Breviario del sosiego/ 93

Por estas latitudes alguien tendrá que pergeñar un discurso arrepentido por la arrogancia ante los de rasgados ojos y demás seres de la otrora periferia. Moribundas nuestras economías, rematamos las últimas posesiones.

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Mientras más incansable es tu fuerza espiritual, mayor es la alegría que de ti se desprende.

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¿Por qué no existe una fraternidad fácil? ¿Por qué se la va agrietando con silencios o murmuraciones?

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Sólo el transcurso del tiempo nos permite reconocer las profundas dimensiones del amor

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Tu alianza es con el Peregrino, no con los intermediarios, tan imperfectos como tú.

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El dolor se olvida pero las emociones perduran.

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Ocúpate de tus conflictos inconscientes no resueltos: pueden generarte conductas autodestructivas.

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Demasiado mirar de cerca puede volverte ciego; mejor pon la mirada en el horizonte.

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Crees que escapas, pero a veces es imposible: eres tú mismo el que te persigue.

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Camina encorvado porque oculta alguna hacha (o maledicencia) en la espalda.

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Ya pocos aspiran a lo máximo posible. Ni siquiera a lo mínimo indispensable. Estamos hablando del pensamiento, pero también de la emoción.

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Un tremendo error te permite descubrir nuevas sendas.

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El tedio, potente corrosivo de las relaciones conyugales.

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¿Qué prefieres?, ¿la acidez de la hipocrecía o la soberanía de la franqueza?

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Si se deteriora la belleza también desaparece el Paraíso.

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¿Acaso buscas algún pensador cuya obra te comprometa, te turbe, te afecte o te libere? Entonces, por la desnudez trascendente de su testimonio, rebelde contra toda injusticia humana, no dudes en leer al Mesías del Evangelio.

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El sistema de libre mercado se está volviendo tan violento como aquellos otros sistemas (fascismo y comunismo) a los que tildaba de violentos.

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¿El mejor matrimonio es el que nunca discute? No lo creo. Si ambos tienen certeza de su amor, es seguro que sabrán superar toda adversidad cotidiana.