¡Menudo caudal de información en esta obra! ¡Cuánto saber, cuánto comunicar, cuanto enseñar! Spurgeon, maestro indiscutible de la predicación y de la homilética, dijo que del mismo modo que echamos un poco de agua para cebar una bomba seca a fin de iniciar el chorro que va a subir del fondo del pozo, así los bosquejos pueden refrescar las mentes e iniciar un desarrollo del pensamiento con recursos propios.
En esta obra Editorial Clie no sólo pone a nuestra disposición un chorro de agua, sino las cataratas del Niagara, las cataratas Victoria, las cataratas Iguazú, con toda su agua junta.
¡Pásmense! Aquí se ofrecen ¡dos mil bosquejos originales!, cuidadosamente elaborados. Han sido escritos con textos de toda la Biblia, desde Génesis 1:1 a Apocalipsis 22:21. Explica el prólogo firmado por Eliseo Vila: “No se trata, sin embargo, de un comentario en el sentido tradicional. Su enfoque es estrictamente homilético. Es decir, no comenta el texto de la Sagrada Escritura desde una perspectiva exegética o expositiva, lo que hace es proporcionar al predicador bosquejos homiléticos sobre la práctica totalidad de la Biblia”.
Quien ha escrito esta obra de tan altísima importancia se llamaba James Smith. Nació en Escocia en torno al año 1835. Desarrolló gran parte de su ministerio como pastor bautista en el propio país donde nació. Murió en Australia a la edad de 80 años, dejando inconcluso un extenso
“Comentario Homilético de la Biblia”, que el pastor inglés Robert Lee se encargó de completar y publicar.
Ignoro si este tomo es una síntesis de la obra de James Smith o aquí figura todo cuanto escribió sobre bosquejos. En lo que entiendo, el libro es muy apreciado en su versión inglesa en todos aquellos países que se habla el idioma de Shakespeare. Cuentan que un conocido predicador de aquellas tierras exclamó en una ocasión: “Antes estaría dispuesto a sacrificar, si fuera necesario, la mitad de mi biblioteca, que quedarme sin este libro”.
Esto me hace pensar que en un solo libro tenemos todo el material que produjo el pastor Smith sobre bosquejos bíblicos.
Una idea del contenido. Ochocientos cincuenta y seis sermones y bosquejos sobre el Antiguo Testamento. Novecientos siete sermones y bosquejos sobre el Nuevo Testamento. Ciento cuarenta y siete sermones y bosquejos temáticos, ordenados por orden alfabético. Doscientos veintinueve anécdotas e ilustraciones también siguiendo el orden del abecedario. Un índice con sesenta y seis palabras claves, desde armonía hasta zorro. Diez y seis páginas de versículos claves utilizados en la obra y, finalmente, ocho páginas con títulos de los bosquejos que figuran en el libro.
Me remito de nuevo al prólogo: “Partiendo de la variedad de bosquejos para sermones que tiene a su disposición, retocándolos y ampliándolos con ideas propias, se consigue fácilmente un sermón “personalizado”, a su propio estilo, sobre cualquier texto de la Biblia, con un mínimo de tiempo y esfuerzo. Un pastor podría estar predicando cada domingo, durante toda su vida, utilizando únicamente combinaciones de los bosquejos de sermones que contiene esta monumental colección de
“Sermones y bosquejos de toda la Biblia”.
Claro que de seguir esta línea de trabajo, el tal pastor estaría demostrando una pereza mental y una flojera física imperdonables.
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