El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La situación mundial actual nos llama a recordar que la iglesia, y toda la creación, es del Señor, y que el Espíritu sigue trabajando en nuestro mundo.
La situación del pastor/a sin documentación legal suscita toda una serie de preguntas éticas y teológicas, aparte de la confusión legal.
La cruz nos recuerda, de nuevo, que la victoria del Cordero viene al morir por otros.
La persona y la obra de Cristo Jesús nos obliga a hacernos la pregunta de nuevo.
Como los judíos exilados en Babilonia, los inmigrantes de hoy necesitan cantos que les ayuden a confesar que Dios camina con ellos.
Hay muchas personas en los Estados Unidos que le tienen miedo a un lugar como Los Angeles. Representa demasiada diversidad humana
Con los cambios que propone la administración Trump, casi toda persona indocumentada que trabaja sería un criminal.
No debemos ignorar leyes nacionales, pero también tenemos que cuestionar las que son injustas.
Si defiendo los derechos del niño en el vientre, entonces también debo defenderlos cuando ha nacido.
Los evangélicos latinos que decidieron votar por Trump asumieron que un juez pesaba más que los 11 millones y sus familias.
Aún los cristianos que estamos listos a ser críticos del sistema capitalista lo vivimos como normativo.
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