El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Las estrellas tienen que nacer, producir elementos pesados y luego morir para que estos elementos puedan utilizarse para formar planetas, y luego tienen que pasar unos cuantos miles de millones de años antes de que la vida llegue hasta nosotros.
Hay una concepción de Dios, desgraciadamente muy común, que consiste en enchufar a Dios en las lagunas de la ciencia.
¿Qué queremos decir cuando afirmamos que no hay ciencia “asentada”, que la ciencia siempre está en movimiento?
Somos mucho menos racionales de lo que nos gustaría pensar.
Aparece ahora en castellano el libro que capturó una gran atención mediática en Francia y pretende aportar pruebas de la existencia de Dios.
La tentación de mal usar la ciencia con fines apologéticos es vieja.
El cambio climático forma parte del debate social casi a diario. ¿Qué implicaciones tiene este tema desde una perspectiva ética cristiana? El físico Antoine Bret expuso sobre la responsabilidad cristiana en nuestro entorno en las recientes IV Jornadas de Bioética.
Se habla de Dios en los laboratorios. Y no solo para decir que no existe.
Me gustaría enumerar ciertas virtudes cristianas que la Iglesia puede fomentar. No necesariamente para “salvar el planeta”, sino porque estas virtudes corresponden a un modo de vida ético.
Se habla de la fusión como una fuente de energía inagotable y limpia. Es cierto. Ahora bien, lo recién logrado en EEUU es muy importante, pero aún queda mucho camino hasta conseguir una planta comercial.
En las Jornadas de Bioética se exploró la responsabilidad humana del cuidado de la creación, un asunto altamente politizado en el debate social, pero que “debe ir en paralelo” al cuidado del ser humano, mantuvo John Wyatt.
Si el carbono 14 desaparece tan rápido, ¿cómo es que se encuentra en el petróleo, al que suponemos una antigüedad de millones de años?
El universo está en expansión, y pasando la película al revés llegaremos al Big Bang. El TEJW no cambia nada de esto.
¿Por qué Webb es mucho mejor que el Hubble? Mis vecinos en al auditorio contestaron muy amablemente.
Cuando se trata de usar la palabra “teoría”, a los científicos no les importa mucho la definición de los diccionarios.
La Comisión Europea ha reconocido a la atómica y al gas como fuentes de energía necesarias y verdes hasta 2045, como mínimo. Algunos países, como España, rechazan la decisión.
La conservación de la energía surge de vez en cuando en el debate ciencia y fe.
¿Qué queremos decir cuando afirmamos que “la ciencia siempre se cuestiona a sí misma”? Me parece que nos estamos refiriendo solo a cuestiones científicas que aún no están resueltas.
El Dr. Polkinghorne hizo considerables contribuciones al campo de la ciencia y la religión durante su larga y fructífera vida.
Si consideramos que el relato de Génesis es histórico, es inevitable el choque frontal con la cosmología, la geología, la biología, la paleontología, la glaciología y muchas otras disciplinas.
Esta idea de que Dios solo tiene lugar allí donde no sabemos lo que está pasando, no se sustenta en la Biblia.
Supongo que un gran número de científicos han tomado al menos una vez en su vida una decisión muy importante basándose en algún tipo de fe.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Antoine Bret acaba de publicar un libro sobre nociones básicas de física. “Cuidado con los argumentos científicos en la apologética”, advierte.
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