El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Dios ha puesto un tesoro en nuestro corazón y si es valioso para Él es que no hay nada en nuestro ser más valioso que eso.
Fue la explosión de una bomba de amor en lo alto de una cruz de madera.
Todas las preguntas, dudas y soledades; todo laberinto y cadena del alma, sólo tienen una respuesta: la cruz del Gólgota y la tumba vacía.
Hay dos maneras de mirar la cruz: permanecer junto a Jesús esperando su resurrección, o regresar con la multitud que va errante, como testigo del acontecimiento salvador.
Un poema de Paqui Pérez Báez. (Selecciona Isabel Pavón)
Hay una sed que fragua la arquitectura honda de tu vida.
Los judíos del siglo I jamás podrían haber previsto, ni inventado, un relato de la resurrección como el que vemos en los evangelios. Un artículo de Sara Pesquera.
La angustia de Jesús fue el medio de curar la nuestra.
Resulta imposible permanecer indiferentes ante la escalada de “violencia autorizada” y consensuada que se fue sumando para llegar hasta los momentos climáticos de la historia.
En tus heridas están impresas mis culpas, los errores de mi condición inmunda, esa carga de pecado que has tenido a bien portar para librarme de tan pesado lastre.
Una interpretación personal de un cuadro de Marina Abramović.
La muerte de Jesús en la cruz, representa y aglutina lo que fue su compromiso con el hombre que sufre. Jesús fue humano, muy humano.
¿Es posible construir una eclesiología que aterrice en la historia y en el mundo de lo real fundada sobre esas propuestas cristológicas?
En la cruz no murió cualquier ser humano, sino el mismo Hijo de Dios.
Se acabó aquella amenaza que comenzó hace 33 años en Belén.
Para Stott, “no hay explicaciones alternativas a la Cruz, como si tuviéramos una amplia gama en la que elegir, sino imágenes complementarias, una de la otra”.
El Cristo solo, abandonado, despreciado y angustiado es, en un sentido muy real, la prueba de la solidaridad de Dios en el sufrimiento.
Esta larga narración da fe de cómo Dios asumió y purgó el sufrimiento humano en toda su realidad en la persona de su Hijo.
"La fe viene por la resurrección y no a la inversa". Toda la Biblia apunta a un inmenso e incomprensible acto premeditado de poder y amor del Padre, en favor de los seres humanos, aún siendo sus enemigos.
Su obra puede ser vista “como una exaltación del arte en medio de la brutalidad humana, representada tanto en lo individual como en lo colectivo”.
Donde es más apelante la intertextualidad de Zurita con el mensaje cristiano es cuando asocia lo sucedido con los desaparecidos por la dictadura de Pinochet con la figura de Cristo.
El mundo mira el juicio por la muerte de George Floyd, Pocos recuerdan el otro juicio -por crucifixión y asfixia- del único inocente.
Según lo muestra el análisis de Londoño, la relectura de Mujica de los símbolos cristianos “se fundamenta en la Nada para desplegarse en la imagen poética de lo Abierto”.
El proyecto de Londoño se sitúa del otro lado de la obra de arte, en su ser propio de obra que “contiene en sí misma la posibilidad de hacerse efectiva en un lenguaje social, político y religioso”.
El Jesús crucificado y las imágenes de la crucifixión son los que tienen mayor protagonismo en las artes plásticas, la música y la literatura.
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