Un día de estos, encontré en la puerta de nuestro departamento un papelito de mi amigo USMAIL (United States Mail) en el que me anunciaba que había llegado una caja para mí. Cuando la abrí, después de haberla recogido en la oficina de Correos, me encontré con una grata sorpresa. Eran muestras de 7 libros que me mandaba Grupo Nelson como una cortesía por haber hecho yo el trabajo de edición de todos ellos (algo que lamentablemente, no se hace constar en las páginas de identificación para que mis nietos se sientan orgullosos de su abuelo). Pero bueno, de mejores lugares me han echado así es que no me quejo.
Lo grato a que me refiero lo dispensaban algunos ejemplares que me impresionaron. No por sus contenidos, que ya los conocía, sino por la presentación.
Como dice mi viejo amigo Guillermo Serrano, Nelson «se las mandó» con la presentación de estos libros. Me refiero a
Praemortis, de Miguel Ángel Moreno Gómez; a
Autógrafo Sagrado, de Álvaro Pandiani y a
250 A.D., de Keila Ochoa Harris.
Ya no hay timidez ni mezquindad sino valentía, decisión, agresividad, ¡ganas! ¡Ganas de dar la pelea y salir vencedores!
Dos de las tres novelas: pasta dura, 6.25x9.25”, sobrecubierta a todo color y un trabajo artístico de primera.
Cuando en 2002 la Editorial Vida me contrató para que trabajara con Jorge Porcel (Q.E.P.D.) en su libro que apareció con el título
El humor y yo les dije que, dada la popularidad que todavía le quedaba a este extraordinario humorista argentino, con una buena publicidad se podrían vender tranquilamente tantos ejemplares (les di una cifra). No se hizo la publicidad requerida y, hasta donde tengo entendido (no tengo cifras oficiales) los ejemplares que se vendieron no dieron ni para la sal.
A las editoriales les cuesta tremendamente echarse al agua. Nelson, con Larry Downs a la cabeza, se han lanzado con ropa y todo.Esto nos suena a gloria a nosotros que hemos comprometido gran parte de nuestra existencia a promover el libro cristiano y a despertar el amor por la lectura, ese gigante formidable que sigue adormilado por los arrullos vociferantes, las lágrimas de cocodrilo y esos jugosos besos de mentira (?) que se dan, gustosos, los artistas de la última telenovela.
Hace 11 años, en ALEC nos convertimos en «juanelbautista» lanzándonos a una empresa complicada pero necesaria y urgente: reivindicar en nuestro mundo cristiano hispano la novela o la literatura de ficción en general. Y por los resultados que se han venido dando, entre los cuales Nelson es uno de los más clamorosos, creemos que no ha sido en vano. En el desierto también hay vida, aunque usted no lo crea. Ahora les está tocando a ellos hacer, desde su propia trinchera, lo que nosotros hicimos y seguimos haciendo desde la nuestra. Lo dijo Larry en una entrevista que se publicó hace unas semanas: «Estamos sembrando». Y nosotros agregamos: «A su tiempo cosecharán excelentes frutos y no solo ellos sino todos los que se decidan a dar pasos atrevidos en el campo de publicar literatura cristiana de ficción».
El caso de Miguel Ángel Moreno Gómez es el más espectacular, podríamos decir, de los tres mencionados. Miguel Ángel es hijo de ALEC. En 2006, ALEC le publicó su primera novela,
Peones ciegos. Al año siguiente, Grupo Nelson compró los derechos junto con
Potifar, de Luis Ruiz y
La llave, de Febe Jordà y las publicó a finales de 2007. Más tarde, mientras Luis Ruiz se nos quedaba y Febe era acogida con su segunda novela
Los papeles del abuelo por otra editorial, Miguel Ángel irrumpía a través de Nelson con la segunda suya,
La vidriera carmesí. Y luego, con su tercera,
Praemortis que es la que acabo de recibir.
En cuanto a la agresividad de Nelson (¡bendita agresividad!) en promocionar sus novelas, es cuestión de ir a YouTube,
Protestante Digital o cualquier otro sitio para ver cómo «se las está mandando» en la promoción.
Álvaro Pandiani, de nacionalidad uruguaya, ganó con Columnas de humo el primer premio en novela cristiana en el concurso convocado por Nelson en 2008. Ahora, irrumpe con una nueva obra, Autógrafo sagrado.
Es importante el descubrimiento de Pandiani, pero más importante es la convocatoria a concurso hecha por Nelson. Algo que solo unos cuantos años atrás nadie se habría imaginado.
Pero Nelson no se ha quedado ahí. Al año siguiente, convocó a un segundo concurso de novela cristiana que ganó una chilena con la novela Miriam, publicada también por Nelson. En este segundo concurso, en el que intervine como jurado, hubo varias otras muy dignas de ser rescatadas y publicadas.
Keyla Ochoa, de México, ha sido discípula de Jeannette Windle y si bien no se ha vinculado con ALEC, sí lo ha hecho con otros movimientos similares y ella misma ha compartido su experiencia como escritora en diversos países. Antes de
250 A.D. ha visto publicadas otras novelas tales como
Palomas,
Donají y
El bargueño.
La valentía de Grupo Nelson tiene, sin embargo, un mensaje subliminal que no podemos ignorar: Si queremos llegar a ver nuestras obras publicadas por una editorial de tanto prestigio como ellos, y con la calidad con que lo está haciendo, tenemos que asegurarnos que lo que salga de nuestra pluma sea de primera calidad.Es lo que ALEC siempre ha proclamado: No podemos pretender convencer a una editorial que nuestro manuscrito es bueno cuando no lo es. Punto. Y, por favor, dejémonos de creernos el cuento con el que quiere convencernos nuestro ego de que esta novela «me la dio el Señor». (Un domingo por la mañana, poco antes de que comenzara el servicio religioso en una iglesia, se acercó al pastor un hermanito quien le dijo que el Señor le había dicho que esa mañana tenía que predicar él. El pastor lo escuchó, tranquilo, y cuando hubo terminado de hablar, le dijo: «Muy bien. No hay problemas. Si Dios me lo dice también a mí, le entrego el púlpito».)
En la caja de libros a que hago mención más arriba venía otro ejemplar que tiene también un significado especial para nosotros. Aunque el autor no es hijo de ALEC, sí se ha hecho miembro de la familia y nosotros lo hemos acogido con todo nuestro cariño. Se trata de José Luis Navajo, escritor y pastor de Madrid.
A José Luis diversas editoriales le han venido publicando desde hace rato; sin embargo, Una cruz en el desierto: Cada lunes con mi viejo pastor es la primera obra que ve la luz bajo el sello de Grupo Nelson. ¡Enhorabuena!
Pero hay más. Hace poco, alguien desde Valencia, España, creyendo que yo vivía allá, me envió equivocadamente un correo. Esa equivocación dio origen a una relación de amistad que está resultando más que prometedora. Y que, si queremos, puede significar un buen augurio. Ella me escribió ayer, a petición mía, lo siguiente. Lo transcribo con su autorización:
«Soy católica pero prefiero llamarme cristiana. También me gusta escribir por lo que creo que bien puedo llamarme escritora cristiana. Sin embargo, cuando acabé mi primera novela
La Alianza del Arco Iris hace un año intenté buscar quien me la editara y ahí comenzó un calvario. Casi ninguna editorial me contestó y las pocas contestaciones que obtuve fueron todas negativas. Algunas pedían el original en papel y encuadernado. A veces con copias adicionales. Pago del envío. Total que debía gastarme bastante dinero si quería que lo recibieran y sin ninguna garantía de que la leyeran ni mucho menos que me la editaran. Comencé a pensar que quizá no sería tan mala idea hacer una auto publicación pero pronto me percaté que todos los autores que auto publicaban eran mirados por encima del hombro por compañeros y librerías. Así que me decidí a crear una sociedad civil para editarme mi propia obra y que no figurara mi nombre como editora. Creé Prímula Ediciones, S.C.P., la di de alta en todos los organismos necesarios y me publiqué mi novela. Paralelamente, había leído un original llamado
Opiniones de un creyente de Desiderio Valdés, compañero de trabajo mío y con una gran fe cristiana. Me gustó y le propuse editarlo. Al principio le entró risa: no entraba en sus planes. Pero le convencí y acabé editando su ensayo sobre el Credo. Después, un amigo me dijo que tenía un amigo que tenía una novela,
Del ocaso al alba, de tema histórico-religioso, que quería publicar, me la envió y le contesté diciendo que era poco comercial pero le hice una propuesta: si él podía vender 40 ejemplares yo la editaba; aceptó y tuvimos un tercer libro. El cuarto vino del autor de
Opiniones. Un amigo suyo también tenía una novela sobre la posguerra española,
Claroscuro. Que me la envíe. Y era buena y estaba bien escrita. Así que la hemos editado también. El quinto –por ahora– ha sido galardonado con cinco primeros premios literarios (el último de los cuales es muy prestigioso: el Blasco Ibáñez del Ayuntamiento de Valencia, mi ciudad, a pesar de que él vive en Granada) pero no encontraba editor. También vamos a sacar a la luz
El fantasma de John Wayne. Es decir que, desde diciembre 10 en que nació esta pequeña empresa ya hemos visto el alumbramiento de cuatro libros y el quinto se prevé para mitades de abril-11. Es decir que comencé haciendo algo para mí y he terminado haciéndolo para los demás».
El correo electrónico de Prímula Ediciones es:
[email protected]. Y la dirección de Pilar Dobles, que es de ella que hemos venido escribiendo, es:
[email protected].
Hay otros proyectos similares que están cobrando vida. No los mencionamos por ahora por no estar autorizados pero esperamos hacerlo en una próxima ocasión.
«La vida te da sorpresas; sorpresas te da la vida».
«Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y vino a él palabra del Señor, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al Oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo» (
1 Reyes 17:16).
El que quiera, entienda.
Si quieres comentar o