Empecemos por los autores.
Mearsheimer es catedrático de ciencias políticas y codirector del programa sobre política internacional en la Universidad de Chicago. Ha obtenido numerosos reconocimientos por sus libros y artículos.
Walt es catedrático de Asuntos Internacionales en la prestigiosa Universidad de Harvard y fue decano de la Kennedy School en 2002. También él ha sido premiado por sus libros sobre distintos aspectos de la política estadounidense. Dos pesos pesados, profundos conocedores de la política desarrollada por Estados Unidos con respecto a Israel, se han unido para producir lo que la influyente publicación THE NEW YORK REVIEW OF BOOKS ha calificado como el libro más interesante desde que se publicó EL CHOQUE DE CIVILIZACIONES, de Samuel Huntington.
Soy consciente, por conocimiento y por experiencia propia, que todo cuanto tiene que ver con el Estado de Israel es materia sensible. Pero toda vez que no quiero privar a los lectores de PROTESTANTE DIGITAL de un resumen de esta obra, publicada ya en medio mundo, me limitaré a transcribir lo que algunos escritores y periodistas españoles han opinado sobre el libro.
Ya en la contraportada,
los editores afirman: “Este libro profundiza en el que hasta ahora había sido un tema tabú: el impacto del
Loby israelí en la política exterior de Estados Unidos. Describe el extraordinario nivel de apoyo material y diplomático que Estados Unidos proporciona a Israel y sostiene que este apoyo no puede explicarse sólo desde un punto de vista estratégico o moral, sino que se debe en gran medida a la influencia política de una coalición flexible de individuos y organizaciones que trabajan activamente para moldear la política exterior estadounidense en un sentido favorable a Israel. La pertenencia al
Loby israelí no está determinada por cuestiones de identidad religiosa o étnica, sino por la agenda política de un individuo o grupo”.
Según
Joan Cañete, de EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, “de lo más suave que han escuchado los autores contra ellos desde que su trabajo se publicara, primero como ensayo académico en 2006 y ahora ampliado, es que son
antisemitas y que han resucitado LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SIÓN”.
Uno de los dos autores, Stephen M. Walt, se defiende en las páginas de la obra. Dice: “Es difícil hablar sobre el
Loby israelí, sobre todo porque grupos dentro del
Loby presionan a los medios para que no publiquen nada que sea crítico con Israel. Sus esfuerzos no son efectivos en un 100%, pero han tenido éxito en modelar la visión de Israel que se tiene en Estados Unidos”.
El columnista del diario EL PAÍS
Jerónimo Páez sintetiza el contenido del libro en esta escritura: “sus tesis pueden resumirse en dos: la primera considera que el respaldo incondicional norteamericano en las últimas décadas al Estado de Israel no ha beneficiado ni a Estados Unidos ni al pueblo judío; la segunda estima que las decisiones de la política exterior estadounidense en Oriente Medio están claramente influenciadas por el
Loby israelí”.
Mansheimer y Walt estuvieron en Madrid el pasado mes de noviembre, en una gira que les llevó por toda Europa para promocionar el libro. La periodista
Macarena Gutiérrez tuvo la oportunidad de entrevistarlos para el diario LA RAZÓN. A la pregunta: “¿Cuánta ayuda recibe Israel cada año de E.E.U.U.?”, Walt respondió: “De tres a cuatro billones de dólares, lo que haría una media de 500 dólares por cada ciudadano hebreo”. Por su parte, Mearsheimer confesó a la periodista: “El
Loby israelí también cuenta con los evangélicos que votan republicano. Si eres un candidato y hablas de apoyar la retirada israelí de los territorios ocupados probablemente vas a enfadar tanto a los cristianos sionistas como a los judíos americanos”.
Las 605 páginas de El Loby Israelí se dividen en dos grandes capítulos. El primero enfoca estos temas: El gran benefactor. Israel: Activo estratégico o carga. Un argumento moral en declive. ¿Qué es el
Loby israelí? Guía del proceso político. Dominar el discurso político. En la segunda parte de la obra sus autores escriben sobre el
Loby contra los palestinos, Irak y el sueño de transformar el Oriente próximo, apuntando a Siria, Irán en el futuro punto de mira y el
Loby y la segunda guerra del Líbano.
En las páginas finales del libro Mearsheimer y Walt reflexionan sobre el apoyo de las iglesias evangélicas a Israel. Dicen: “Es altamente improbable que se pueda convencer a la línea dura de sionistas cristianos de abandonar su compromiso con el Gran Israel, dado el papel central que otorgan a profecías sobre el final de los tiempos en la teología dispensacionalista, y dada también su aparente voluntad de considerar a Oriente próximo como una región inmersa en una guerra apocalíptica altamente destructiva”.
En definitiva, un libro para ser leído, pensado y digerido.
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