La semana pasada, el diario español ADN que, según el EGM, supera el millón de lectores diarios, tuvo entre sus noticias más destacadas la reseña de un controvertido cómic anti-Islam que algunas librerías evangélicas españolas distribuyen. Concretamente, el diario se refería al tebeo de bolsillo titulado ¿Hombres de paz? de la editorial estadounidense Chick Publications y que está especializada en literatura supuestamente evangelística. El polémico tebeo ha llegado a manos de Mohamed El Afifi, portavoz del Centro Cultural Islámico quien, en referencia a la mencionada historieta habló de “provocaciones que conllevan un distanciamiento" y que sirven para dar “coartada a los malvados”.
Pero, y este es el motivo de mi artículo, ¿qué se cuenta en estos tebeos Chick que no pocos cristianos evangélicos reparten por calles y hogares? Leamos algunas píldoras:
“El Ku Klux Klan es una obra maestra de los jesuitas…, une a los católicos, y así se protegen. […] Los nazis no son sino la Acción Católica. […] La pobre gente que asiste a la iglesia ortodoxa se ha doblegado ante el Papa comunista [Juan Pablo II] y están de su lado. […] El Vaticano en el pasado asesinó a Israel y en el futuro prácticamente los aniquilará. […] Los masones nunca creerán que también son hijos de la Ramera [el Vaticano] y que son controlados desde arriba por el Papa negro. […] Los pobres comunistas simplemente son una rama de la institución católica romana, los matones del Vaticano…, que serán destruidos por Cristo cuando ataquen Israel bajo las órdenes del Papa. […] El Mein Kampf era el plan jesuita para que Hitler tomara el control de Alemania. Otra inquisición empezaría, y en lugar de túnicas dominicas usarían uniformes nazis. [...] Casi todos los pastores [protestantes] temen hablar contra Roma, y si lo hicieran, los infiltrados [multitud de jesuitas camuflados entre los evangélicos] los atacarían.”
Como se puede apreciar, estamos ante un
disparatado seudorevisionismo de la historia, agresiones obscenas e infantiles y denuncias absurdas sin pruebas reales de ningún tipo que a menudo tienen como objeto el Vaticano, aunque no se libran de la difamación las demás religiones ni otras corrientes protestantes.
Además de la desconcertante falta de rigor, estos tratados se atreven a dar respuestas insospechadamente simplistas o inverosímiles ante cualquier tipo de cuestión seria, honesta y difícil que los no cristianos se pudieran plantear, como, por ejemplo, cuando en uno de estos folletos Chick (titulado
“¿Abuelito?”) usado para evangelizar evolucionistas
se desarrolla una discusión académica entre un profesor darwinista y un alumno creacionista en la que los argumentos usados por el alumno se presentan como supuestamente demoledores contra la teoría neodarwiniana.
[**]En esta historieta, se ve como el creyente de
¿Abuelito? reta intelectualmente al profesor universitario de diferentes (y ridículas) maneras y, al referirse a la composición del átomo, el alumno, frente a todos sus compañeros de clase, le pregunta al maestro: “¿
Cómo los protones del núcleo no se repelen entre sí siendo todos ellos de carga positiva?”. Ante la sudorosa ignorancia del profesor (gráficamente ridiculizada con todo tipo de matices peyorativos), la respuesta pública del creyente pretende dar el carpetazo intelectual al debate “científico” con la lectura de un versículo que habla de Jesucristo como sustentador de la creación, incluyéndose en este “argumento bíblico” la respuesta científica a la “inexplicable”, según el cómic, unión entre protones y electrones.
Tras esta aseveración bíblica, los alumnos de ciencias quedan boquiabiertos –con varios de ellos arrepintiéndose de sus pecados- mientras que el profesor sale de clase desgarbado y tembloroso yendo a presentar su dimisión al director del centro convencido de que ya no puede volver a enseñar la teoría evolutiva…
¿Alguien piensa que este proceder “evangelístico” contribuirá al acercamiento de Jesucristo a quienes se hacen preguntas honestas en torno al debate “ciencia y fe”? ¿Cuántos de quienes lean este librito no volverán a tomar en serio el testimonio cristiano? Y siguiendo con las preguntas y concluyendo con que estamos ante historietas gráficas realmente antievangélicas –y honestamente digo que no se me ocurre un mejor calificativo- ¿por qué se distribuyen y circulan en círculos evangélicos? ¿Es la demanda –según el diario ADN- cómo afirma un distribuidor de Chick en España a lo que se debe una librería cristiana?
Me resultaría menos preocupante que una librería dedicada a difundir literatura evangélica vendiese obras de Dan Brown, Sánchez Dragó o J. J. Benítez, porque al menos ninguno de éstos se declara protestantes ni dice tener como misión el acercar el Jesús de los evangelios a los incrédulos o a quienes profesan otras religiones.
Sin que sirva de precedente profético por mi parte, no puedo resistirme –aunque con evidente frustración- a la tentación de reproducir lo que ya en junio de 2005 escribí en esta revista sobre estos tebeos Chick, augurando que si los propios creyentes no nos tomamos en serio sacar éstas y otras sacudidas contra el amor y la verdad acontecidas dentro la iglesia “
seguirán levantándose profetas de la calle, quizás con TV o radio en mano, y pondrán, con razón, en entredicho el testimonio evangélico en este país. No todo vale”.
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