De forma convencional, el Talmud se define como el resumen de la Ley oral “desarrollado por siglos de esfuerzo erudito por sabios que vivieron en Palestina y Babilonia hasta el comienzo de la Edad Media. Según Steinsoltz, el Talmud “se compone de dos partes: La Misná, un libro de halajá (Ley) escrito en hebreo y el comentario de la Misná, conocido como Talmud (o Guemará), que es, en el sentido estricto del término, un resumen de discusiones y aclaraciones de la Misná escrito en una mezcla de hebreo y arameo”.
Orfoli dice que el Talmud surge en un tiempo en que Roma, tras la conquista del mundo mediterráneo oriental, se proclamaba como el imperio universal y definitivo. Según David romano, profesor de Filosofía y Letras, “el proceso de elaboración del Talmud abarca los años 212 a 500 de nuestra era”. Este mismo autor añade que entre los años 1520 y 1523 se publicó en Venecia, en 12 volúmenes, la edición Príncipe del Talmud babilónico. Todas las ediciones posteriores, hasta nuestros días, reproducen exactamente la foliación de dicha edición.
Adin Steinsoltz, reconocido internacionalmente como una de las figuras más eruditas y brillantes del judaísmo en el último siglo, afirma que “si la Biblia es la piedra angular del judaísmo, el Talmud es la columna central que emerge desde los cimientos y sostiene todo el edificio espiritual e intelectual”.
Aurora Salvatierra Osorio, 40 años, andaluza, y Olga Ruiz Morell, 37 años, canaria, ambas doctoradas en Filología Hebrea por la Universidad de Granada, han realizado una investigación exhaustiva en el texto del Talmud y el resultado es esta rica antología de escritos rabínicos. En el trabajo de Salvatierra y de Ruiz se aprecia la exquisita sensibilidad femenina que no consiste en esconder la emoción de los textos que recopilan, sino en descubrirlos, aceptarlos y exponerlos. Sus escritos dibujan un mundo que encierra un inagotable repertorio de realidades, escenarios y personalidades. Destaca la presencia constante y silenciosa de un grupo humano del que hablan constantemente los predicadores y a quien pocas veces se deja hablar. Las mujeres hebreas de los tiempos bíblicos.
Las autoras han dividido la Antología en diez hermosos capítulos. En todos ellos hablan las mujeres del Israel antiguo. En estos capítulos se trata una gran diversidad de temas: Del nacimiento a la madurez. De la casa paterna a la del esposo. La perfecta casada. Hablando de sexo. Cuando el matrimonio acaba. Sin la compañía de un hombre: viudas o abandonadas. Mujeres bajo sospecha: sexo fuera del matrimonio. La fuerza de Eros. La guerra de sexos. Cosas de mujeres. Los sabios y las mujeres.
Las mujeres son siempre el tema y el hilo conductor. Los textos son como guías y testigos. Son ellas, las mujeres del mundo de los rabinos hebreos quienes toman la palabra en este libro esclarecedor, instructivo y edificante.
Dos ejemplos: sobre el
acta de divorcio : “Dijo Rabí Yehudah: Antes se redactaba la declaración de renuncia de este modo: “No simpatizo con él, no lo quiero y no deseo estar casada con él”. Cuando se vio que la fórmula era demasiado extensa y se podía confundir con un acta de divorcio, la corrigieron de este modo: “El día tal, fulana hija de mengano, declara ante nosotros la renuncia….¿Qué es una declaración de renuncia? Cuando ella dice: “No quiero a mi marido fulano. No quiero el compromiso que mi madre o mis hermanos me concertaron”.
El
día de la boda : “Se ha enseñado: ¿Por qué dijeron que una mujer virgen ha de casarse en miércoles? Porque si el esposo tiene alguna queja sobre la virginidad de la novia puede ir temprano al tribunal. Pues que se case en domingo, y si tiene alguna queja sobre la virginidad puede ir el lunes al tribunal. Pero los sabios se preocupan por el interés de las hijas de Israel: el hombre prepara el banquete durante tres días, domingo, lunes y martes, y el miércoles se casa. Pero después de la época de peligro el pueblo tomó la costumbre de casarse en martes y los sabios no se oponen. Los lunes no se casa, pero en caso de fuerza mayor se permite”. Ket 3b.
Las 197 páginas de LA MUJER EN EL TALMUD están saturadas de textos como los que aquí se muestran. La riqueza del legado rabínico que nos ofrece esta obra la convierte en un instrumento de gran valor para los amantes de esta literatura antigua.
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