Es correcta la actuación de Valdir Steurenagel cuando, junto con otros, hace un llamamiento para que las relaciones entre las iglesias y organizaciones de Occidente y las del Sur global sean equitativas. Las culturas occidentales se destacan por su seguridad, asertividad y creencia de que no hay nada que no puedan arreglar. Las culturas no occidentales frecuentemente son más respetuosas con sus huéspedes, especialmente si éstos son económicamente superiores. El acoplamiento de estas dos cosmovisiones es una fuente de malentendidos y de relaciones desiguales.
La asociación suena como una buena alternativa. El término evoca imágenes de paridad y de objetivos compartidos, ¿no es verdad?
Yo recibo habitualmente en mi correo solicitudes procedentes de organizaciones cristianas y de otras sin ánimo de lucro, pidiéndome participar con ellos cuando atienden alguna necesidad social. Lo que ellos esperan, sin embargo, es una relación en la cual yo ponga el dinero y ellos harán el trabajo. Esto no se parece en nada a una asociación. Es una transferencia de fondos y después, lo que nos devuelven es agradecimiento, informes ocasionales de los logros del grupo (con solicitudes de más dinero) y un calendario a fin de año. A veces, esta es exactamente la clase de relación que prefiero, pero no es la idea que tengo de una asociación.
La palabra asociación, puede ocultar tantas cosas como revela. Puede desconcertar tanto como aclarar. Yo apenas utilizo esta palabra. Por medio de mi iglesia y de una organización que fundé (Africa Rising), he trabajado para construir y mantener relaciones entre las iglesias y organizaciones de Africa y los Estados Unidos.
Me he dado cuenta de que usando la palabra
asociación al principio de una relación
puede crear malentendidos que perturban el desarrollo de una relación genuina, porque cada grupo puede tener una idea diferente de lo que significa
asociación. Prefiero hablar de relaciones y de las virtudes que permiten que aquellas sean buenas y saludables. Virtudes como por ejemplo el respeto, el aprecio mutuo, la concesión del beneficio de la duda, la perseverancia o la resistencia cuando las cosas se ponen difíciles. Estas son las virtudes de las que hablamos cuando se trata de asociaciones y de matrimonios. Lo mismo debería decirse en cuanto a las relaciones internacionales. Valdir Steuernagel confirma tales virtudes cuando habla de “saber escuchar”.
CONSEJOS PRÁCTICOS
Steuernagel evita apuntar que existe una fórmula para saber escuchar o desarrollar buenas relaciones. Pero también demuestra que las experiencias que él y los demás han tenido pueden ser útiles a otros. Para extender la noble idea de unas relaciones equitativas necesitamos compartir estas experiencias y puntos de vista. A continuación menciono algunos.
- Un amigo mío keniano, el Pastor Oscar Muriu de Nairobi Chapel, insinúa que los occidentales ofrecen pocos consejos y sacan escasas conclusiones en su primera visita a gentes de otra cultura. Su tarea principal debería ser escuchar e indagar para poder comprender. El libro que yo uso para ayudar a las personas a entender otras culturas es “Ministering Cross-Culturally” (Ministrando en culturas cruzadas) de Sherwood Lingenfelter y Marvin Mayers.
- El dinero forma parte de todas las relaciones. Puede fluctuar desde tomar una taza de café con un amigo a una donación elevada. En principio, el trato va dirigido a entablar relaciones interpersonales quedando en segundo término el tema del dinero, siempre que no se trate de una donación considerable. Y probablemente el dinero fomente la correlación cuando se da en el contexto de una relación antigua.
- Por otra parte, no deberíamos aspirar a una relación en la que nunca se intercambie dinero, sobre todo teniendo en cuenta la disparidad de la riqueza global. La justicia de Dios requiere que compartamos con nuestros hermanos que tienen necesidades. Pero, tanto los occidentales como la gente de los países en vías de desarrollo tienen mucho que aprender acerca de la participación en los recursos, sin deteriorar una relación basándola en el dinero o utilizando el dinero como medio de control. Para más puntos de vista sobre el intercambio de dinero, ver “African Friends and Money” (Amigos africanos y dinero) de David Maranz.
- Mi iglesia tiene relaciones con iglesias de Kenya y Sudáfrica. Con ambas, intentamos que sus representantes pasen tanto tiempo en Chapel Hill como nosotros pasamos en sus ciudades. En varias ocasiones, hemos tenido a alguno de sus pastores o miembros de su “staff” conviviendo unos meses con nosotros. Durante estas visitas, preparamos el terreno a nuestros círculos internos y les solicitamos que nos den a conocer sus ideas, a fin de que podamos beneficiarnos de sus perspectivas.
EL OBJETIVO
Todas las culturas tienen sus ideas sobre el reino de Dios y todas tienen también sus puntos débiles. Desarrollando relaciones a través de las culturas y escuchándose mutuamente, todos tenemos la oportunidad de experimentar más plenamente el reino de Dios. Para los occidentales, y también para los que no lo son, el objetivo de nuestra relación debe ser que nuestras vidas y las vidas de los demás puedan ser transformadas y orientadas a la semejanza con Jesús. Cristianos de diferentes culturas sirviéndose con sacrificio unos a otros, también son un testimonio del amor unificador del Espíritu Santo.
Jim Thomas es profesor asociado de epidemiología y director del Programa de Etica en la Salud Pública en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. También es fundador y presidente de “Africa Rising”, una organización que acrecienta el impacto de las organizaciones efectivas africanas extendiendo sus redes (africarising.org).
Traducción Rosa Gubianas
El movimiento Lausana entra en la recta final de su tercer encuentro (Lausana III, en Ciudad del Cabo, en octubre de 2010). Con este motivo, organiza un foro global por internet llamado “Conversación Global de Lausana”. A través de blogs, forums de discusión y otras herramientas interactivas como Twitter y Facebook, la conversación global permitirá que se oigan las voces de todos. Por ello, este foro está abierto a todos los cristianos evangélicos del mundo entero, y servirá para debatir las cuestiones centrales que se debatirán en CP2010, incluyendo el contenido de este artículo.
Te recordamos la web de la “Conversación Global de Lausana” ¡No dejes de participar!
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