Breviario del sosiego/ 45

¿Qué bautizado te dará hospitalidad tras el largo viaje?


El Cristo no es de nosotros, sino nosotros del Cristo.


¡Bellísimos pájaros surcando el atardecer, como arpas de los cielos!


El Cantar se hizo parte de mi respiración.


Detrás del cactus se parapeta quien no prodiga afectos, pero habla, habla y habla…


Avívese tu ternura en mi pecho, musa de cálida piel.


Sumando gritos él pide justicia: sabe que desde siempre los poderosos suelen padecer sordera.


Aquí, en la tierra, el hombre está a flor del hambre y camina con sus lágrimas metidas en los tuétanos.


A nivel del alma el tránsito se hace eterno.


Una gaviota herida en la playa, mansa, con su fortaleza mermada. La cobijas y alimentas para que su vuelo vuelva a inundar el aire de la creación.


¡Cuánta necedad acopian los desbienaventurados!


Hay que oír mucho para aprender. Pero también se aprende desoyendo.


(Epitafio) Al cielo de abajo llegaste portando el clamor del día primero.


¡Tiempos de prepotencia; tiempos de zozobra!


Ante el escaparate capitalista lo bienintencionado no resulta suficiente: el factor subjetivo de la condición humana tiene demasiados ingredientes que perturban el interés comunitario.


No te expreses en función del éxito.


¿Derechos humanos? Demasiadas veces no somos Derechos ni parecemos Humanos.


Tanta maravilla: recorrer el planeta donde has aparecido. Tanta desazón: apreciar la hermosura que estamos destruyendo.


Su pasión por las causas justas no conoce límites: tal énfasis vital lo mantiene victorioso ante la realidad del mundo, tan amoral en incontables hechos.


Leer un inmejorable poema abre las compuertas del magma donde se purifica la Palabra fundadora.


Les presento a un Rey-Poeta, grande como Salomón o David: Netzahualcóyotl (1402-1472), Señor de los Chichimecas antes de la llegada de los conquistadores. Su alta poesía esta signada por la duración de la existencia y por la invocación a lo divino. “Yo lo pregunto” es un texto primero, para paladear lo nuevo: “¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?/ Nada es para siempre en la tierra:/ Sólo un poco aquí./ Aunque sea de jade se quiebra,/ Aunque sea de oro se rompe,/ Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra./ No para siempre en la tierra:/ Sólo un poco aquí”. El poema “En el Interior del Cielo” bien puede ser estimado como el plato de fondo: “Sólo allá en el interior del cielo/ Tú inventas tu palabra,/ ¡Dador de la vida!/ ¿Qué determinarás?/ ¿Tendrás fastidio aquí?/ ¿Ocultarás tu fama y tu gloria en la tierra?/ ¿Qué determinarás?/ Nadie puede ser amigo/ Del Dador de la vida…/ Amigos, águilas, tigres,/ ¿a dónde en verdad iremos?/ Mal hacemos las cosas, oh amigo./ Por ello no así te aflijas,/ Eso nos enferma, nos causa la muerte./ Esforzaos, todos tendremos que ir/ a la región del misterio”.


La Poesía es… una fuerza numinosa… un sismo interminable… un código de entendimiento que trasciende el lenguaje cotidiano… un universo extraordinario… una inmensa revelación de mil pueblos… un pico más elevado que cualquier otro de la cadena montañosa de la literatura… La poesía es reflexión, síntesis, sugerencia…


Ruega por una asamblea fraterna en este tiempo y en los días por venir. El que dispersa tiene muchos modos de menoscabar la integridad de tu congregación.


Te vuelvo a ver en la transparencia del alma: tu belleza no pasa, veinte años después.