El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La Biblia, atenta a todos los temas que circulan por el cerebro humano, registra en su primera parte, Antiguo Testamento, los nombres de cinco personajes que se disfrazaron en diferentes ocasiones y por distintos motivos.
El tema culminante de la poesía bíblica se muestra particularmente en los Salmos, donde figuran versos que exaltan el poder y la majestad de Dios en sus obras.
134 veces menciona la Biblia a leones y leoncillos. El episodio más conocido tal vez sea el que narra el capítulo 14 en el sexto libro de la Biblia, Jueces.
La muerte, como cierre de la vida, transforma la expresión total de una existencia. Así la vio Don Quijote, con rostro humano.
Sus mentiras a Don Quijote no eran tales, sino la verdad enmascarada. Con ellas no pretendía beneficio alguno, ni dañaban el cuerpo del hidalgo.
El Nuevo Testamento, principalmente los cuatro evangelios, enseñan que el cristianismo no es una religión, el cristianismo es vida.
La enseñanza general de la Biblia es que Dios odia la mentira porque la boca que miente mata el alma.
La Biblia no habla de rebuznos, pero sí de una burra que habló. La historia se encuentra en el capítulo 22 de Números, el cuarto de la Biblia.
Se le ofreció a la vista “un real y suntuoso palacio o alcázar, cuyos muros y paredes parecían de trasparente y claro cristal”.
El escritor ruso Turquénef, comentarista del Quijote, llama quijotescos a los hombres que a todo se arriesgan por amor, fracasen o triunfen.
La vida sería una eterna crueldad si no existiese la poesía.
Don Quijote ensalza la ciudad de Barcelona cuando llega a ella y también cuando la abandona.
Pablo de Tarso protagonizó un episodio parecido al que desencadenó Don Quijote en el retablo de maese Pedro, aunque sin espada.
La inteligencia fue concedida al ser humano para dudar. Un hombre honrado como Don Quijote no puede renunciar a una duda honrada.
No estaba tan loco Don Quijote. En el fondo de sus pensamientos y sentimientos tenía claro que la señora Dulcinea no era un personaje real.
Hay en este episodio muchos elementos autobiográficos, ligados a esta obra de Cervantes.
Las letras es uno de los temas que con sabiduría y técnica trata Cervantes en su doble de Don Quijote.
El Caballero intuye, y así lo dice a Sancho, que su amor por la mujer del Toboso era un amor intangible, inmortal, inexistente para el resto de los hombres.
La fortaleza del alma redimida está en no confundir lo que realmente es con lo que pretende ser. Esto afecta también al cristianismo.
Nada se sabe del origen de Don Quijote, pero el hombre existía. Nada sabemos del origen de Dios, pero Dios existe.
No sería muy arriesgado decir que El Quijote puede estar en línea con las figuras del profetismo del Antiguo Testamente: defensa de los débiles, búsqueda de la justicia, denuncia de los abusos.
Quizás nosotros también deberíamos caminar, siguiendo al Maestro, lanza en ristre, la espada de la fe, denunciando las injusticias de los poderosos.
Freud aprendió más de los grandes maestros de la literatura universal que de los grandes psicólogos. Entre estos maestros no pudo faltar Cervantes.
Aún hay versiones de Don Quijote de La Mancha que suprimen el pasaje, cuyo texto dice: “Las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente, no tienen méritos ni valen nada”.
La eternidad no significa un tiempo inacabable, sino otra cosa distinta, difícil de definir por el entendimiento humano.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.