En CREER O NO CREER Miret Magdalena reúne una serie de ensayos religiosos publicados en diferentes periódicos españoles a lo largo de bastantes años. Según el autor, “el conjunto de artículos componen un verdadero libro coherente en el que se mezcla algo de religión abierta a nuevos tiempos con grandes dosis de sociología, economía y política”.
Abundan los artículos que inciden en temas sociales de nuestro tiempo: El aborto, la eutanasia, el divorcio, la homosexualidad, delincuencia infantil y juvenil. “Envueltos como estamos en la corrupción y el desconcierto, bueno es pensar qué sociedad querríamos, y si este deseo tiene visos de realidad”, dice Miret Magdalena.
El autor dedica muchas páginas a temas que ha tratado a lo largo de toda su vida: La Iglesia católica en España, el Vaticano, el ateísmo, la razón y la fe, el tipo de Cristianismo que se vive en nuestros días. “La jerarquía católica española –afirma el autor-, siempre a remolque de su tiempo, parece especializarse en perder el tren de cada época que amanece en el panorama mundial, o en el propiamente español. La componen algunos clérigos y obispos más atentos a seguir externamente los aldabonazos del que manda que a ser valientes con sus propias conciencias”.
El Vaticano ha estado siempre en el punto de mira de este teólogo laico, como gusta definirse el propio autor. Un teólogo de muchos quilates. Profundo en doctrina, experto en historia de la Iglesia, valiente en la denuncia de todas las desviaciones, defensor del puro Cristianismo de Cristo.
Según Miret Magdalena, “desde que Peyrefitte descubrió los oscuros secretos del Estado pontificio y sus discutibles costumbres religiosas –aquella famosa seudorreliquia del prepucio de Jesús- han llovido libros y más libros….Hubo un tiempo –añade- en el que el Vaticano tenía en su poder bancos, fábrica de armas y negocios de anticonceptivos. Más tarde, el picaresco financiero Sidona llevó a la tumba a Pablo VI, al haberle engañado con sus especulaciones poco claras, que hicieron perder al Vaticano el tercio de sus inversiones en bolsa”.
A Miret Magdalena le preocupan otros grandes temas: El ateísmo, la razón, la fe. En un mundo con fuertes tendencias a la secularización, el problema de Dios se halla sometido a revisión. El dilema es si se trata del verdadero Dios, el Dios de la Biblia, o de determinadas y particulares concepciones de Dios.
El tema es muy amplio. Y nada fácil. ¿Qué acontece cuando una persona dice “Yo creo”? ¿Cuál es el contenido de lo que llamamos creer? En España sólo el 3 por ciento atiende a razones intelectuales para alimentar su fe. “Algunos no creyentes –escribe Miret- dicen que los que creemos no podemos usar de la razón porque estamos mediatizados por nuestra religión, y que ponemos por encima de la razón nuestra fe, y así aquella se encuentra esclavizada por esta última. Yo, que me considero creyente, no tengo esta experiencia”, razona el autor.
La batalla entre la razón y la fe se inició en el paraíso antes de ser perdido y continuará hasta el final de los tiempos humanos. Dios pedía a Adán y Eva fe en Sus palabras y Satanás les oponía los argumentos de la razón: “Seréis como dioses”. Desde antiguo se viene diciendo que el ser humano es un animal racional. Lo patético es que se utilice la razón para negar a quien es la Razón suprema.
En 1799 Goya dibujó un famoso cuadro al que puso por título “El sueño de la razón produce monstruos”. Diez años antes había estallado la revolución francesa, que cambió el destino de Europa y quiso llevar la razón hasta los altares de la conciencia.
En esta postmodernidad en que nos encontramos se cree cada vez menos en la razón. Los excesos cometidos por ella y tantos caminos que no ha sabido recorrer nos han dejado en una serie de vías muertas de las que sólo la fe puede sacarnos y señalarnos el camino recto trazado por el Divino.
La fe, concluye Miret Magadalena, no es una creencia más, no es una ideología, es un sentimiento espiritual que se vive interiormente, el lazo que nos ata a El, porque sin fe es imposible agradar a Dios.
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