Breviario del sosiego/ 78

¿Cruzar el puente para un primer paseo o para el adiós definitivo? ¿Es la ciudad del fondo la que tiembla demasiado? ¿O son tus huellas las que saltan demasiado cuando se acercan al posible paraíso?

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Ten sed de belleza y sé un peregrino viajando empedernidamente en torno a la Palabra. Y luego, si deseas escribir algunos escolios, procura que tu prosa se enhechize de poesía.

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Su obra se encarna en nosotros, lo vivifica en medio del misterio que significa ser hombre muriente: siempre hay un destino más elevado cuando se emprende la senda que lleva al ascetismo de la existencia interior.

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El profeta es aquel que desbroza su camino resolviendo los conflictos que puede haber con la realidad aparente. No se desliga de la experiencia con sus congéneres, sino que la siente, la padece y la palpita hasta salir del laberinto para explicarnos todo.

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Mucho debe admirarse a los escritores clásicos, pues lo clásico es de todos los tiempos.

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Beligerante hasta (o desde) el compromiso: así libertarás muchas almas que aprecian la sinceridad y la rebeldía. Tu testimonio no debe merodear un fin estético o ritualista: debe ser necesidad espiritual, comunicación sin confesionario.

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Cada vez irá a más el control que se nos haga mediante la tecnología. Se incrementa el desarrollo tecnológico y científico pero decrece la participación popular. Tal derrotero lleva a la esclavitud, para los incorporados al sistema capitalista; pero la estructura de este sistema genera, necesariamente, exclusión de una parte de la población, lo que a su vez se traduce en amenaza y en mayor control por dicho miedo.

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Permanencia es aceptar la muerte para viajar hacia la resurrección. La recompensa es abandonar la soledad para estar con el genuino Ser.

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Los buenos ejemplos nos guían, desde cualquier parte.

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Miserable hasta la eternidad será aquel que nada ha hecho por su prójimo.

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¡Cuán necesaria resulta en este tiempo una reforma social que tenga fundamento en el Evangelio! Pero no la aceptarían, ni siquiera de boca, muchos de los que se dicen seguidores de Cristo.

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En noches árticas poso mi cabeza sobre la almohada viva de tu vientre.