Lejos de casa

Era su primera Navidad solo en Alemania. Diego, un joven colombiano, había llegado a Múnich hacía unos meses para trabajar. En estos días sentía una terrible nostalgia. Esta Navidad sería muy diferente. Estaba muy lejos de su familia.

Diego había terminado su jornada de trabajo un poco más temprano de lo usual. Caminó por el corazón de la ciudad. Observó un gran árbol de Navidad y un mercado navideño lleno de puestos con artesanías de madera y dulces típicos alemanes. Todo era precioso. Le recordaba a los paseos que daba con su familia antes de reunirse en la casa de sus abuelos, en Bogotá, para celebrar esta fecha de manera sencilla, pero llena de amor y significado espiritual.

Al llegar a casa, Diego decidió recrear, aunque fuera en soledad, el ambiente navideño que tanto le hacía falta. Encendió algunas luces pequeñas y preparó una cena modesta en la que no faltaban las arepas que había aprendido a hacer desde que vivía solo. Sabía que la Navidad era más que una reunión. Era un momento para recordar el verdadero significado de la fecha: el nacimiento de Jesús y el mensaje de amor y redención.

Con su Biblia en mano, Diego se sentó en el sofá y leyó el pasaje del nacimiento de Jesús. Lo hizo en voz baja, susurrando. Después de la lectura, cerró los ojos y oró. Oró por su familia en Colombia, por sus amigos, y también pidió fuerzas para continuar su camino en esta nueva etapa. Era una oración llena de gratitud y esperanza, aunque se le escapara alguna lágrima.

Al terminar de orar intentó disfrutar cada bocado, recordando los sabores de su país. En ese momento, sintió vibrar su teléfono. Era una videollamada de su madre, su padre y sus hermanos, todos reunidos, sonriéndole a través de la pantalla. Aunque estaba a miles de kilómetros, en ese instante, Diego sintió más cerca su hogar.

La familia habló, compartieron risas y recuerdos, y su madre le recordó que, aunque estuviera lejos, Jesús siempre estaba con él, llenando de paz su corazón. Diego sintió el consuelo y la compañía pese a la distancia. Sabía que su familia lo amaba, que Dios lo acompañaba, y que el verdadero significado de la Navidad, el mensaje de amor y esperanza, lo llevaba en su corazón, sin importar el lugar donde estuviera.

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