Hasta donde llegan mis conocimientos, el Boletín evangélico de información general más completo de cuantos se publican en la América hispana es el que lleva el nombre BASILEA, editado en la capital de México por un amplio comité de redacción a cuyo frente está Leopoldo Cervantes Ortiz.
Leopoldo Cervantes es un periodista cabal, íntegro, maestro de periodistas. Hoy no es fácil encontrar comunicadores como él, que espontánea y gratuitamente digan la verdad. El director de BASILEA tiene ideas claras sobre las grandes realidades del hombre: La libertad, el desarrollo, el progreso, la organización sociopolítica. En los editoriales de Leopoldo Cervantes se lee al hombre pendiente de la sociedad de su tiempo, al día y a la hora de los acontecimientos. Hombre genuinamente creyente, lector y expositor de la Biblia, está convencido de que teología de la comunicación es aquella que sabe aplicar las bases doctrinales del cristianismo a la actividad comunicadora en el seno de la Iglesia. Más aún: Leopoldo Cervantes es un convencido de que la Iglesia no debe vivir en función de sí misma; debe proyectarse hacia fuera. Debe ser luz de las gentes. Tiene que escuchar el mensaje que le llega de la historia humana y de la sociedad del momento.
Acabo de recibir el número 25 de BASILEA, correspondiente a los meses de abril, mayo y junio. Con un México inmerso estos días en amplios debates políticos, es del todo justificable que el director del Boletín dedique parte de las 50 páginas al trato del tema. Si aquél filósofo, quien quiera que fuera, dijo que nada de lo humano le era ajeno, tampoco debe ser ajeno al periodista cristiano cuanto ocurra en la sociedad que comparte, incluyendo los avatares políticos. Leopoldo Cervantes lo explica así. “Resulta inevitable no publicar algunos textos relacionados con este proceso (electoral y político), dada su importancia, no sólo para el país sino para todo el continente”.
En su medio centenar de páginas bajadas de Internet BASILEA incluye cuatro artículos sobre las elecciones que tuvieron lugar en México y la coyuntura histórica que ahora está viviendo el país.
Ariel E. Corpus Flores escribe sobre cristianismo y política. Con sobrada razón dice que “el desinterés hacia lo que hemos denominado realidad social, es decir, lo que pasa a nuestro derredor, es un síntoma de alejamiento de ser sal y luz de la tierra, conforme al texto de Mateo 22:21”.
Corpus aboga por un Evangelio “que integre todas las necesidades sociales; la práctica liberadora del Evangelio –añade- tiene que impregnar desde los grupos de base hasta las instituciones, puesto que esto lo requiere”.
En otro estupendo artículo titulado LA FE ANTE LA COYUNTURA SOCIAL Y POLÍTICA EN MÉXICO”, Rubén Arjona Mejía nos recuerda que América Latina tiene 213 millones de personas que viven en la pobreza; de éstas, 88 millones viven en condiciones de pobreza extrema. Por lo que respecta a México, el 40 por 100 de la población vive en la pobreza. Por otro lado, América Latina está considerada como la región más desigual del mundo, algunos ricos muy ricos y muchos pobres muy pobres.
Se queja el autor de que por años las iglesias evangélicas en México “calificaron los asuntos sociales y políticos como “mundanos”. Sigue diciendo que, aunque actualmente la situación no ha variado, algunos sectores de esas iglesias “se están acercando a los partidos políticos con el fin de establecer lazos de cooperación”.
En una acertada imagen, Arjona sugiere que es preciso “mirar hacia dentro de nuestra comunidad de fe para poder bien mirar hacia fuera”.
El artículo de Edgar González está escrito desde otra perspectiva. El título lo dice todo: CALDERÓN: EL CANDIDATO NEOFASCISTA”. Felipe Calderón era el candidato del PAN y el preferido del presidente Fox. Cuando José María Aznar, ex - presidente del Gobierno español, estuvo en México hace algunos meses, apoyó públicamente a Calderón. Su ingerencia en los asuntos políticos de otro país estuvo a punto de crear un conflicto diplomático.
González Ruiz descalifica a Calderón porque lo considera el candidato de la Iglesia católica, apoyado descaradamente por la jerarquía. Y, de hecho, lo es. En sus campañas nunca faltaron los sacerdotes y grupos de monjas. Sus partidarios acusaban a López Obrador, preferido por el autor del artículo, de querer cerrar los templos y renovar la persecución religiosa. Esto recuerda a la España de 1931-1936.
El cuarto artículo de BASILEA dedicado a las pasadas elecciones en México está tomado del diario español EL PAÍS y escrito por el conocido analista político Juan Cruz. Estima el periodista que “el Gobierno de Fox fue débil- y eso lo digo siendo benévolo- con el poder legislativo norteamericano y con lo errático, mentiroso y engañoso que ha sido George Bush”.
Las páginas restantes de BASILEA, hasta la número 50, contienen otros artículos de interés, noticias, comentarios, entrevistas, documentos y reseñas bibliográficas.
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Una pregunta al editor: ¿Por qué no incluye en página de portada la dirección postal a la que se pueda escribir en caso de querer hacerlo?
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