El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Lo que sí sabemos, es que será una eternidad junto al Dios más asombroso y maravilloso que nunca jamás hayamos conocido.
¿Cómo denunciar el mal de otros cuando no somos capaces de denunciar el nuestro propio; y además, en muchos casos lo justificamos?
Caminar con Dios es aprender a mirar hacia atrás con gratitud, hacia arriba con esperanza, y hacia adelante con valentía.
Es difícil leer el A. Testamento y no ver la relación que hay entre las promesas que se dan allí y su cumplimiento que tienen lugar en el Nuevo Testamento, en la persona de Jesucristo.
No nos dejemos aplastar por los antivalores, por los contravalores bíblicos consumistas, insolidarios e injustos.
Éste es el misterioso proceso divino para adquirir madurez aquí en la Tierra y, todo ello, para producir en nosotros un carácter santificado.
Es una constante en la revelación divina, bíblica, que el mal atrae al juicio divino, a menos que haya un arrepentimiento de dicho mal.
Celebró su X Aniversario esta entidad evangélica que sirve a la sociedad en general, sin excluir a nadie, y que da total libertad de decisión a las mujeres que ayuda.
Dios está escribiendo una sinfonía donde incluso nuestras faltas, llegarán a ser acordes redimidos.
Reflexiones temporales para un destino eterno.
El Pan de vida se rompe para ser repartido entre quienes desean comer de Él. Él se rompió por y para todos, desmembrando su amor, haciéndolo fluir en nosotros.
Nuestra responsabilidad es la de predicar, tanto sobre el amor de Dios, como de las condiciones para poder recibirlo y disfrutar de él.
Aquella maldita cruz, por momentos, se convirtió en el símbolo de bendición más grande de todos los tiempos.
A todos aquellos pecadores que creemos en Él y le recibimos como Señor, Salvador y Maestro de nuestras vidas, Dios nos reviste con el ropaje resplandeciente de su santidad, justicia y verdad.
Él y solamente Él es la Luz que ilumina nuestra existencia.
No es cuestión de comunicar conocimiento meramente, sino que dicho conocimiento deberá llevarnos siempre a acciones sabias, amorosas y compasivas que dejen en aquellos que nos conocen un buen “olor”.
Muchas de nuestras iglesias actuales, al igual que entonces, siguen tan acomodadas y distraídas en mil y un entretenimientos que se alejan del verdadero propósito de Dios.
Si quitamos de las Sagradas Escrituras el sacrificio expiatorio y propiciatorio que aparece desde Génesis hasta Apocalipsis, estamos mutilando una parte esencial de la revelación divina.
La vida aquí en la tierra apenas es un simple ensayo general para la gran cita eterna.
Si queremos llamarnos “cristianos”, discípulos y por tanto seguidores de Jesús, no deberíamos de renunciar nunca (¡nunca!) al Jesucristo que nos presentan las páginas del Nuevo Testamento.
La marcha por la vida convocó en Madrid a más de 500 asociaciones provida.
Acudamos cada día al gimnasio divino, inclinemos nuestros oídos a los consejos de Dios, deseemos beber de la fuente de agua viva y doblemos nuestras rodillas en oración.
En las Escrituras descubro a un Dios poliédrico tanto en su ser como en su obrar, porque Él es absolutamente soberano de todo y hacía todos.
Tener comunión es un asunto de actitud, de amor y del Espíritu Santo. Y cuando falta el amor, el Espíritu de Cristo está ausente; y eso por mucha verdad que se tenga o que se crea tener.
Activemos el necesario temor de Dios en nuestras vidas para apartarnos del mal en todas sus expresiones.
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