“Los cien del año” era el título de una sección en la revista semanal del diario español El País del 30 de noviembre pasado. Se presentaba así a cien mujeres y hombres iberoamericanos que habían hecho noticia en los medios de comunicación durante el año 2008, y cuya trayectoria y acciones merecían ser destacadas y homenajeadas.
Los cien retratos gráficos iban acompañados de notas breves por varias decenas de escritores y figuras conocidas y admiradas por muchos también. Los cien personajes estaban agrupados en siete categorías: líderes, investigadores y pioneros; políticos, empresarios y ejecutivos; estrellas; creadores; ciudadanos y deportistas. Una lectura fascinante de esas que te ocupan una tarde de domingo y que guardas porque te dan material para reflexión durante semanas.
Me llamó en especial la atención el grupo reunido en la sección “Ciudadanos”:
Juan José Cortés (España) el pastor evangélico gitano cuya hija Mari Luz fue asesinada por un delincuente suelto por la desidia o mala voluntad de un juez;
Patricia Reyes (México), quien denunció el secuestro de su hijo y se entregó a una valiente investigación;
Isabel Allende (Chile) hija del presidente Salvador Allende asesinado en el golpe militar de 1973;
Presentación López (España) misionera católica por veinte años en África herida gravemente en el Congo;
Jesús Neira (España) profesor y escritor gravemente herido por defender a una mujer de su marido maltratador;
Benita Jiménez (España) cocinera y peluquera, voluntaria de la Cruz Roja para ayudar a inmigrantes africanos que llegan en cayucos miserables a Gran Canaria;
José Miguel Vivanco (Venezuela) director de Human Rights Watch, expulsado de Venezuela por su crítica a los excesos del Presidente Hugo Chávez;
Beatriz Reyes (España) una de las pocas sobrevivientes del accidente de Spanair en Madrid el 20 de agosto de 2008 y que arriesgando su propia vida ayudó a salvar a dos personas más;
Sandra Carrasco (España), hija de un hombre asesinado por la banda terrorista ETA y que denunció en público la cobardía y maldad de la banda;
Yoani Sánchez (Cuba) joven “bloguera” que se ha hecho portavoz de la disidencia política en su país; y
Jaime del Val (España) escultor, pintor y compositor que con su organización “Salvemos Mojácar” se ha opuesto al delirio urbanístico en Almería.
Mientras iba recorriendo las historias de estas personas vino a mi memoria el viejo himno evangélico “Trabajad, trabajad, somos siervos de Dios”, cuyo estribillo había cantado con entusiasmo en mi niñez en el lejano Perú. La estrofa que acudía una y otra vez a mi mente es la que dice:
Trabajad, trabajad, fortaleza pedid
el reinado del mal, con valor combatid.
Conducid los cautivos al libertador
y decid que de balde redime su amor.
Cada una de las acciones y las causas por las que luchan estos destacados ciudadanos iberoamericanos es parte de esa lucha contra las diversas formas del reinado del mal, lucha que hace que todavía sea posible la vida en este mundo, que como la sal en la metáfora de Jesús preserva de la total descomposición. Algunos de ellos se esfuerzan y sacrifican por atender a las víctimas de la injusticia. Otros luchan contra las causas que producen víctimas, buscando cambiar los sistemas necesitados de cambios o denunciando la corrupción que se vale del sistema para hacer el mal. En la nota que encabeza la mencionada sección de la revista decía la filósofa Amelia Valcárcel: “La democracia necesita para su buen funcionamiento, además de una buena y saneada caja común, de un monto de sustancia moral bastante grande…Hay conciudadanos que aumentan de forma constante y reservada la decencia común. Son la gente decente y, más que eso, modélica…Lo suyo no es suerte, pero es una suerte para todos los demás ser sus compañeros en la vida moral y civil.”(1)
De la lista de homenajeados que acabo de citar atrajeron mi atención en especial dos personas por la motivación específicamente cristiana que fundamenta sus acciones: el comerciante ambulante y predicador evangélico Juan José Cortés de Huelva, y la monja Presentación López, misionera católica en África.
Mari Luz, la hija de
Juan José Cortés tenía cinco años cuando desapareció el 13 de
enero del 2008 y la encontraron muerta casi dos meses después. Tanto en los días de la angustiosa búsqueda como luego del desenlace Cortés mostró una entereza, serenidad y dignidad que atrajeron la atención de los medios de comunicación y la admiración creciente de muchos. La actitud de Cortés evitó lo que pudo haber llegado a ser una carnicería. Enrique Mugica, Defensor del Pueblo, dice “Juan José Cortés fue capaz de trascender su comprensible y natural dolor y transformar un sentimiento de venganza en afán de justicia.”(2)
El presunto asesino fue Santiago del Valle, pederasta reincidente que había sido condenado pero que estaba libre por lo que
El País describe como “una indignante serie de errores judiciales y la intolerable lentitud de la justicia.”(3) Cortés se propuso reunir millones de firmas para pedir la cadena perpetua para los pederastas asesinos. Y lo consiguió con paciencia, persistencia y fatigas y con la ayuda de personas en todo el país. Llegó a ser recibido por el Presidente Rodríguez Zapatero. Su gesto sacó a la luz no sólo la lentitud sino también la deficiencia moral de algunos de esos jueces llamados a hacer justicia. Cortés ha sido un combatiente cristiano que dentro de los límites de la ley se ha esforzado por conseguir que se corrija un sistema claramente defectuoso. ¿Qué mejor testimonio que éste del Defensor del Pueblo? “Es, ciertamente, un predicador que predica con el ejemplo, capaz de llevar la teoría a la práctica y hacerlo además en unas circunstancias tan atroces que serían capaces de hacer tambalear la fe más sólida y mejor asentada.”(4) El testimonio de Juan José Cortés nos anima a ver que es posible hacer lo que dice el viejo himno “el reinado del mal con valor combatid.”
La hermana
María Presentación López Vivar es de Burgos y llevaba veinte años de misionera católica en África cuando su nombre llegó a los medios de comunicación. El 28 de octubre del 2008 se encontraba en la zona de Rubare en la República Democrática del Congo y el fuego cruzado de los rebeldes tutsis y las tropas del gobierno alcanzó su casa con la explosión de una bomba. Los médicos tuvieron que amputarle los pies pero días después en un hospital de Madrid, ella expresó que quería regresar a continuar su obra misionera. La Iglesia Católica de España tiene cerca de veinte mil misioneros en otras partes del mundo, muchos de ellos como cooperantes en agencias de servicio a las necesidades médicas, educativas y de desarrollo especialmente en Africa, Asia y América Latina. La Secretaria de Estado de Cooperación Internacional Soraya Rodríguez dice: “Presentación llevaba 20 años como misionera y se mostraba ilusionada por la construcción de una nueva maternidad. Como ella muchos desempeñan su trabajo compartiendo la angustia de las víctimas de la injusticia. Estoy convencida de que no es sólo por un compromiso con los más desfavorecidos; es un compromiso por un cambio hacia un mundo más justo, más igualitario, más pacífico y más seguro.” Yo agregaría que la hermana Presentación tiene también un compromiso con Jesucristo, su maestro y ejemplo. Entrevistada por la revista Vida Nueva en Madrid, dijo “Menos mal que esto me ha pasado a mi y no a nuestras hermanas congoleñas jóvenes.”(5) Agregó más adelante: “Es para mi una gracia de Dios que me haya concedido seguir viviendo y quiero aprovecharla para seguir colaborando, aunque sea desde lejos, en la misión.”(6)
Al concluir esta reflexión recuerdo las palabras de otro hermoso himno que es una plegaria, de esas que como las plegarias bíblicas te enseñan profundas verdades y te mueven a la acción, además de expresar tu emoción:Dios de gracia, Dios de gloria danos presto tu poder
a tu antigua Iglesia adorna con un nuevo florecer.
Danos luz y valentía en la hora del deber…
Líbranos de resignarnos imparciales frente al mal,
sea nuestro anhelo santo reflejar tu eterno ideal.(7)
1) Amelia Valcárcel, “La fuerza de alguna gente” El País semanal, No. 1679, 30 de noviembre 2008, p. 93
2) Enrique Mugica, “Héroe doliente”, El País semanal, No. 1679, 30 de noviembre 2008, p. 95.
3) Luz Sánchez-Mellado “Cortés y Valiente líder a su pesar” en El País semanal, No. 1659, 13 de julio 2008, p. 41.
4) Mugica, op.cit.
5) Página digital de la revista Vida Nueva No. 2636, 14/1/2008
6) www.vidanueva.es 17 /11/2008
7) Himno No. 175, Cántico Nuevo, Buenos Aires: Methopress, 4ª. Ed., 1978.
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