El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Quizá, no nos demos cuenta de que en nuestras iglesias también existe el alcoholismo entre los hermanos y hermanas. Nadie está exento de caer en adicciones, en cualquier tipo de adicciones.
Hoy, Dios puede actuar en el mundo de forma directa, como hizo Jesús cuando estuvo entre nosotros haciendo bienes, pero también quiere que sus seguidores se paren y actúen ante estos gritos por misericordia.
No hay lugar más grande, ni sitio más seguro, ni nadie mayor sobre quien reposar, que ante los pies y entre los brazos del Salvador.
El encuentro, organizado por la Alianza Evangélica Europea, ha reunido a 370 personas de 37 países diferentes. Evangelismo en una Nueva Era, oración, educadores cristianos, artes y ministerios con refugiados y minorías son algunas de las 17 temáticas que se han trabajado.
Hoy no hay esperanza en ningún tipo de éxodo que nos lleve a ninguna tierra prometida. Lo que contemplamos son pozos, lagos, negras piscinas con detritos humanos.
¡A cuántos niños habremos librado del aborto con nuestro trabajo, quitado del hambre, de la enfermedad, de la exclusión social!
Dios siempre, siempre, siempre escucha a los que se acercan a El de corazón.
El ser humano se deshumaniza cuando alza su mano contra el débil causando un daño irreparable.
El que parece que viene y nos da la impresión que nunca llega, encuentre nuestras vidas encendidas esperando su regreso.
Este mundo es pecaminoso y se las arregla para proporcionar el menor alivio posible a sus habitantes. En medio de esa situación, ¿adónde se puede ir salvo al Señor?
Cuando llegan las pruebas, siempre cabe la posibilidad de refugiarse, cubrirse, esconderse en Dios.
Vivimos gran parte de nuestra vida tratando de evitar el dolor para acabar dándonos cuenta que puede ser una bendición para nosotros.
Vive de acuerdo con las Escrituras, meditando en ellas a diario y obedeciéndolas recibirás bendición tras bendición.
La compañía local Blackpool Transport ha eliminado la promoción del evento de sus vehículos después de que grupos LGTB hayan presionado en redes sociales. “No he venido a predicar odio, estoy aquí para predicar de Jesús”, ha dicho Graham.
El himno es un eco de la certeza de salvación que tiene el que ha puesto su fe en el sacrificio de Jesús en la cruz.
No decimos que Dios sea nuestro bombero para emergencias. Él es nuestro Salvador, y también es el que llena los vacíos de lo que carecemos en nuestra vida.
Del sufrimiento propio sólo son plenamente conscientes el que lo padece y Dios.
El tema es un hermoso canto a la confianza en Dios en medio de las dificultades.
La fidelidad de Dios es real y se muestra aún en los momentos de desolación.
El himno expresa cómo la cercanía de Dios permite sobreponerse a las mayores desgracias porque El es realmente el que puede otorgar descanso y paz.
Nos protegemos con un caparazón de fe, pero aún existe una inquietud que tiende a llamar a la puerta.
El Padre conoce nuestras necesidades incluso mejor que nosotros mismos.
La eternidad no significa un tiempo inacabable, sino otra cosa distinta, difícil de definir por el entendimiento humano.
“Por las matemáticas y las ciencias particulares sé que es indiscutible que Dios tiene que existir, pero no me lo creo”, decía el pintor.
En el evento organizado por las iglesias evangélicas portuguesas y el evangelista Franklin Graham, más de 1.900 personas “han tomado una decisión por Cristo”.
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