Llenas, que es también vocal de la Junta Directiva de la Alianza Evangélica Europea, lo tiene claro, “los cristianos tenemos que ser agentes de cambio en todas las esferas de la sociedad”. Otra idea suya: “Las leyes deben responder a un delicado consenso social”
Pregunta (Joel Forster).- Un tema de máxima actualidad es la presión que se está dando en la ONU, por parte de países con mayoría islámica, para introducir el concepto de “difamación religiosa”, que podría convertirse en una excusa para criminalizar cualquier crítica contra la religión, en especial, contra el Islam…
Respuesta (Jaume Llenas).- Efectivamente, se está levantando contra el derecho a la libre expresión un nuevo derecho que es el derecho a no escuchar. Obviamente el derecho de expresión nunca es absoluto en ningún país, tenemos que recordar que en España es delito la apología de delitos y delincuentes. También en Europa es muy generalizado el delito de la negación del Holocausto nazi, etc. Pero, fuera de algunos casos que ya están previstos en los propios códigos penales, se debe ser muy cuidadoso al limitar derechos fundamentales como el de la libertad de expresión. Hay aspectos de la libertad de expresión que merecen más una sanción social, que una criminalización y una penalización. Por mi parte estaría más de acuerdo en trabajar valores como el respeto y la tolerancia hacia todas las opiniones, que no por la criminalización.
P.- En el Reino Unido hay continuas idas y venidas en el debate sobre la presencia de la fe cristiana en la plaza pública. También se habla de una secularización de todo lo público en varios países europeos con una fuerte tradición protestante. ¿Cuáles crees que son los motivos que llevan a esta reacción contra una historia que normalmente se ha visto como positiva (aunque solo fuera por conceptos como ética de trabajo, la promoción de la responsabilidad política…)?
R.- Creo que hay dos factores, uno vinculado al otro, aunque no dependiente del otro. En otros momentos de la historia las instituciones cristianas han tenido un derecho de veto en la sociedad. De alguna manera se han preocupado más por la autopreservación y por retener posiciones de privilegio que no por el hecho de comunicar claramente el mensaje del evangelio y los valores del Reino de Dios. A este fenómeno se vincula ahora un efecto pendular de tratar de excluir el cristianismo (es un fenómeno muy diferente cuando hablamos del Islam en occidente y de los países de mayoría islámica) de la
plaza pública. Probablemente es una respuesta fundamentalista a una tendencia errónea del pasado. Lo mejor, lo más deseable sería una normalización de la presencia pública de las perspectivas de fe. Deberíamos crear una
plaza pública en donde, en libertad y en igualdad, todas las posiciones pudieran expresarse.
P.- Aún en este sentido, se habla de un recorte de las libertades para los cristianos, en concreto, en Europa. ¿En qué aspectos crees que puede haber más dificultades para una expresión pública de la fe de los cristianos, en los próximos años?
R.- Puede haber dificultades serias para los cristianos en Europa al momento de acceder a la
plaza pública, en términos de medios de comunicación, en términos de tratar de criminalizar las opiniones que provengan de posturas de fe, etc. Pero lo que más me preocupa es que se proscriban las opiniones desde una ética cristiana al momento de formar el consenso social que determina la formación de las leyes. De la misma forma en que no es legítimo que los cristianos impongan sus leyes a una sociedad que sólo es parcialmente cristiana, de la misma forma no es legítimo que una sociedad parcialmente no cristiana arrincone y estigmatice las opiniones cristianas cuando se hacen las leyes de un país. Las leyes, cuando tienen que vertebrar una sociedad, en lugar de fracturarla, deben responder a un delicado consenso social. En este consenso es necesario que se contrapesen las sensibilidades de todos los colectivos mayoritarios y también minoritarios de una sociedad. Esto está en juego actualmente en Europa y estamos viendo ejemplos muy claros en la legislación española de las dos últimas legislaturas.
P.- Apuestas por que los cristianos participen en política, y aporten todo su potencial e iniciativas que ayuden a hacer avanzar la sociedad. ¿En qué área social de la política crees que un cristiano podría aportar más (sanidad, políticas a favor de la igualdad, economía…)?
R.- Definitivamente, apuesto por que los cristianos influyan en todas las áreas de la sociedad, como la cultura, los medios de comunicación, el movimiento asociativo, etc. Entre esas áreas una muy destacada es la política. No hay un área que sea más propicia para los cristianos, sino que todo es nuestro. Todo lo que ocurre en una sociedad nos importa, por que en todas las áreas nosotros podemos proyectar principios bíblicos. El Reino de Dios es un concepto muy amplio y comprensivo, y los cristianos tenemos que ser agentes de restauración y agentes de cambio en todas las esferas de la sociedad.
P.- Uno de los proyectos de concienciación social con el que se ha comprometido claramente la AEE es ´Stop the Traffik´, que tiene el objetivo de acabar con la esclavitud del siglo XXI, el comercio con mujeres. ¿Qué cambios has podido observar desde que empezasteis?
R.- Es difícil atribuirse los cambios que hemos visto. Sería muy bonito pensar que nosotros hemos aportado nuestra pequeña contribución. Entre las cosas más importantes destacaría una mayor conciencia dentro de las Iglesias Evangélicas. Hay Iglesias que han pasado de la observación a la acción y están ya trabajando con mujeres prostituidas. Otra esfera en la que vemos cambios es en la conciencia de que la publicidad de prostitución en los periódicos es algo negativo. Un director de uno de los grandes periódicos españoles ha comenzado a hablar de que es algo a reevaluar. Por otra parte hay periódicos que no publican anuncios de prostitución. Finalmente, el gobierno ha lanzado un primer plan integral en contra del tráfico de personas, con una gran cantidad de medidas y que puede ser un primer paso para limitar el tráfico y la trata en España. Con todo somos prudentes y estamos muy lejos de lo que quisiéramos ver.
P.- Una de las formas en las que al largo de tu vida has querido colaborar en influir desde un perspectiva cristiana en la sociedad, fue participando activamente en el trabajo entre estudiantes universitarios y de Institutos. ¿Por qué vale la pena invertir en este sector de la sociedad?
R.- Es una de las áreas que me ha aportado mayor satisfacción. Una estrategia clave consiste en tratar de influir en las mentes de nuestros jóvenes cuando están formando los valores por los que vivirán el resto de sus vidas. Siempre he intentado ser intencional y aportar elementos para que construyan con ellos. La sociedad que seremos mañana, se está formando hoy en los institutos y en las universidades. Hay muchas influencias distintas allí y si nosotros no estamos presentes, les va a faltar algo que sólo el evangelio puede aportar. Les va a faltar una perspectiva eterna, la visión de Dios sobre nuestra sociedad.
P.- Por último, participarás como conferenciante en el Fórum, precisamente, de los Grupos Bíblicos Universitarios 2009. ¿Para qué crees que puede servir este evento?
R.- Fórum es uno de esos momentos álgidos para el pensamiento evangélico de nuestro país. Cada cierto número de años revisamos lo que pensamos y cómo lo transmitimos. Es una de esas oportunidades que no hay que perderse. Los Grupos Bíblicos Unidos tienen la posibilidad de hacer una contribución única a la forma de concebir el mundo desde la perspectiva evangélica.
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