El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Sorprende acercarse a diferentes aspectos del carácter de Jesús: su calma, cercanía, determinación, perdón al enemigo y ejemplo.
A pesar de haberle puesto nombre, no se trata de una patología, sino de un proceso que lo pasan muchas personas de modo similar, y que siguiendo unas pautas sencillas podemos pasarlo más rápido y mejor.
Todas y cada una de las situaciones que suceden alrededor nuestro, están regidas por la mano de un Dios que lo controla todo y que no se cansa de hacernos bien.
El que es el mismo ayer, hoy y por los siglos, sigue derrochando comprensión, perdón y Amor infinito hacia todo aquel que le busca de corazón y con sinceridad.
Porque él vive, como dice la canción, yo no temo al mañana. Sé que él es mi futuro y que mi vida vale más y más sólo por él.
El evangelio de Juan nos muestra a un Dios que se hace cercano por medio de Jesús.
No deja de ser llamativo que aquellos esclavos utilizaran canciones que hablaban de Jesús y de la esperanza, consuelo y alegría que representaba.
Conocer a Jesús es una aventura que dura hasta la eternidad.
¿Qué tipo de cristianismo puede volver al mundo hacia Jesús, si no es uno que sea verdaderamente relevante?
Un poema de Gonzalo Báez Camargo (selecciona Isabel Pavón)
Fue Jesús y nadie más quien vino a buscarme cuando estaba perdido y para salvarme del peligro interpuso su sangre preciosa.
Jesús estuvo al lado de los que no tenían nada ni a nadie. Así nos enseña cómo es el amor de Dios.
Una mirada como un indiscutible reproche de no entender qué pasa en el mundo. Una denuncia a las guerras que no cesan de matar infancias.
La Invitación, película ganadora del Festival de Sitges, es un thriller de suspense que nos muestra lo sencillo que es caer en las redes de una secta, peligro del cual no se libra ninguna persona –por muy inteligente que sea-, ni siquiera un cristiano con buenas intenciones.
Con el lema de ¨2016, año de la reconstrucción¨ se celebró la vigésima “Marcha para Jesús” nacional pocos meses después del terremoto que asoló el país.
Jesús desafía la incredulidad y nos revela que lo más importante es ser perdonados por nuestro Padre celestial.
Fijar los ojos en Jesús es una guía de conducta y también un camino a la esperanza porque él es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14: 6)
Artículo en respuesta al publicado en este medio por Will Graham el pasado 13 de agosto[i].
Yo quiero al Jesús de Nazaret, el galileo, el que pedía que dejaran que los niños se acercaran a Él, el que comía con publicanos, el que habló con la mujer samaritana.
El quid de la cuestión es orar continuamente y aplicarnos en esta santa práctica porque, en definitiva, a orar se aprende orando en todo tiempo
Si en ese momento final Jesús no te mira y te dice: “Eres una de mis ovejas” o “Me perteneces”, nada de lo otro importará.
Jesús lo advirtió: hay pequeñas actitudes o motivaciones que entran en la vida para dominarnos.
Una pregunta crucial para nosotros es: ¿hay algo más importante que Jesús? Porque todo lo demás nos lleva a la muerte.
Lo que resulta atractivamente hermoso en Jesús es su persona, su conducta y sus enseñanzas.
Esa luz no es mía, sino que sólo refleja pobremente la de Jesús, que es la Luz del mundo.
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