utilizando esos edificios mientras que las de la cultura mayoritaria tienden a desaparecer. Pero algunas de las iglesias que están creciendo quieren imitar los modelos de esas congregaciones que ahora están en crisis.
Claramente estamos en otro momento histórico en la vida de la iglesia en Los Ángeles. La población está cambiando y los latinos representamos el crecimiento actual de la iglesia. Sin embargo,
espero que podamos aprender de lo que está pasando con la generación de la iglesia que tuvo su momento de “éxito” hace poco tiempo. Cuando las barbas de tu vecino veas recortar…
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