El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Uno puede tener opiniones acertadas sobre Dios sin que eso implique un verdadero amor o deseo de servirlo. Satanás es un claro ejemplo de esto.
Debería ser obvio, a la luz del testimonio y la enseñanza de Cristo, que la marca del ministerio o liderazgo cristiano es el servicio, y no así la autoridad.
Jesús nos compara con unos pajarillos, algo débil y pequeño, como ejemplo de dependencia de Dios. Es en su providencia que podemos tener confianza en medio de esta crisis.
Cada vez se hace más difícil hablar de nuestras convicciones cristianas porque un considerable sector del cristianismo actual ha cedido a las ideologías totalitarias de nuestra sociedad occidental.
El principio de la Sola Scriptura también ha llevado al protestantismo al ‘libre examen’ de la Escritura y ha provocado una falta de aprecio a la tradición.
Nuestro activismo político nunca debe estar por encima de nuestro activismo evangelístico y de nuestro amor fraternal.
No, no existen los noviazgos misioneros. ¡Eso no es un ministerio! No se comienza un noviazgo –cuya meta es el matrimonio– con un incrédulo, y luego se espera a ver si “cae la breva” y Dios salva a esa persona.
Cometemos un craso error cuando en nuestro deseo de combatir la falta de conocimiento bíblico, convertimos el conocimiento en un fin y no en un medio.
Algo anda mal cuando puedes pasar horas de estudio alrededor del texto bíblico, pero su mensaje no te conmueve.
Si nos persiguen, critican u hostigan, que sea por hablar la verdad en amor, no por nuestras formas imprudentes de articular el mensaje.
Lo que normalmente hay detrás de esta expresión es una desviación de la única fuente de revelación firme y segura.
Gracias Dios, por la multiforme riqueza de tu pueblo.
Cuando los ancianos predican semana tras semana, año tras año, pero no otorgan oportunidades o no invierten tiempo y esfuerzo en entrenar y capacitar a otros para el ministerio de la Palabra, están fallando en su llamado, que es el de «perfeccionar» y «preparar» a otros que han recibido de Dios el mismo llamado.
Huye del falso evangelio de la prosperidad; que promete un camino al cielo sin pasar por la Cruz, que te lleva a buscar a Jesucristo con una motivación egoísta y equivocada.
Algunos cristianos hablan mucho de Él, presumen estar llenos de la presencia del Espíritu, pero sus vidas no dan le fruto de Él.
Que Dios es amor no debe llevarnos a pensar que este amor es una blandura indulgente, divorciado de toda consideración moral.
Nadie puede decir que cree o tiene fe en Jesús si no da evidencias de un verdadero arrepentimiento.
Mientras el «cristiano buzo» solo busca a Dios esporádicamente para conseguir algún beneficio personal, el cristiano genuino permanece en Él.
En la fe cristiana, la verdad sobre Dios no irá más allá de lo estrictamente revelado, aunque nuestro entendimiento de lo revelado crezca a través de los siglos.
A diferencia del panteón griego, de dioses fríos y distantes, nosotros (cristianos), tenemos un Dios que comparte el dolor con la humanidad herida.
Las ideologías que permean nuestra sociedad occidental actual son tan fuertes que la mayor parte del cristianismo occidental no sabe cómo atajarlas.
Hemos tratado de cavar y encontrar por nosotros mismos la fuente esencial del sentido de la vida, pero no nos damos cuenta de que esas cisternas están rotas.
Comprender que somos seres espirituales todo el tiempo nos permitirá buscar la dependencia constante de Dios a través de su Espíritu y no solo en momentos puntuales para acallar nuestras conciencias.
Una breve introducción a los hebraísmos que motive al lector a seguir profundizando en el estudio de las reglas de interpretación del texto bíblico.
La «Sola Scriptura» es una garantía de que nada que se halle en oposición a las enseñanzas de Cristo y los apóstoles sea finalmente considerado un dogma por la Iglesia.
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