Breviario del sosiego/ 88

Recuerda: el Verbo no debe utilizarse para expresar la realidad sino para construirla o participar en ella. Sólo así se podrá atisbar el valor originario de la Palabra, su grande incandescencia.

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¿Qué más siniestro que el poder de los burócratas mediocres?

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Las gentes sin potencia espiritual necesitan elementos decorativos, como artilugios tecnológicos o propiedades de alto valor, para así tratar de afirmar un prestigio artificial. Pero ya sabemos cuán falsificado es dicho mundo hueco.

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El más pobre es el más Cristo. ¡Cuidado con escandalizarse o perpetrar vanas teologías!

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Ya todo está cambiando, pero todavía hay quienes se resisten a admitir que los otrora desclasados, empobrecidos o excluidos sean protagonistas de su propia historia y no sólo seres pasivos de evangelización o caridad.

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La bondad siempre se acata; la autoridad puede ser discutida.

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Pesada es la carga que Cristo puso sobre la espalda de cada cristiano: ser responsable y velar por todos los prójimos.

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A esta sociedad tecnificada y consumista, experta en inmediateces y en cambiar lo superfluo en necesario, poco le interesan aquellas necesidades profundas del hombre.

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¿Cómo predicar al indigente, desesperado porque no probó bocado? ¿Cómo predicar al enriquecido, embotado por toda su abundancia?

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La eternidad del hálito divino es lo que fecunda el pensamiento humano. Y aunque Dios siempre se muestra detrás de un velo, ahí está su Amor tangible y su luz prometedora.

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Cuando más hambre tiene un pueblo, más leyes y prohibiciones se aprueban para dar seguridad a unos pocos que amparan tales injusticias

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A la intemperie es cuando mejor se revela la verdad del ser.

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Si no estás con los perseguidos, todo lo demás es feria de vanidades.

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Grande el Espíritu que nos sube a lo alto de la Fe.

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