El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La llegada de pateras a las costas españolas no ha cesado en los últimos años. En este difícil contexto la Misión Cristiana Moderna de Fuerteventura ofrece sus recursos de acogida. Un reportaje de Buenas Noticias TV.
El protagonista de Soldado Azul, John Chivington, encarna las contradicciones de ese cristianismo que nunca reconoce ser racista.
Este icono de la postguerra está sufriendo ahora una fuerte revisión crítica, por la que parece que se equivocó en casi todo.
¡Qué fácil es hacer fiesta de la muerte, como si fuera un pasatiempo, cuando no nos toca de cerca!
La vida de los cristianos en el país asiático empeora por momentos, y, si somos honestos, tenemos la impresión de que las cosas no van a cambiar pronto.
Pensamos que si tuviéramos la evidencia delante, nos daríamos cuenta de las cosas y actuaríamos en consecuencia. Juzgamos el pasado, creyendo que nosotros no lo repetiríamos.
Hitchcock evita todo reduccionismo al enfrentarse al misterio del mal. No hay duda de que, para él, “todos los hombres son potencialmente homicidas”.
¿Es demasiado pedir en tiempos convulsos como los que vivimos que, al menos, haya cierto juego limpio y valores deportivos, no solo en la pista, sino en la cancha de la vida?
En la dedicación al teatro Unamuno puso lo mejor de su saber. Creía que el teatro necesitaba ser regenerado.
El órgano asesor del gobierno ha publicado un informe en el que concluye que “legalizar el auxilio al suicidio supone iniciar un camino de desvalor de la protección de la vida”.
Cuando veo sus entrevistas percibo una fe claramente cristo-céntrica, aunque mal informada por el contexto en que se convirtió, así como incoherente ante la realidad del pecado que todavía mora en él.
Todo comenzó en 1962, cuando fue invitado a unos debates. En la habitación donde se alojaba había un ejemplar del Evangelio de Mateo, cuya relectura le impresionó. En su arrebato, decidió hacer una película.
Como cristiano, Mr. Rogers nos presenta un ejemplo de fe en alguien que no sólo ora por las personas y lee la Biblia de rodillas, sino que cree en un Dios encarnado, que ha tomado nuestro lugar.
Al llegar al final de esta serie, tenemos que darnos cuenta de que lo único que quería Packer era desafiarnos a conocer, amar y pensar sobre Dios.
Solía llorar cuando predicaba. Era extremadamente sensible. En medio de mucha oposición, inició un movimiento de renovación que llevó a muchos a una fe personal y sincera.
Lo mejor de su obra es la conexión tan fuerte que establece entre Cristo y el Espíritu. No podemos separar uno del otro.
El arrepentimiento siempre guarda algo de misterio para el ojo humano. Gracias a Dios, que conoce los corazones.
Packer comprendió que no hay tarea más fundamental para la teología que definir en qué consiste la inspiración y autoridad de la Escritura.
El jugador del Bayern de Múnich ha expresado abiertamente su confianza en Cristo durante la celebración de la Copa de Europa.
Para él la teología no era un nombre, sino un verbo. La definía como la actividad de preguntar y responder a la realidad de Dios como se ha revelado en la Escritura.
Corea del Norte es un régimen hermético y celoso de la adoración a los líderes de la familia Kim, que no permite a sus habitantes la libertad de escoger su fe.
Packer acabó siendo “culpable por asociación”, para ambos lados. Para unos era un fundamentalista, para otros demasiado abierto.
Es en momentos así donde se juega la fe cristiana el todo por el todo. Y, entonces, hay que preguntarse ¿Vale la pena creer en Dios?
Para Packer, la clave de toda paradoja es que hay que mantener los dos por igual, sin hacer ninguna concesión al respecto.
¿Qué tendrá la muerte que parece que lo enturbia todo? Ante ella, un halo de tristeza se apodera de los que (todavía) quedamos vivos.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.